El otro peligro de los alimentos modificados genéticamente


Por Ari Levaux, 11 de enero de 2012
 
 Un estudio chino sobre el ARN amenaza con echar abajo la teoría de Monsanto de que el principio “equivalencia sustancial” no necesita de más pruebas de seguridadLos investigadores descubrieron que el ADN puede codificar el microARN, lo que puede ser muy peligroso.
 Los investigadores chinos han encontrado pequeños fragmentos de ácido ribonucleico (ARN) en la sangre y los órganos de los seres humanos que consumen arroz. La Universidad de Nanjing demostró que este material genético se une a las proteínas de las células del hígado humano e influye en la absorción del colesterol de la sangre.

Este tipo de ARN se llama microARN, debido a su pequeño tamaño. Los microARNs se han estudiado ampliamente desde que fueron descubiertos hace 10 años, y se han establecido relaciones entre estos y algunas enfermedades, tales como el cáncer, Alzheimer y la diabetes. La investigación china es el primer estudio que muestra que el microARN vegetal que se ingiere permanece tras la digestión e influye en las funciones de las células humanas.

En caso de que esta investigación supere el escrutinio científico, supondría un gran cambio en muchos campos. Significaría que no sólo ingerimos vitaminas, proteínas e hidratos, sino también información.
El estudio chino sobre el ARN amenaza con echar abajo el principal apoyo de Monsanto para mantener el principio de “equivalencia sustancial”. Si el ADN es capaz de codificar microARN, esto puede ser peligroso.

Este descubrimiento puede aumentar nuestra comprensión de la comunicación entre especies, la coevolución y las relaciones entre el depredador y la presa. También podría aclarar los mecanismos de algunos trastornos metabólicos y quizá explicar cómo actúan algunas hierbas medicinales. Y abre un camino para saber cómo influyen los organismos modificados genéticamente (OGM) en la salud humana.

Micro ARN: breve historia de pequeñas moléculas

A pesar de que la función principal de los microARNs se encuentra en los procesos biológicos y en el desarrollo de algunas enfermedades, el primer ARN descubierto,lin-4, lo fue en 1993. Se supuso en principio que era una anomalía, hasta el año 2000, cuando se descubrió un segundo microARN, el let-7. Ambos microARNs fueron identificados en C. elegans (un gusano), y fue algo muy extraño comprobar que sus transcriptores activos eran extremadamente pequeños (~ 22nt), y se obtuvieron a partir de la estructura en horquilla del ARN. A diferencia de lin-4, la secuencia de let-7 se observó aparecía en una amplia cantidad de organismos.

Pronto se encontraron secuencias similares. El primero en acuñar el término de micro ARN fue Victor Ambros en el año 2001, y está presente en los genomas de los organismos eucariotas. Desde entonces, se han encontrado miles de microARNs, presentes en una amplia variedad de organismos, incluidos los artrópodos, nemátodos, platelmintos, vertebrados, en plantas y en virus. Actualmente hay más de 500 microARNs registrados en la base de datos miRBase, lo que representa aproximadamente el 1% del transcriptoma humano, aunque se cree que la cifra real se encuentra en torno al millar.





No existe ningún tipo de regulación sobre la incidencia en la salud del uso de los nanomateriales

La FDA demandada por falta de supervivisón y etiquetado de los productos con nanomateriales

 Por Rady Ananda, 6 de enero de 2012
Activist Post

 

Por primera vez se ha presentado una demanda ante los Tribunales de los Estados Unidos por los riesgos del uso de la nanotecnología por varios grupos contra la Food and Drug Administration (FDA) por su falta de respuesta ante una petición de 2006 en la que se exigía que los productos con nanomateriales llevasen un etiquetado que certificase su seguridad.

Dirigidos por el Centro Internacional de Evaluación Tecnológica (ICTA), entre los demandante también se encuentran Amigos de la Tierra, Food and Water Watch, el Centro de Salud Ambiental, el Grupo ETC, y el Instituto de Agricultura y Política Comercial (IATP).

Es inaceptable que la FDA siga permitiendo que los nanomateriales no estén regulados y sin etiquetar, siendo productos que los consumidores utilizan cada día”, dijo Wenonah Hauter, directora ejecutiva de Food & Water Watch. “Es hora de que este organismo esté a la altura de su misión y proteja la salud pública Plan Nacional de Nanotecnología Estratégica de 2011 mediante la evaluación de los riesgos sanitarios y ambientales de los nanomateriales, y para exigir un etiquetado que informe a los consumidores de que se están utilizando estos nuevos materiales”. 

Según se refleja en la literatura científica aparecida hasta el momento, varios cientos de productos deben ser retirados del mercado debido a su toxicidad para los animales de laboratorio y las bacterias.

Gran parte de las quejas de basan en el hecho de que siendo los nanomateriales productos patentados y presentando características únicas por su tamaño, siendo por tanto nuevas sustancias, requieren de una regulación y de pruebas de seguridad. Los demandantes exigen una retirada de todos los productos hasta que su seguridad haya sido demostrada.

Los grupos de consumidores, incluyendo a algunos de los demandantes, también presentaron peticiones para que se regule la nanotecnología como ya hizo la Agencia de Protección Ambiental en 2006 y en 2008, según informa Chemical Regulation Reporter.
La Nanotecnología es la ciencia que manipula materiales a escala atómica o molecular, en el orden de mil millonésimas de metro. La Ingeniería Nanotecnológica de materiales (NEM) se utiliza en los alimentos, en los cosméticos (incluyendo la pasta de dientes y la crema solar), en medicamentos, en fertilizantes y en productos de limpieza para el hogar, pero no existe ningún tipo de regulación. También se encuentran en los helados, se añaden a las sustancias que recubren frutas y verduras, e incluso en latas y botellas, según informó Andrew Schneider en 2010 en sus explicaciones sobre esta nueva tecnología.

La Nanotecnología se utiliza en procesos industriales y aplicaciones militares, incluyendo aviones, equipos de combate y pequeños dispositivos de vigilancia en miniatura. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha gastado miles de millones de dólares en I+D. En su Informe del año 2007, la nanotecnología decía utilizarse en la “ defensa contra la guerra química y bacteriológica; en materiales de alto rendimiento para las plataformas de armamento; en tecnología de información; en la llamada rompa inteligente; en nuevas formas de energía y en materiales energéticos, en satélites. (Véase también el Plan Nacional de Nanotecnología Estratégica de 2011).

En junio de 2011, tanto la FDA como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) emitieron un proyecto de directrices sobre la Nanotecnología. Aunque los pesticidas con nanomateriales ya están en el mercado, la EPA emitió su primera aprobación el mes pasado (diciembre de 2011). La firma suiza HeiQ vende compuestos con nanoplata y nanosílece para su uso en prendas de vestir (para reducir el olor), siendo aprobado por la EPA.

Tras la publicación voluntaria de las directrices por la FDA, Alliance for Natural Health exigió de inmediato que los nanomateriales no tuviesen la certificación de productos ecológicos, como ocurre en Canadá.

La FDA no ha hecho nada para regular la Nanotecnología desde el pasado mes de junio. Al contrario, la FDA ha negado de forma absurda que se estén vendiendo alimentos que contengan nanomateriales:

No es cierto, dicen algunos expertos de la agencia, señalando estudios científicos publicados en revistas sobre ciencias de la alimentación, en los informes de otras agencias de seguridad y en los encuentros de la conferencia del Instituto de Tecnología de la Alimentación”, dice Schneider.

Varios de los demandantes han elaborado informes sobre la Nanotecnología, incluyendo a la IATP, el Instituto de Agricultura y Política Comercial. En Racing Ahead: U.S. Agri-Nanotechnology in the Absence of Regulation, la IATP señala que existen más de 1300 productos en el mercados que contienen nanomateriales. Existían unos 200 en 2006, y siendo conservadores el número puede aumentar a 3400 en 2020. El grupo ETC estima en 1600 los productos con nanomateriales en su informe de 2010: The Big Downturn? Nanogeopolitics.

El Proyecto sobre Nanotecnologías Emergentes (PEN), una asociación, Pew Charitable Trusts, y el Centro Internacional Woodrow Wilson, un centro de investigación del Gobierno de Estados Unidos, señalan que no existe peligro de incluir ingredientes y materiales a nanoescala en los productos y en los procesos industriales.

Es preciso un registro, así como de los productos de consumo”, aconseja la IATP, “con sus componentes para una eventual regulación de la nanotecnología”. 

Mientras tanto, algunos productos con nanomateriales se pueden encontrar con la aplicación de PEN para el iPhone, que despliega un Inventario de Productos de Nanotecnología.

 

El tamaño sí es importante

Hay una relación de dependencia entre el tamaño y la toxicidad de las nanopartículas y la superficie, ya que las partículas son extremadamente pequeñas, siendo más propensas a ser tóxicas”, es lo decía que un demandante en su petición de 2006. “Muchos productos químicos relativamente inertes y estables, como el carbón, representan riesgo de toxicidad a nanoescala”. 

Ya señaló el científico Ellin Doyle que las nanopartículas son capaces de cruzar la barrera hemato-encefálica. En el año 2006, publicó una revisión sobre la literatura que hacía referencia a la Nanotecnología: “Las nanopartículas son fácilmente absorbidas por muchos tipos de células cuando se cultivan in vitro, pudiendo atravesar la barrera hemato-encefálica y dañar el cerebro”. 

A pesar de ello, en 2006, la FDA determinó que “el tamaño de las partículas no es un problema” para la regulación. La Química básica nos dice lo contrario. A escala tan pequeña, las características electroquímicas hace que una partícula interaccione con las sustancias cercanas, incluyendo virus, bacterias y el ADN. El tamaño nanométrico indica que hay más átomos en su superficie que dentro de la propia partícula.

Tanto la Oficia de Patentes de Estados Unidos como Iniciativa Nacional de Nanotecnología, y la National Science Foundation, refutan la postura de la FDA, explicando que el pequeño tamaño de las nanopartículas les permite tener “características novedosas y únicas” que afectan no sólo a las interacciones electroquímicas, sino también ópticas, fotorreacciones, magnéticas, bioacumulación, toxicidad y carácter explosivo.

El aluminio nanométrico, un ingrediente que se sospecha se encuentra en las estelas químicas, se ha demostrado que entra en combustión de forma espontánea. Texas-based Quantum Logic Devices posee la Patente Nº, 7.338.711 que consiste en un “acelerador mediante nanocompuestos que mejora la combustión”, para su uso en combustibles, propulsores y explosivos.

En su informe de 2007, el Grupo de Trabajo sobre Nanotecnología, admite que finalmente la FDA se retractó: “A esta escala las propiedades de los materiales podrían afectar a la seguridad y la eficacia de los productos podría cambiar a medida que entramos en la escala nanométrica”. 

Nanoazar

Además existen otros estudios que muestran el daño inducido por las nanopartículas como se recoge en la demanda de 2006, como los 10 estudios en la lista presentada por la ETC, desde 1997 a 2004, y que recogen daño en el ADN y cerebral, disfunción pulmonar y bioacumulación (según el cual las lombrices y otros animales absorben, inhalan e ingieren las nanopartículas y pasan a la cadena alimentaria).

Esto es especialmente significativo en la nanopolución, que crece a medida que se lanzan miles de toneladas de nanomateriales al medio, según señalan Amigos de la Tierra en su informe de 2006: Nanomaterials, sunscreens and cosmetics (Más estudios se pueden encontrar en el Informe FOE).

ETC también se refiere a estudios que muestran que las nanopartículas pueden descomponerse dentro del organismo produciendo un envenenamiento por metales, atravesando la placenta de la madre y afectando al feto.

Un estudio británico de 2010 confirmó que partículas del orden 100 nm plantean riesgos para la salud, ya que pueden acceder a cualquier parte del cuerpo, incluso pueden penetrar en el núcleo de las células donde se encuentra el ADN.

Tan fuerte como el acero, los nanotubos de carbono actúan como el amianto, que causa cáncer de pulmón. Este informe FOE también cita los daños renales en animales de laboratorios expuestos a los nanomateriales.

Bajo las directrices de 2011, la FDA considerará las partículas de 1 a 100 nm de tamaño hasta un micrón, si los productos finales “exhiben propiedades, físicas, químicas o biológicas, que sean atribuibles a sus dimensiones”.

Ignorando la regulación sobre la nanotecnología en los últimos años, la FDA y la EPA han permitido la proliferación de los nanomateriales en los productos de consumo. Al igual sucede con la negativa a etiquetar los alimentos modificados genéticamente, convirtiendo a los consumidores en animales de laboratorio para la Industria Biotecnológica. Esperamos que esta demanda impulse las pruebas de seguridad necesarias para eliminar del mercado los productos peligrosos.

Rady Ananda es una periodista de investigación e investigadora en las áreas de salud, medio ambiente y política y libertades civiles. Dispone de dos sitios web: Freedom Food y Coto Report.

http://foodfreedom.wordpress.com/2012/01/06/fda-sued-over-lack-of-nanotech-oversight-labels/

Información de la Comisión Europea sobre Nanotecnología:
http://ec.europa.eu/research/leaflets/nanotechnology/page_53_es.html
http://ec.europa.eu/nanotechnology/faq/faqs.cfm?lg=es&pg=faq&sub=results&printfaqs=all
http://europa.eu/legislation_summaries/research_innovation/research_in_support_of_other_policies/i23024_es.htm

Pregunta en el Parlamento Europeo de la Parlamentaria Elena Oana Antonescu (PPE), el 6 de mayo de 2010. La pregunta por escrito dice exactamente:

Numerosos productos utilizados en el hogar, desde colorantes hasta vitaminas o cosméticos, contienen nanopartículas de sustancias o elementos químicos. No obstante, los fabricantes no tienen la obligación de indicar en el envase si estos productos contienen nanopartículas o no, a fin de hacer una elección bien fundamentada en la información.

Algunos estudios científicos recientes demuestran que la exposición a nanopartículas de dióxido de titanio y de zinc, que se hallan en estos productos, conduce a inestabilidades genéticas e inflamaciones que incrementan el riesgo de desarrollar alguna forma de cáncer(1). Otras aplicaciones incluyen nanopartículas de zirconio y cerio utilizadas como aditivos en materiales dentarios, o bien fosfatos tricálcicos usados en implantes ortopédicos y nanopartículas de argento utilizadas en productos textiles. Una gran parte de la actividad investigadora desarrollada actualmente en el desarrollo de productos y materiales nuevos se concentra en aprovechar las ventajas que pudieran aportar las nanopartículas para aumentar la efectividad o reducir los costes de un producto.

Habida cuenta del creciente interés de la industria en la utilización de nanopartículas en los productos manufacturados, es importante que su introducción en el mercado no se apremie por motivos económicos antes de que los efectos sobre la salud hayan sido suficientemente clarificados para la seguridad de los consumidores. Los ejemplos arriba mencionados demuestran que algunos productos que contienen nanopartículas han conseguido acceder al mercado antes de que estudios especializados señalaran sus posibles efectos negativos sobre la salud.

1. ¿Qué acciones ha emprendido la Comisión en el caso de aquellos productos con nanopartículas que ya están en el mercado y cuya nocividad para la salud ha sido demostrada en estudios científicos posteriores?

2. ¿Se ha respectado el principio de cautela en el caso de los productos con nanopartículas que pueden tener efectos perjudiciales para la salud y que han sido introducidos en el mercado con anterioridad a que se conozcan sus efectos?

3. ¿Es suficiente el marco legislativo actual para afrontar los problemas específicos de los productos que contienen nanopartículas, o tiene previsto la Comisión alguna iniciativa legislativa para modificar la legislación REACH obligando a los fabricantes a especificar si sus productos contienen nanopartículas?

http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+WQ+E-2010-3147+0+DOC+XML+V0//ES

Proyecto de la Universidad de Zaragoza
Proyecto Nanovalid de la Unión Europea

Japón: escasez de alimentos seguros

Publicado el 20 de diciembre de 2011 en: http://survivaljapan.wordpress.com/2011/12/20/safe-food-scarcity/


Los alimentos seguros son cada día más escasos en Japón, incluso fuera de la Tierra de Nadie, en lo que llamo la tierra controlada. Para sobrevivir en Japón hay que desechar todos los alimentos procedentes de las zonas al noroeste de Nagoya, y por supuesto cualquier producto del Pacífico Norte. Esto hace que las compras sean muy complicadas, pero se sigue comiendo fuera de casa. El final de año trae una nueva amenaza, ya que se regalan muchos alimentos tradicionales, por ejemplo el “oseibo” (El oseibo es un regalo que se hace a finales de año a aquellas personas a las que se les debe algún favor o simplemente queremos mostrarles gratitud por como se portan como nosotros). Es difícil estar en guardia y tomar decisiones racionales en cuanto a qué comer y es un quebradero de cabeza el preguntar constantemente por el origen de los ingredientes de cualquier alimentos en tiendas y restaurantes. Además, cuando alguien recibe un regalo, es casi imposible resistirse y rechazarlo, y no pensar que se trata de un regalo envenenado.

En cualquier sistema de defensa siempre hay un punto débil: un virus que infecta el correo electrónico; unos soldados que se ocultan dentro de un caballo de madera y entran en la ciudad de Troya; una puerta abierta en una sólida muralla…. o una manzana radiactiva de Nagano. Las madres de la Tierra de Nadie, que tienen un sumo cuidado con la comida y la bebida de sus hijos, descubrieron que tenían cesio en la orina. Tantos los japoneses como los extranjeros son conscientes de la contaminación de los alimentos y toman medidas para consumir alimentos más seguros, pero sólo de forma ocasional. Recordemos el reciente escándalo de los productos lácteos de la marca Meiji a principios de diciembre, ante el que muchos se sorprendieron pero piensan que es un caso aislado. La mayoría siguen comprando productos Meiji, que incluyen chocolates, helados, etc, ya que creen que es cosa de sus competidores, tales como Snow Brand.

Cuando algunos padres descubrieron que sus esfuerzos no eran suficientes para defender a sus hijos de la ingestión de cesio, como lo demuestra las pruebas de la orina, tuvieron la reacción habitual y declararon que después de todo no era una comida que hubiese que controlar. Pero la cuestión es ser coherentes, exhaustivos y no hacer ninguna excepción. Los niños tienen más riesgo que los adultos si consumen alimentos contaminados, por ejemplo, leche radiactiva, que se ha dado en algunas escuelas, o té verde radiactivo en una escuela de la prefectura de Saitama (suburbio residencial al norte de Tokio). Los efectos de la radiación son más acusados en los niños. Además, ¿cómo se van a resistir a aceptar alimentos que se ofrecen en Navidad, en los cumpleaños, etc, cuando los adultos no reniegan del oseibo? El mantenimiento de los niños dentro de la zona de control no parece que se pueda mantener a medio plazo, teniendo en cuenta las excepciones que se hacen en el consumo de alimentos.

Incluso para los adultos que viven en la Tierra Controlada, hay escasez de alimentos inocuos y es un problema salir a comer fuera, que solía ser una forma de diversión (que están obsesionados con la comida se puede comprobar por la omnipresencia de programas de alimentación en la televisión). En la ciudad de Osaka, busqué algunos restaurantes y pregunté el origen de los ingredientes antes de abandonar y conformarme con comer un poco de queso fabricado en el extranjero que compré en una tienda.

En el primer restaurante pedí una anguila y un plato de arroz llamado “unadon”, pensando que sería relativamente seguro, siendo las anguilas peces de agua dulce. Me dijeron que habían sido importadas de China, lo que era un mal menor y lo que parece es que he estado comiendo un producto importado de China durante los últimos veinte años sin que nunca preguntase por su procedencia.

Uno de los resultados positivos de la catástrofe de Fukushima del 11 de marzo es que se ha producido un mayor nivel de exigencia en la cadena alimentaria. Así que la anguila de China me parecía algo aceptable ese día. Estaba dispuesto a ceder, pero el origen del arroz no estaba certificado: el origen cambia día a día, me dijeron. Es el tipo de frases que quieren hacerte saber que no es el tipo de preguntas que hay que hacer, que ese asunto no debe ser tratado. Amablemente le agradecí las explicaciones al cocinero y le dije que lo dejaba por hoy. La justificación para el uso de anguilas chinas se encuentra en la reducción de costes, lo que probablemente también se haga con el arroz. Así que me decido a hacer una comprobación en los supermercados, donde se encuentra el arroz japonés más barato.

En el restaurante de al lado ofrecían tempura de gambas, platos de arroz y “ebi tendon”, que como las gambas son importadas de las granjas de Tailandia. El cocinero me confirmó que su origen era del exterior y aunque no me ofrecía una declaración de trazabilidad casi me aseguraba que eran de Tailandia, pero el problema de nueva fue el arroz, que era de Niigata.

Niigata es una prefectura en una zona montañosa situada a 100 kilómetros a oeste de Fukushima. Solía ser una hermosa estación de esquí invernal, con aguas termales, pero su belleza ha sido devastada por el desastre nuclear. Niigata se encuentra en el epicentro de la Tierra de Nadie y el arroz de esta región no debe consumirse.

Estos dos ejemplos de la ciudad de Osaka, lejos de la Tierra de Nadie, son representativos de la escena actual en la alimentación: los restaurantes en el mejor de los casos tienen cuidado con los ingredientes que utilizan, pero la mayoría de las veces siguen manteniendo la cadena de suministro habitual, por razones de costes y disponibilidad, aunque no sea algo coherente. Ahora que el Primer Ministro japonés Noda ha declarado oficialmente que el accidente de Fukushima se da por concluido, los pocos restaurantes que tuvieron en cuenta esta preocupación por sus clientes, ahora volverán a los comportamientos de costumbre. Esta declaración del Primer Ministro cambia de nuevo el panorama de riesgo en Japón y en realidad cae como un hacha que divide a la población en dos categorías: una gran mayoría que acepta la mentira y se mantienen en su estado de cerrar los ojos; y la segunda, minoritaria, que sacan conclusiones y actúan como tal, es decir, buscan un lugar más seguro para vivir. A corto plazo, esto significa que salir a comer se ha convertido en comer fuera de un lugar de Japón.

En una panadería pregunté si tenían alguna política especial sobre el trigo y el suministro de mantequilla, y me contestaron que seguían como antes del 11 de marzo, es decir, el trigo procedía sobre todo de Canadá y el noreste de Japón, y la mantequilla no tenía lugar de procedencia. Las ciruelas pasas, las nueces, se importan del oeste de Estados Unidos, lugar que probablemente recibió lluvia radiactiva en cantidades semejantes como el área de Tokio.

Las tiendas japonesas de conveniencia no ofrecen casi ninguno alimento saludable y posiblemente el alimento menos peligroso sean las bananas radiactivas.

Es extraño vivir en un país donde las fuentes de alimentos más seguros proceden de la agricultura ecológica (con la salvedad de algunas estafas, sobre todo de los distribuidores de productos BIO). Sin embargo, este es el panorama en todas las partes del mundo hoy en día, aunque no exista la amenaza nuclear. Las calles se quedan vacías cuando no se puede confiar en las tiendas de alimentación y en los restaurantes. Voy a perder peso y creo que es el momento para aplicar una estrategia que nos saque de esta pesadilla.

Para terminar esta entrada, deseo Feliz Año Nuevo a los lectores, Bonenkai en japonés. Y aquí otro artículo sobre la alimentación en las instituciones japonesas, hospitales, escuelas, universidades, empresas,etc. Un enfermo que acuda a un hospital japonés, y no por una enfermedad relacionada directamente con la radiación, puede terminar peor. En realidad, si el paciente muestra algunos signos de estar contaminado por radiación, los hospitales japoneses rechazan a los pacientes.

http://survivaljapan.wordpress.com/2011/12/20/safe-food-scarcity/





Los alimentos usados como combustible: una forma segura de producir una crisis alimentaria

Por Jean Ziegler y Siv O’Neall, 27 de diciembre de 2011


 

Jean Ziegler [1] , en su reciente libro “Destrucción masiva, la Geopolítica del hambre” [2], denuncia la estrategia brutal que los amos del mundo están utilizando para aniquilar la resistencia y así dirigirlo como mejor les parezca.

Jean Ziegler es un luchador incansable por los derechos humanos y el derecho a la alimentación, tal y como se indica en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y como ha recogido en sus números libros anteriores sobre diversos temas, pero sobre todo la extrema crueldad del Imperio. Su último libro es una denuncia de la Agroindustria en sus diversos aspectos: los biocombustibles y la industria de los transgénicos, y va a hacer todo lo posible para que este mensaje llegue a todas las partes del mundo. El profesor Ziegler ha hablado con voz alta y clara en las Naciones Unidas denunciando el neoliberalismo y la pobreza que engendra en todo el mundo. Esto le ha granjeado numerosos enemigos, pero también amigos. ¿Qué se está haciendo en nombre del neoliberalismo, sino un asesinato calculado? El título del libro lo dice claramente.
 

El profesor Ziegler denuncia los tres factores principales que contribuyen a la escasez y a la carestía de los productos alimenticios.

El acaparamiento de tierras para cultivos como la caña de azúcar y otros, especialmente en Estados Unidos, para la producción de biocombustibles (etanol), siendo una de las principales causas de la escasez de alimentos, ya que priva a los pequeños propietarios de sus tierras y reduce la cantidad de alimentos disponibles. La pérdida de tierras cultivables para la producción de biocombustibles ha contribuido al escandaloso aumento de los precios de los alimentos. Menos tierra, menos alimentos: precios más altos. A ello se suma también el hecho de que los biocombustibles aumentan el daño a la Tierra, que sus defensores de forma deshonesta tratan de ocultar.

La especulación sobre los alimentos, así como de las tierras de cultivo, también debe ser denunciado con fuerza, siendo otro importante factor que contribuye al aumento espectacular de los precios de los alimentos básicos, hecho que se viene produciéndose desde mediados de 2007. Por lo tanto, no sólo se priva a los agricultores de sus tierras, a menudo sin ningún tipo de compensación, sino que también los precios de los alimentos aumentan, así que no pueden adquirir los productos que necesitan para sobrevivir.
La tercera causa es la desertificación, la degradación del suelo, proceso que es acelerado por la sustitución de los cultivos tradicionales por grandes extensiones de monocultivos, bien para biocombustibles o para cultivos transgénicos, con enormes demandas de agua. Ríos y lagos se están secando y un número cada vez mayor de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable.

Los siguientes textos son extractos de cuatro capítulos del libro “Destrucción masiva”, un resumen de los argumentos que el profesor Ziegler plantea frente a los intentos monstruosos de matar de hambre a ingentes cantidades de personas, con la sola finalidad de aumentar la riqueza y el poder de unos pocos. Yo agregaría también, con la finalidad de mantener a las masas a raya, ignorantes y sumisos.

La mentira

Oro verde se ha considerado desde hace varios años como un complemento a la rentabilidad del oro negro.

Las industria de los biocombustibles lanza un argumento que pareciera irrefutable: la sustitución de los combustibles fósiles por energía procedente de las plantas, es un arma contra el rápido deterioro del clima y el daño irreversible que se está haciendo al medio y a los seres humanos.

Algunas cifras

Más de 100 millones de litros de bioetanol y biodiésel se produjeron durante 2011. En el mismo año, 100 millones de hectáreas de cultivos agrícolas se utilizaron para producir biocombustibles. La producción mundial de biocombustibles se ha duplicado en los últimos cinco años, de 2006 a 2001.

La degradación del clima es una realidad

A nivel mundial, la desertificación y la degradación del suelo afecta ya a más de mil millones de personas en más de 100 países situados en zonas áridas. Las regiones áridas o semiáridas son particularmente susceptibles a la degradación, representando más del 44% de las tierras cultivables del planeta.

La destrucción de los ecosistemas y la degradación de extensas zonas agrícolas en todo el mundo, y especialmente en África, es una tragedia para los pequeños agricultores y ganaderos. En África, la ONU estima que hay 25 millones de refugiados ambientales o migrantes ambientales, es decir, seres humanos que se han visto obligados a abandonar sus hogares a causas de desastres naturales (inundaciones, sequías, desertificación) y que han de luchar por la supervivencia en los suburbios de las grandes ciudades. La degradación de la tierra es causa de conflictos, sobre todo entre los ganaderos y los agricultores.

Empresas transcontinentales para la producción de biocombustibles han convencido a la mayoría de la opinión pública mundial y a la mayor parte de los Estados occidentales, de que la energía producida a partir de las plantas es un arma milagrosa contra la degradación del clima. Pero este argumento es falso. No tienen en cuenta los métodos ni los costes ambientales de la producción de biocombustibles, ni el agua ni la energía que se requiere para ello.

Sin embargo, por todas partes del planeta el agua potable es cada vez más escasa. Una de cada tres personas bebe agua contaminada. 9000 niños menores de diez años mueren cada día al consumir agua no apta para el consumo.
….
Según la OMS, un tercio de la población mundial aún carece de acceso al agua potable a un precio asequible, y la mitad de la población mundial no tiene acceso al agua potable. Aproximadamente 285 millones de personas que viven en el África subsahariana no tienen acceso regular al agua potable [3].

Y por supuesto, son los pobres los que sufren con más severidad la falta de agua.
….
Sin embargo, si tenemos en cuenta las reservas mundiales de agua, la producción cada año de decenas de miles de millones de litros de biocombustibles es una verdadera catástrofe. Se necesitan 4000 litros de agua para producir un solo litro de bioetanol.
Un estudio detallado de la OCDE, Organización de los estados más industrializados, con sede en París, calcula la cantidad de energía fósil necesaria para producir 1 litro de bioetanol. Es una cantidad enorme. The New York Times, también señaló en su día la gran cantidad de energía que se requiere para producir etanol y además indicando que “los biocombustibles aumentan la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera en lugar de contribuir a reducirlo”. 

La obsesión de Barack Obama

Las mayores corporaciones multinacionales productoras de biocombustibles tienen su sede en los Estados Unidos. Cada año reciben miles de millones de dólares en ayudas gubernamentales. En el discurso de Obama a la Nación en 2011 dijo que el bioetanol y el biodiésel son una causa nacional, y que entra dentro de la seguridad nacional.

En 2011, se subsidiaron con 6 mil millones de dólares procedentes de fondos públicos, utilizándose el 38,3% de la cosecha nacional de maíz para la producción de biocombustibles, frente al 30,7% en 2008. Desde el año 2008, los precios del maíz en el mercado mundial se han incrementado un 48%.

  

Estados Unidos es con mucho la potencia industrial más dinámica y la mayor productora a nivel mundial. A pesar de que tiene un número relativamente bajo de habitantes, 300 millones, en comparación con los 1,3 millones de China o la India, Estados Unidos produce más del 25% de todos los productos industriales fabricados en un año en todo el planeta.

La materia prima de esta impresionante máquina es el petróleo

Estados Unidos quema diariamente 20 millones de barriles, alrededor de un cuarto de la producción mundial. El 61% de esta cantidad, más de 12 millones de barriles al día, son importados [4].

Para el Presidente de Estados Unidos, esta dependencia exterior es, obviamente, una preocupación. Y lo más preocupante es el hecho de que el petróleo importado procede de regiones con una elevada inestabilidad política o donde los estadounidenses no son bien recibidos, en una palabra, la producción y la exportación a los Estados Unidos no están garantizados.

George W. Bush fue el que inicio este programa de biocombustibles. En enero de 2007 estableció la meta a alcanzar: en los 10 años siguientes Estados Unidos tenía que reducir en un 20% el consumo de combustibles fósiles y multiplicar por 7 la producción de biocombustibles.

La quema de millones de toneladas de alimentos en un planeta donde cada cinco segundos un niño menor de 10 años muere de hambre es, obviamente, un escándalo.
Los partidarios de los biocombustibles están tratando de desarmar los argumentos de los críticos. No niegan que no sea ético desviar alimentos para su uso como fuente de energía, pero dicen que no hay de qué preocuparse, ya que pronto habrá una segunda generación de biocombustibles que se obtendrán a partir de los residuos forestales, o de plantas como la jatrofa, que sólo crece en tierras áridas (donde no es posible cultivar alimentos). Y luego añaden que las técnicas de que ya se disponen permiten el tratamiento de los tallos de la planta de maíz, sin emplear la semilla… ¿Pero a qué coste? (La producción de biocombustibles requiere una enorme cantidad de agua y energía).

Lo de una nueva generación es una terminología, en este caso, que da lugar a engaño. La segunda generación de biocombustibles no existe, y por contra la producción de los mismos será aún más costosa. Así que en un mercado donde manda la maximización de beneficios, estos cultivos tendrán un papel marginal.

El depósito de combustible de un automóvil mediano tiene una capacidad de 50 litros. Para fabricar 50 litros de bioetanol se requieren 358 kilogramos de maíz.

En México y en Zambia el maíz es el alimento básico. Con 358 kilogramos de maíz un niño de Zambia o de México puede comer durante un año.

Amnistía Internacional resume mi punto de visto: “Biocombustibles: depósito lleno y estómagos vacíos”.

La maldición de la caña de azúcar

No sólo los biocombustibles consumen cada año cientos de millones de toneladas de alimentos como el maíz, el trigo y otros, y se lanzan a la atmósfera millones de toneladas de dióxido de carbono, sino que además se causan desastres sociales en los países donde las empresas transcontinentales que fabrican biocombustibles se hacen fuertes.
Tomemos por ejemplo el caso de Brasil.

La lucha de los trabajadores de engenho Trapiche es un ejemplo. Las vastas tierras que antaño fueron propiedad del Estado, la Terra da União, estaba dividida en parcelas agrícolas de 1 a 2 hectáreas, cultivadas por pequeños agricultores en una economía de subsistencia. Las familias vivían pobremente, pero disfrutaban de un cierto grado de bienestar y de relativa libertad.

A través de su excelentes relaciones con Brasilia, las empresas han logrado el desmantelamiento y la privatización de estas tierras. Los pequeños agricultores de frijoles y cereales que vivían aquí fueron deportados a los barrios pobres de Recife, excepto aquellos que aceptaron convertirse en cortadores de caña de azúcar. Hoy en día son trabajadores que se encuentran en situación de sobreexplotación.
En Brasil, el programa de producción de biocombustibles se considera una prioridad. Y la caña de azúcar es uno de los cultivos más rentables para la producción de bioetanol.
El programa brasileño para el incremento de la producción de bioetanol tienen un curioso nombre: Plan Pro-alcohol. Es el orgullo del Gobierno. En 2009, Brasil consumió 14 mil millones de litros de bioetanol (y biodiésel) y exportó por valor de 4 mil millones de dólares.

El sueño del Gobierno es exportar 200 mil millones de litros
El Gobierno de Brasilia quiere aumentar a 26 millones de hectáreas la superficie cultivada de caña de azúcar. En lucha contra los gigantes del bioetanol, los cortadores de caña de azúcar en la plantación de Trapiche no tienen ninguna oportunidad.
El Plan Pro-alcohol brasileño ha provocado la concentración de las tierras en unas pocas manos de indígenas y empresas transnacionales.

Esta monopolización aumenta las desigualdades y exacerba la pobreza rural ( al igual que la pobreza urbana, como resultada de la migración de las zonas rurales). Además, la exclusión de los pequeños productores amenaza la seguridad alimentaria del país, ya que son los que mediante la agricultura pueden garantizar su sustento.

En cuanto a los hogares de las zonas rurales, encabezados por la mujeres, tienen menos acceso a la tierra y sufren mayor discriminación.

En resumen, el desarrollo y producción del llamado “oro verde” es un modelo que enriquece únicamente a los dueños de las explotaciones y que empobrece a los pequeños agricultores y en O boiafrio [6] incluso se va más lejos. En realidad, se ha firmado la sentencia de muerte para las pequeñas explotaciones familiares y las medianas empresas, y por lo tanto se pone en peligro la soberanía alimentaria del país.
Pero además de los dueños de las explotaciones, el Programa Pro-alcohol produce enormes beneficios a las grandes empresas extranjeras transcontinentales, tales como Louis Dreyfus, Bunge, Noble Group, Archer Daniels Midland, y para los grupos financieros de Bill Gates y George Soros, así como los fondos soberanos de China.

En un país como Brasil, donde millones de personas están exigiendo el derecho a tener un pedazo de tierra, donde se ve amenazada la seguridad alimentaria, la apropiación de tierras por las corporaciones transnacionales y los fondos soberanos es un escándalo adicional. [7]

En el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se luchó contra el Plan Pro-alcohol [8].
Incluso el Presidente Luis Inácio Lula da Silva, durante su visita al Consejo en 2007, me atacó desde lo más alto del podio.

Vanucci y Lula tenían un poderoso argumento: “¿Por qué preocuparse por el avance del cultivo de la caña de azúcar, tal y como dice el Relator Especial para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, si el Plan Pro-alcohol nada tiene que ver con la comida, la caña de azúcar no lo es? A diferencia de los norteamericanos, los brasileños no quemamos ni maíz ni trigo”. [9]

Para obtener nuevas tierras, los grandes propietarios y las Empresas Transcontinentales queman la selva. Decenas de miles de hectáreas cada año.

La destrucción es definitiva. Los suelos de la cuenca del Amazonas y de Mato Grosso [10], cubiertos de bosques primarios, sólo tienen una fina capa de humus. Incluso en el improbable caso de que las autoridades tuvieran un arrebato de lucidez, ya no se podría restablecer la Selva Amazónica, los pulmones del planeta. De acuerdo con los datos del Banco Mundial, al ritmo actual de quema de la selva, el 40% de la Selva Amazónica habrá desaparecido en 2050.

En la medida en que Brasil ha ido sustituyendo progresivamente los cultivos para la producción de alimentos por la caña de azúcar, se ha entrado en el círculo vicioso del mercado internacional de alimentos: se ven obligados a importar alimentos que ya no producen, y se aumenta la demanda mundial… que a su vez provoca un aumento de los precios.

La inseguridad alimentaria, de la que una gran parte de la población brasileña son victimas, está directamente relacionada con el Programa Pro-alcohol. Esto afecta especialmente a las zonas en las que se cultiva la caña de azúcar, ya que los alimentos de primera necesidad con casi exclusivamente importados, estando sujetos a fluctuaciones muy significativas de los precios. Muchos pequeños agricultores y trabajadores agrícolas deben comprar alimentos, ya que no tienen tierras suficientes para producir los alimentos que necesitan sus familias. Así, en 2008, los campesinos no pudieron comprar los suficientes alimentos debido a la subida repentina de los precios.

Con la finalidad de reducir costes, los productores de biocombustibles explotan a los trabajadores migrantes, según el modelo de agricultura ultra-liberal capitalista. No sólo se pagan bajos salarios, sino que los horarios son inhumanos, no hay infraestructuras de apoyo y las condiciones de trabajo rayan en la esclavitud.


Postdata: El infierno de Gujarat

Las condiciones de esclavitud de los cortadores de caña de azúcar no son exclusivas de Brasil. Miles de migrantes de otros países están siendo explotados de la misma manera.
En la plantación de la Fábrica de Azúcar Bardoli, situada en Surat, Guajarat, India, la mayoría de los hombres que trabajan pertenecen a los pueblos indígenas de los adivasi, famosos por su dominio del arte de la cestería y la fabricación de muebles de caña.
Las condiciones de vida en la plantación son terribles: comida infestada de gusanos, agua potable en estado deficiente, falta de madera para cocinar los alimentos. Los adivasi y sus familias viven en chabolas en unas condiciones deplorables.

¿Denunciarlo en los tribunales? 

Los adivasi tienen mucho miedo al Mukadam, el agente de contratación de la explotación. Tal es la magnitud de desempleo en Guajarat que a la menor protesta el cortador de caña crítica es sustituido por otro más dócil.

Recolonización

Durante la XVI sesión del Consejo de Derechos Humanos de marzo de 2011, Vía Campesina, junto con otras organizaciones no gubernamentales, FIAN y CETIM, organización un evento paralelo: una consulta oficiosa sobre la protección de los agricultores (derecho a la tierra, semillas, agua, etc).

El Embajador de Sudáfrica encargado de los derechos humanos, el obstinado Pizo Moved, dijo en esa ocasión: “Primero se llevaron a los hombres, luego nos quitaron la tierra. Estamos viendo la era de la recolonización de África”. 

En realidad la maldición del oro verde se extiende por Asia, América Latina y África.

En casi todas las partes,, pero especialmente en Asia y América Latina, el acaparamiento de tierras por parte de las empresas transcontinentales va acompañada de violencia.

La selva de África Central es la segunda más grande del mundo después de la del Amazonas y es un importante sumidero de carbono [11] del mundo. Hay que comprender que muchas comunidades dependen de ella, su biodiversidad es enorme y es sustento mediante la caza y la recolección. Estas comunidades están en peligro de desaparición.

Conclusión

Tenemos que actuar rápidamente frente al intento de control de los nuevos amos del mundo, hacer frente al neoliberalismo insensible y codicioso [12]. Tenemos que abrir los ojos y tener las mentes abiertas frente a estos depredadores que acaparan el mundo y nos convierten en sus rehenes, en un intento absurdo de aumentar su riqueza y la dominación del planeta. Debemos unirnos y trabajar sin descanso, sin perder la esperanza, sin perder el objetivo de salvar la Tierra. No hay que dejarse engañar por el ensordecedor gritería de las máquinas de propaganda. Debemos mantenernos firmes y juntos. Es la única manera de poder salir de este infierno. 

Notas:
[1] Jean Ziegler, a former professor of sociology at the University of Geneva and the Sorbonne, Paris, is member of the UN Human Rights Council’s Advisory Committee with an expertise on economic, social and cultural rights. For the period 2000-2008, Jean Ziegler was the UN Special Rapporteur on the Right to Food. In March 2008, Jean Ziegler was elected Member of the UN Human Rights Council’s Advisory Committee. One year later, the Human Rights Council decided, by acclamation, to re-elect Jean Ziegler as a member of the Advisory Committee, a post he will now hold until 2012. In August 2009, the members of the Advisory Committee elected Jean Ziegler as Vice-President of the forum.
[2] DESTRUCTION MASSIVE – GÉOPOLITIQUE DE LA FAIM, Jean Ziegler – ÉDITIONS DU SEUIL published on October 13, 2011
[3] 248 million in South Asia are in the same situation, 398 million in East Asia, 180 million in South Asia and the East Pacific, 92 million in Latin America and the Caribbean, and 67 million in Arab countries.
[4] Only 8 million barrels are produced from Texas, the Gulf of Mexico (offshore) and Alaska.
[5] Engenho is a colonial-era Portuguese term for a sugar mill and the associated facilities. The word engenho usually only referred to the mill, but it could also describe the area as a whole including land, a mill, the people who farmed it.
[6] Landless workers (boia = ox ; frio= cold) He’ll be working like an ox and he’ll be eating cold food
[7] A sovereign wealth fund (SWF) is a state-owned investment fund composed of financial assets such as stocks, bonds, property, precious metals or other financial instruments. Sovereign wealth funds invest globally.
[8] Sitting in front of me was the government minister Paulo Vanucci, a friend, a former guerrilla of the VAR-Palmarès (Vanguardia Armada Revolucionaria) and hero of the resistance against the dictatorship. He was sincerely sorry.
[9] This argument is not valid, since the agricultural frontier in Brazil moves continuously: the sugar cane moves toward the interior of the continental shelf and the cattle which for centuries have been grazing there, migrates to the west and the north.
[10] Mato Grosso is a state in the center-west of Brazil, bordering on Bolivia and Paraguay.
[11] A carbon sink is anything that absorbs more carbon that it releases, whilst a carbon source is anything that releases more carbon than it absorbs.
[12] See ‘Les Nouveaux maîtres du monde et ceux qui leur résistent’ de Jean Ziegler (Editions Fayards), 2005
http://axisoflogic.com/artman/publish/Article_64191.shtml

Cultivos farmacológicos: haciendo caso omiso de la salud y el medio ambiente

Las promesas de los cultivos farmacológicos están socavadas por las amenazas a la salud y al medio ambiente.

 Por el profesor Joe Cummins, 9 de noviembre de 2011

 

 La producción de medicamentos ha experimentado grandes cambios después de la aprobación y elaboración de los llamados medicamentos biológicos, que en su mayor parte son proteínas producidas mediante Ingeniería Genética. Los medicamentos biológicos son por los menos la cuarta parte de los nuevos fármacos aprobados, a pesar de que aproximadamente tienen el doble de probabilidades los medicamentos químicos de ser aprobados y ser regulado su empleo (véase ‘Biologicals’, Wonder Drugs with Problems, SiS 42) Los fármacos con proteínas recombinantes son producidos a partir de virus, bacterias, levaduras y cultivos celulares de insectos, roedores, primates y seres humanos. El uso de cultivos genéticamente modificados (OGM) para producir productos biológicos es una posibilidad atractiva, porque los cultivos son capaces de producir grandes cantidades de proteínas recombinantes a bajo costo. Se han producido una gran cantidad de cultivos farmacológicos en los laboratorios y mediante ensayos de campo, aunque nunca hasta ahora han sido aprobados para su comercialización como fármacos. Sin embargo, siguen progresando los ensayos clínicos.

Fases de los ensayos clínicos

Los ensayos clínicos se dividen en varias fases. La fase 0 se ha establecido recientemente y permite por primera vez los ensayos en seres humanos, de acuerdo con la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos). Los ensayos de la fase 0 incluyen la administración de una sola dosis terapéutica del medicamento a un pequeño número de sujetos ( de 10 a 15) para recoger datos preliminares sobre la farmacodinámica del agente ( los efectos del medicamentos en el organismo). Los ensayos en la fase 1 son la primera etapa de las pruebas en seres humanos a un grupo de entre 20 a 100 voluntarios sanos, y está diseñada para evaluar la seguridad (farmacovigilancia), la tolerancia, la farmacodinámica de los medicamentos. Una vez que se ha superado la prueba inicial de seguridad del fármaco en la fase I, se inicia la fase II, en la cual se llevan ensayos clínicos a grupos más amplios, de 20 a 300 personas, para evaluar la eficacia del fármaco, así como para continuar la evaluación de seguridad iniciada en la fase I. Cuando el proceso de desarrollo de un nuevo medicamento no funciona, ocurre generalmente durante los ensayos en la fase II. Los estudios en la fase III son ensayos aleatorios controlados multicéntricos en grupos amplios de pacientes (300 a 3000, o más, dependiendo de la enfermedad) y supone la evaluación definitiva de la eficacia del fármaco. Cuando los ensayos de la fase III se han completado y se consideran satisfactorios, el medicamento puede ser producido y comercializado para el tratamiento de la población en general.

Cultivos farmacológicos en los ensayos clínicos

Los primeros en construir una planta de fabricación de proteínas terapéuticas fueron Biolex Therapeutics Inc, alcanzando la Fase II de ensayos clínicos en humanos uno de sus fármacos, el Locteron, , que libera de forma controlada el interferón alfa (IFN-α) para el tratamiento de la hepatitis C crónica. El tratamiento actual consiste en la administración semanal de IFN-α, en combinación con una fármaco antiviral, la ribavirina.
En 2005, 32 pacientes participaron el ensayo clínico de Fase II del Locteron. El IFN-α producido en la planta acuática Lemna se administró cada dos semanas en combinación con la ribavirina en un estudio aleatorio a doble ciego. En el 100% de los casos se observó una respuesta virológica de los 16 pacientes con hapatitis C y tratados con dosis de 480 y 640 μg. Esta respuesta virológica precoz se ha establecido como requisito previo para la respuesta a largo plazo en pacientes con hepatitis C.
 
El primer fármaco así obtenido para finalidades terapéuticas en humanos en alcanzar la fase III fue una suspensión de células de zanahoria para el tratamiento de la enfermedad de Gaucher, siendo desarrollada por Protalix BioTherapeutics. La enfermedad de Guacher es la más común de las enfermedades de almacenamiento lisosómico. Está causada por una deficiencia hereditaria de la enzima glucocerebrosidasa (también conocida como ácido β-glucosidasa), que se desglosa de los glicolípidos glucocerebrosidasa, dando como resultado su acumulación en los glóbulos blancos (leucocitos mononucleares), y también en el bazo, el hígado, los riñones, el cerebro y la médula ósea. La glucocerebrosidasa humana transgénica presente en las células de zanahoria fueron cultivadas en un sistema de biorreactores.

La proteína recombinante fue probada en Fase I/II durante 2006 antes de entrar en los ensayos en Fase III en 2009. Treinta y un pacientes con enfermedad de Gaucher recibieron el tratamiento en un estudio multicéntrico, aleatorio y a doble ciego. El punto final primario (20% de reducción media del volumen del bazo) se alcanzó en los pacientes tratados después de 6 meses, y el análisis se seguridad mostró que el tratamiento era bien tolerado, sin acontecimientos adversos graves o muy graves. Los pacientes completaron con éxito este estudio que permitía un acceso más amplio, hace algo más de 2 años y medio. El 1 de diciembre de 2009, Pfizer y Protalix llegaron a un acuerdo para desarrollar y comercializar este medicamento, el prGCD, para el tratamiento de la enfermedad de Gaucher, con los derechos exclusivos para Pfizer en todo el mundo, mientras que Protalix conserva los derechos de comercialización en Israel. Sin embargo, a principios de 2011, la FDA se negó a la aprobación del medicamento, solicitando datos adicionales de los estudios existentes, pero que no requieren ensayos adicionales.

SemBioSys también ha completados las fases I y II en la producción de insulina por el cártamo, y que tiene un perfil de seguridad similar a la insulina recombinante actual. La insulina se produce en los órganos donde se acumula el aceite y es posible su extracción. Estas plantas han sido cultivadas en campos abiertos.

Sistemas de cultivos farmacológicos

La producción de medicamentos biológicos utilizando cultivos farmacológicos es potencialmente peligrosa, sobre todo si se lleva a cabo en campos abiertos. En todo caso, se deben tomar una serie de medidas de contención muy estrictas. Las amenazas de utilizar campos abiertos para los cultivos farmacológicos van desde la contaminación de la cadena alimentaria humana a los efectos de los fármacos en la fauna silvestre y los animales domésticos. ISIS ha escrito extensamente sobre este tema en los últimos años (véase Pharm crops , artículos de ISIS desde 2002). Por desgracia, el énfasis se ha puesto en la seguridad de los medicamentos biológicos y su purificación y no en la amenaza a la cadena alimentaria humana, ni su efecto en los animales. El marco normativo previsto por los defensores de los cultivos farmacológicos esta lejos de ser el adecuado para evitar consecuencias catastróficas del cultivo a campo abierto, para la producción de cultivos biofarmacéuticos.

Las plantas de producción de medicamentos biológicos o vacunas obtienen las proteínas farmacéuticas y las vacunas de las semillas producidas a campo abierto o en sistemas de ambientes contenidos o en biorreactores de células vegetales. Algunos ejemplos son los siguientes.

Obtención de semillas para la producción de medicamentos biológicos

La producción de estos fármacos se logra mediante la vinculación de las secuencias promotoras y de señal de las proteínas con el gen de la proteína farmacéutica. La proteína resultante es un fármaco para uso humano o animal, o una vacuna que suele ser estable durante varios años si se mantiene en un ambiente fresco y seco. Los cultivos más comúnmente utilizados son el arroz, el maíz y el cártamo.

Boothe y su colegas de SemBioSys y la Universidad de Calgary declararon: “Las estrategias de contención física puede ser poco prácticas o por lo menos poco rentables para la mayoría de los sistemas a base de semillas.” La contención biológica, tales como la esterilidad masculina o la “expresión de un orgánulo”, se podrían utilizar , pero para muchas especies la segregación es el único método práctico. En otras palabras, los cultivos farmacológicos se podrían cultivar en campos abiertos, pero a una distancia suficiente para aislar a estas plantas de las áreas de producción de alimentos y otros parientes cercanos, que podrían cruzarse y propagar el gen farmacológico. Sugirieron que el uso de un gen, bien en parte o completamente, de autopolinización de las especies podría proporcionar una protección adicional contra la contaminación por este transgen. Y como la causa más probable de adulteración del suministro de alimentos se realiza a través de una mezcla accidental de semillas procedentes de los cultivos biofarmacéuticos y los cultivos alimentarios de la misma especie, las empresas dedicadas a la producción de cultivos biofarmacéuticos deben mantener bajo estrecha vigilancia sus semillas transgénicas, Por esta razón, Boothe y sus colegas creen que es muy probable que los cultivos farmacológicos nunca serán aprobados si no es en cultivos confinados.

Sin embargo, SemBioSys ha comenzado la fase final del ensayo clínico para la obtención de insulina humana producida en el cártamo.

Poca o ninguna mención se hace sobre el impacto de los cultivos farmacológicos sobre la vida silvestre cuando se pretende sembrar a campo abierto. La insulina humana obtenido mediante cultivos productores se ha puesto a prueba, incluso en zonas donde hay animales en peligro (véase GM safflower with human pro-insulin, SiS 35). Las técnicas de ADN han identificado genes en péptidos parecidos a la insulina en invertebrados, incluyendo insectos, en moluscos y nemátodos, lo que demuestra claramente que la insulina es una hormona presente evolutivamente ya de antiguo en todos los animales superiores. Se puede producir un shock tóxico por la insulina en abejas, aves y otros animales. Sin embargo, los defensores de la producción de productos farmacológicos a campo abierto no se han visto obligados a evaluar el impacto sobre la fauna, ni se conocen estudio ecológicos después de las pruebas en campo abierto.

Una aproximación sintética transgénica de la insulina humana se produce en altos niveles en las semillas de arroz y se comprobó que se activaba en las ratas. Similar a la insulina es un factor de crecimiento que favorece el desarrollo del cáncer, lo que hace que la producción a campo abierto sea altamente peligrosa (véase Cancer promoting transgenic rice, SiS 22).
Otro cultivo farmacológico se emplea para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Los principales síntomas son el deterioro cognitivo y la formación de placas seniles compuestas de beta-amiloide (Aß) en el cerebro de los pacientes. Por lo tanto, el tratamiento de la enfermedad se centra en la eliminación de Aß. Se desarrolló una vacuna comestible para aumentar la inmunidad intestinal. Actualmente no existen informes publicados sobre el impacto ecológico y sobre la salud de la producción de esta vacuna oral en campos abiertos.

Para el tratamiento de enfermedades alérgicas crónicas, como el asma bronquial y la rinitis, se utilizan distintos productos biológicos para inducir la tolerancia oral a los alergenos, como los producidos por los ácaros del polvo doméstico. Estos alergenos son la principal causa de estas enfermedades. La tolerancia oral a esta respuesta inmune que implica a los linfocitos T debe implicar una reducción específica a los antígenos encontrados previamente por vía oral. La tolerancia oral se ha demostrado en numerosas especies, incluyendo seres humanos y ratones, y se puede lograr con distintos antígenos. Los ácaros del polvo presentan glicoproteínas termolábiles ácidas que están presentes en sus heces. Para aumentar aún más la inmunogenicidad de esta terapia, los investigadores utilizan el mecanismo natural de las plantas hospedantes. Las semillas de varias plantas contienen sustancias proteínicas que funcionan como lugares de almacenamiento de proteínas y son resistentes a la digestión proteolítica. La bioencapsulación de alergenos en estos lugares es una estrategia para aumentar la inmonogenicidad de alergenos para la inmunoterapia oral. Sin embargo, la inclusión de un antígeno para el cual ya ha sido establecida su tolerancia oral, tales como el tratamiento previo para la alergia al arroz, puede conducir a la inhibición de las respuestas a otros antígenos no relacionados con la vacuna. Este fenómeno se conoce como “supresión espectador”. La inducción de la supresión espectador (bystander suppression) se ha demostrado en múltiples enfermedades alérgicas, pero también se ha demostrado que aumenta la susceptibilidad a la infección por la inhibición en la producción de anticuerpos. El efecto de la vacuna contra la alergia era específico para un antígeno porque los niveles de IgE específico e IgG en ratones inmunizados con antígenos no relacionados con las semillas de arroz transgénico no se vieron afectados por la vacunación oral con arroz contra las alergias producidas por el ácaro. La vacunación oral mediante semillas de arroz ilustra varios de los problemas involucrados en la producción de semillas para obtención de vacunas orales, incluyendo la tolerancia oral en el caso de que la población humana esté expuesta a las semillas transgénicas que contienen antígenos que llevan a la supresión inmune. Lo más peligroso es el uso que de un alimento básico hacen miles de millones de personas en todo el mundo.

A pesar de las preocupaciones de contaminación genética, las semillas de maíz que producen la enterotoxina termolábil de E. coli (LT.B) en las semillas de maíz, ha sido aprobado para realizar pruebas a campo abierto en Iowa. La evaluación recogida en la Ley de Política Ambiental no tuvo en cuenta para conceder la realización de pruebas a campo abierto el hecho de que las abejas pueden propagar el polen transgénico, mientras que aves y mamíferos, junto con los descuidos en el transporte, puede contaminar la cadena alimentaria humana con LT-B y sin duda es una amenaza para la alimentación humana en el estado de Iowa. Por otra parte, no se ha redactado ningún informe sobre la conveniencia o no del antígeno LT-B producido en el maíz sea la causa de la supresión espectador, que se asocia con frecuencia a las vacunas sujetas a tolerancia oral (ver arriba).

Se han hecho numerosos estudios y ensayos de campo con semillas utilizadas como vacunas orales y los resultados son los de los típicos estudios y ensayos de campo.

Sistemas de expresión transitoria

Los sistemas de expresión transitoria se crean en los virus de plantas como Agrobacterium. Los métodos de expresión transitoria son capaces de producir niveles más altos de proteínas recombinantes que modificaciones genéticas permanentes, porque muchas copias de los genes recombinantes están activos en cada célula de la planta. Magnifection (una nueva plataforma para la expresión de vacunas recombinantes en plantas) implica el uso de vectores transgénicos de virus de plantas para transformar las cepas de Agrobacterium, que es lo que permite infectar a la planta de cultivo en un vacío ligero. El uso combinado de Agrobacterium y los vectores virales de las plantas, resulta en una gran cantidad de partículas virales de ARN recombinante que entran en las células de la planta. Estos virus de ARN recombinante producen epigenéticamente altos niveles de proteínas recombinantes en pocos días, para luego reducirse. Las plantas de cultivo transfectadas por el virus modificado se utilizan solamente una vez, no dejando ninguna huella en el medio, al menos eso es lo que afirman. El proceso consiste en la infiltración en vacío en las plantas enteras de suspensiones diluidas de agrobacterias que llevan replicones T-ADN (Un replicón es una molécula circular de ADN, que inicia el ciclo de replicación, controla la frecuencia de eventos de iniciación de la replicación, segrega el cromosoma replicado a la célula hija y ordena la producción de componentes estructurales de la célula. Fuente: Wikipedia) que codifican ARN. Las bacterias proporcionan la infección y el movimiento sistemático en toda la planta, mientras que el vector viral proporciona la propagación a corta distancia, la amplificación y la expresión a alto nivel. La velocidad del proceso es tal que de unos miligramos se obtienen unos gramos de proteína recombinante en 3 a 4 semanas, obteniéndose hasta 100 kg en menos de un año. La expresión transitoria proporciona proteína recombinante en un 40% de las proteínas totales de la célula. El proceso es relativamente barato, debido a la velocidad de producción y al alto rendimiento de las proteínas recombinantes que simplifican la purificación. Todo el proceso puede realizarse en un invernadero. Un invernadero de una hectárea puede producir 500 kg de proteína recombinante en un año. Los anteriores vectores virales requerían un espacio diez mil veces mayor. La velocidad a la que grandes cantidades de proteínas recombinantes pueden ser producidas significa que las proteínas recombinantes pueden ser hechas a medida para las enfermedades de los individuos (véase Magnifection Safe Pharming or Doomsday Device, SiS 42).

 Sin embargo, es imperativo que se aplican las más estrictas medidas de contención ante la utilización de estos sistema transitorios. El invernadero debe estar cerrado, no sólo contra insectos y roedores, sino también equipado con filtros de aire que eviten que partículas del virus escapen. De lo contrario, se podría crear y difundir enfermedades catastróficas a las plantas y animales. De hecho, algunos de los numerosos sistemas transitorios que se emplean son peligrosos patógenos para humanos y animales. Filovirus (Ebola y Marburg) que causa fiebre hemorrágica severa y a menudo fatal en humanos y primates. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos clasifica al virus Ebola como categoría A dentro de los agentes patógenos ( se define como un riesgo para la seguridad nacional como agente utilizado en bioterrorismo), Para generar una vacuna contra él, un sistema de replicón gemiviral se utilizó para producir un complejo inmune de Ebola (EIC) en una especie relacionada con el tabaco, Nicotiana benthamiana. Este EIC induce una respuesta inmune mediante la fusión de la glicoproteína GP1 del virus Ebola que provoca la infección viral. La vacuna consiste en la fusión de esta glicoproteína GP1 con los anticuerpos monoclonales, que se unen específicamente a un epítopo lineal de GP1. (Un epítopo o determinante antigénico es la porción de una macromolécula que es reconocida por el sistema inmunitario, específicamente la secuencia específica al que se unen los anticuerpos,1 receptores de las células B o de células T. Wikipedia). Esta fusión con la proteína GP1 permite a las inmunoglobulinas individuales unirse entre sí para formar el complejo inmune de Ebola, que induce una elevada respuesta inmune cuando se utiliza como vacuna. La vacunación por vía subcutánea en ratones con el complejo inmune purificado produce anticuerpos en niveles comparables a los obtenidos con la glicoproteína GP1 con partículas similares al virus. Grandes cantidades de esta vacuna se pueden producir con el sistema transitorio en poco tiempo.

Para evaluar la calidad de los anticuerpos obtenidos a altos niveles en las plantas, el anticuerpo monoclónico del VIH humano, 2G12, fue expresado y caracterizado en dos sistemas: tanto para reproducir como no reproducir versiones suprimidas del virus del mosaico de la judía (CPMV), ARN-2. La más alta producción (en el tejido de la hoja con un peso de aproximadamente 100 mg/Kg) de 2G12 fue obtenida cuando el sistema CPMV-HT fue utilizado ( HT es un potenciador general de la expresión de las proteínas en las plantas), y el anticuerpo fue retenido en el retículo endoplásmico (ER). El sistema de no reproducción se basa en un virus del mosaico del caupí RNA-2, y la mayor expresión se puede obtener mediante la transformación transitoria por Agrobacterium. Este sistema de no reproducción contiene el virus, peor no impide al Agrobacterium modificado contaminar el ambiente. El anticuerpo de VIH producido en fábricas resultó equivalente al anticuerpo producido en células animales. El análisis mediante espectometría de masas mostró que el modelo de glicosilación de la proteína transgénica estaba determinado exclusivamente si el anticuerpo fue retenido en el retículo endoplásmico y dependiendo de si se utilizaban los sistemas de reproducción o no.

Para mejorar aún más el rendimiento de la proteína heteróloga de las plantas de tabaco, la expresión transitoria y estable de las cuatro proteínas recombinantes (por ejemplo, la eritropoyetina humana y la interleucina-10, un anticuerpo frente a Pseudomonas aeruginosa, y una a-amilasa hipertermoestable) se evaluó en numerosas especies y cultivos de Nicotiana. De las 52 variedades evaluadas de Nicotiana, la Nicotiana tabacum (cv. I-64) produce la mayor concentración transitoria de proteínas recombinantes, además de producir una gran cantidad de biomasa y una cantidad relativamente baja de alcaloides, por lo que es la planta huésped más eficaz para obtener proteínas recombinantes. El tabaco se ha demostrado ser la planta más eficaz para la producción de proteínas recombinantes expresadas de forma transitoria.

Los sistemas de expresión transitoria está demostrado son atractivos por la velocidad de producción, costo de producción relativamente bajo y ausencia de impacto ambiental adverso, siempre que se realice una contención estricta.
 
Producción en los cloroplastos
Los transgenes que se expresan en los cloroplastos han llamado la atención de los investigadores ya que no se corre el peligro de extenderse a las poblaciones silvestres a través del polen. Los científicos están utilizando esta estrategia para desarrollar vacunas para enfermedades como la malaria y el cáncer cervical.

La Ingeniería Genética en los gránulos de almidón para la producción de una vacuna contra la malaria contiene antígenos de plasmodios y el alga candidata es el alga verde unicelular Chlamydomonas reinhardtii. Los dominios de C-terminal (también conocido como carboxilo terminal) del antígeno apical mayor (AMA1) de Plasmodium berghei se fusionaron con la sintasa del gránulo de almidón de las algas (GBSS). Los peptidos se expresan eficientemente y se almacenan en los cloroplastos. Los ratones fueron inyectados con las partículas de almidón obtenidas mediante Ingeniería Genética y el adyuvante de Freund, o alimentados con partículas obtenidas mediante Ingeniería, conjuntamente con el adyuvante de la mucosa, la subunidad B de la enterotoxina termolábil (LTB) derivada de E. coli y luego introducido por vía intraperitoneal con una inoculación letal del parásito de la malaria, P. berghei. Ambas estrategias experimentales consiguieron una considerable reducción de la parasitemia ( parásitos que circulan por la sangre) con un alargamiento de la vida, incluso la cura completa. En el caso de la vacuna ligada al almidón, los sueros inmunes o inmunoglobulina purificada G de ratones inmunizados con el almidón produjo una inhibición del desarrollo asexual intraeritrocítico de las especies de Plasmodium más mortales para los humanos.

El virus del papiloma humano (VPH) produce cáncer cervical, que actualmente se trata con vacunas basadas en partículas similares al virus (VLP). Sin embargo, estas vacunas no están disponibles en todos los países en desarrollo, entre otras causas por su elevado precio, y también existen serias dudas sobre la eficacia y seguridad de las mismas (The HPV Vaccine Controversy, SiS 41), que aún no han sido resueltas. Como alternativa a la vacuna VLPO, los capsómeros han demostrado una alta capacidad inmunogénica y pueden ser utilizados como una vacuna. Los capsómeros forman la superficie externa de la partícula viral. Además el acoplamiento de la subunidad B de la enterotoxina termolábil de E. coli como adyuvante a un antígeno puede aumentar su inmonogenicidad y reducir los costos relacionados al introducir la administración de adyuvantes. Dos proteínas pentaméricas: la modificada VPH-16 L1 (L1_2xCysM) y LTB, una proteína de fusión, se expresaron en los cloroplastos de la planta del tabaco. El análisis de los western blot ( inmunotransferencia de proteínas) mostraron que la proteína de fusión LTB-L1 se expresa adecuadamente en los plástidos y la proteína recombinante se estima que se acumula hasta en un 2% de la proteína soluble total. Sin embargo, todas las líneas transplastómicas mostraron clorosis, esterilidad masculina y retraso en el crecimiento, que persistió en las cuatro generaciones siguientes. Sin embargo, las plantas alcanzaron la madurez y produjeron semillas al polinizar plantas silvestres.

La producción de productos farmacéuticos en los cloroplastos se ha utilizado como una manera de limitar la propagación de los cultivos transgénicos farmacológicos. Como muestra este estudio, la transformación del cloroplasto puede producir efectos secundarios tóxicos en la planta transformada. A pesar de estos efectos secundarios tóxicos, las plantas de tabaco producen grandes cantidades de péptidos para su uso como vacunas.

Hemos refutado el dogma que proclama que la modificación genética de los cloroplastos supone una contención de los transgenes. Los cloroplastos de muchas especies de plantas se transmiten a través del polen, mientras que otros transmiten tanto los cloroplastos como el óvulo. Incluso la transmisión del cloroplasto por vía estrictamente materna se transmite a través del polen en condiciones de estrés (véase Molecular Pharming by Chloroplast Transformation, SiS 27).

Conclusión

Entre los años 1991 a 2011 se han desarrollado 101 pruebas en campo abierto para la producción de proteínas de uso farmacéutico en cultivos modificados genéticamente, en los Estados Unidos. Un maíz modificado modificado se utilizó en 51 ensayos; arroz modificado en 21, tabaco modificado fue empleado en 18 ensayos, el cártamo en tres, el tomate modificado en un ensayo, la colza en otro, la alfalfa en uno y el virus del mosaico del tabaco en seis ensayos…El impacto ambiental de la mayoría de estos cultivos modificados no ha sido evaluado de forma independiente, ya que su proceso de desarrollo está sujeto a los secretos comerciales. Sin embargo, en el caso de aquellos en los que sí se ha realizado estudios de impacto ambiental, los requisitos de seguridad parecían ser muy primitivos y en la mayoría de los casos ineficaces. Hay que evaluar el nivel de contaminación del maíz de los Estados Unidos y de los cultivos de arroz con genes y proteínas procedentes de los cultivos ensayados sin ninguna precaución.

La producción de fármacos parece ser menos peligroso si se realiza mediante sistemas de expresión transitoria contenidos en invernaderos. Pero tienen que ser a pruebas de virus, insectos y roedores. La producción de productos farmacéuticos teniendo como base las semillas se puede realizar con seguridad en los invernaderos para prevenir la liberación de polen y semillas ( y por lo tanto deben estar a prueba de insectos y roedores), pero no en campo abierto. El uso de cultivos para alimentación o cultivos forrajeros, como el maíz y el arroz, a campo abierto es una locura. Además la transferencia horizontal de los genes de los productos farmacéuticos requiere una extrema precaución (GM DNA Does Jump Species, SiS 47).

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Japón: Navidad en la zona de radiación

por Chris Williams, 28 de diciembre de 2011 

http://dissidentvoice.org/2011/12/christmas-in-the-radiation-zone/


Es lo primero que se nota: un color naranja eléctrico, los deliciosos y maduros hoshigaki (es un tipo de caqui) cuelgas de las ramas. Cuando vamos en coche desde Fukushima a Soma, en la costa nordeste del país, pasamos por lugares donde los árboles de caqui puntean el paisaje, todos cargados de fruta, lista para su cosecha. Pero este año, los caquis de la prefectura de Fukushima permanecerán en el árbol. Se los deja generosamente a los descomponedores microbianos, siendo un recuerdo silencioso de la amenaza lenta pero de gran alcance del accidente nuclear.

Desde el 11 de marzo, las personas que viven en la zona, expertas en la agricultura de esta región verde y fértil, han añadido a sus conocimientos lo que supone la radiación, y los caquis son considerados inseguros, ya que han sido irradiados por los vertidos de la planta accidentada de Fukushima Daiichi, a 25 kilómetros al sur de aquí. Me han dicho que los frutos secos, una especialidad local, tienen niveles muy altos de contaminación radiactiva.

A medida que viajábamos a través de las brillantes montañas miraba los valores del dosímetro que llevábamos colgando del espejo retrovisor y empezó a pitar de forma alarmante. Llegamos al lugar donde se encontraba un campamento de verano para niños, en silencio nos entregaron una mascarilla facial, mientras continuaba el sonido siniestro del aparato que marcaba lecturas por encima de 1 micro-sievert por hora, corroborado por un segundo dosímetro para verificar la calibración. Luego pasamos por un incinerador local donde se quemaba la basura, y de nuevo altos niveles de radiación.
Antes limitado a las instalaciones nucleares y a los laboratorios de las universidades, las gentes de la prefectura de Fukushima se han convertido en radiólogos aficionados, siguiendo la radiación de un lugar a otro, ya que el viento y la lluvia de forma aleatoria la traslada por el paisaje local.

Están preocupados y enfadados porque no han recibido adecuada información por parte del Gobierno japonés sobre la amenaza de la radiación y porque quieren que el Gobierno evacúe las zonas más afectadas, de modo que el pueblo de Fukushima ha tenido que tenido que tomar sus propias medidas. El reciente informe provisional publicado por el Gobierno sobre las causas y las lecciones de la catástrofe de Fukushima pone de manifiesto lo mal que se informó: “Se retrasó la información pública sobre asunto tan urgente, los comunicados de prensa fueron censurados, y las explicaciones muy ambiguas. Independientemente de las razones que hubiera para actuar de tal manera, era precisa una rápida comunicación en este caso de emergencia”. 

De acuerdo con la gente de Fukushima, esta tendencia continúa, sobre todo ahora que el primer ministro Noda anunció que la crisis nuclear ya se había resuelto.

En la ciudad de Fukushima, la gente se organiza y protege a sí misma. Es una experiencia un tanto surrealista, ya que me dirijo a una de las mecas del consumismo, que es una característica de cada ciudad. Pero en lugar de ir de compras a un centro comercial me llevan a una reciente estación de medición de radiactividad. En el interior están las zapatillas perfectamente ordenadas, y veo juguetes para los niños y una pizarra. Detrás del mostrador hay un equipo para comprobar los niveles de radiación de la comida, así como un contador de cuerpo entero, donde los niños y los adultos verifican todos los días los niveles de radiación de su cuerpo. Está dirigido casi en su totalidad por voluntarios que han recibido una formación sobre salud radiológica de una ONG francesa y lo puede usar cualquier persona por debajo de los 20 años de edad.

Al entrar en un edificio de apartamentos de la ciudad de Fukushima, en contraste con lo que se encontraba otras veces, veo escrito a mano en las columnas los niveles de radiación que se publican. Los datos recogidos cada siete días en la zona circundante muestran los niveles fluctuantes de la radiación, y las lecturas especialmente altas se rodean en rojo.

Han sido evacuadas las vacas, pero al parecer más allá de la zona de evacuación obligatoria de 20 kilómetros donde se considera que es seguro para los seres humanos, incluso para los niños y muchachos. Hiroyuki, que se ha convertido en un activista de la salud pública, evacuó a su esposa e hija de cuatro años de edad a Tokio, y después a Kyoto. Ahora sólo les ve una vez al mes, y se ha quedado para asegurarse de que los Gobiernos nacional y regional asumen los riesgos para la salud de las personas que viven aquí. Forma parte de una campaña cada vez más amplia que se ha organizado en Fukushima para salvar a los niños de la radiación, para que el Gobierno cambie sus directrices sobre radiación, para que se evacúen a las personas con altos niveles de radiación, y para proporcionar apoyo a las personas que voluntariamente quieran ser evacuadas.

La radiación emitida por los tres reactores gravemente dañados, que han sufrido explosiones y colapsos en el complejo de Fukushima Daiichi, se ha extendido por todas partes. Además de la evacuación de las personas que vivían en un radio de 20 kilómetros en torno a la central, el Gobierno ha elevado la radiación admisible en veinte veces, desde 1mSv/año, cifra reconocida internacionalmente, a 20. Esto significa que cualquier lugar que esté por encima de 0,6 micro-sieverts/hora, cantidad limitada a personas que trabajan en “áreas controladas radiológicamente”, ya no es motivo de evacuación, con lo cual desciende en número de personas que debieran de ser evacuadas.

A pesar de que se dice que los centros de evacuación de emergencia son temporales, es probable que miles de personas de las 110.000 evacuadas, en particular de los alrededores de Fukushima Daiichi y por donde el viento extendió la nube radiactiva, nunca podrán volver a sus hogares debido a la larga vida media de los radioisótopos que contaminaron el suelo, el agua y los alimentos. De hecho, el informe provisional concluye diciendo que “teniendo en cuenta que muchas personas estarán obligadas a pasar su vida en centros de evacuación por un período largo de tiempo, que sufren de contaminación por radiación o el miedo a la exposición, al aire contaminado, los suelos, el agua y los alimentos”. 

Incluso antes de que se publicase el Informe, algunas personas que he conocido se refieren a sí misma como la “diáspora de Fukushima”, en lugar de llamarse evacuados, porque creen que jamás podrán volver a su tierra.

Llegamos a la pequeña comunidad de Isobe, que se encuentra en la costa. O por lo menos, lo que queda de Isobe. Nos hemos reunido con Toshiko Kooriki en su nueva vivienda temporal, junto a otras hileras de viviendas prefabricadas. Nos lleva a que veamos lo que queda de su antigua casa, que sobresale un par de metros sobre un paisaje lunar árido, que una vez fue una pequeña comunidad formada por 400 familias, pero que el maremoto arrasó. Nos señala las diferentes salas y nos dice que viene aquí de vez en cuando y llora.

Japón es tierra de contrastes, y así lo comprobamos cuando nos encontramos con Hatsumi Terashima, un pescador de 54 años, aunque ya no lo sea. Nos relata la experiencia del tsunami, y nos muestra todo lo que queda de su casa: una planicie de barro en cuyo fondo se encuentra el pueblo que fue. Perdió a sus nietos, a su hijo, a la esposa de su hijo y a su suegra.

 
Inmediatamente después de producirse el terremoto, se encontraba ordenado las cosas cuando el tsunami llegó. Se decía en Isobe que nunca un tsunami podría llegar hasta aquí. En su incredulidad vio como una oscura pared de agua se precipitaba hacia él y lo arrastró durante tres kilómetros tierra dentro. Se fracturó la rodilla, pero una cuerda lo enredó y lo sujeto, a diferencia de los otros cinco miembros de su familia que se encuentran entre los 264 desaparecidos. Pero no se puede pescar porque el mar tiene altos niveles de radiactividad. Pesa su tiempo cerca del mar, viendo los escombros y otros desechos dejando por la aplastante fuerza del tsunami.

Iatate, una ciudad directamente afectada durante la trayectoria de la columna de material radiactivo, pero fuera de la zona de exclusión de 20 kilómetros, ha sido evacuada como zona de alta radiación. Sin embargo, esto se hizo después de que se produjesen la mayor parte de los vertidos radiactivos, ya que la red de alerta temprana, sistema de seguridad instalado por el Gobierno, y creada específicamente para este propósito, dejó de funcionar debido a “rotura de los enlaces de comunicación debido al terremoto y el sistema de detección no pudo recibir la información de los datos de elevada radiactividad”.

Mientras que este sistema (SPEEDI) pudo haber proporcionado algunos datos cruciales y hubiese ayudado a una rápida evacuación para que las personas no hubiesen estado expuestas a nivel tan alto de radiación, tampoco les llegó información por parte de las autoridades locales porque

El servicio de Respuesta de Emergencia Nuclear (NERHQ) no funcionó, ante lo cual la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) debería haber proporcionado los datos de SPEEDI a la población. Pero a ninguno de ellos se le ocurrió dar esta información. El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, el Ministerio que tiene competencias en el sistema SPEEDI, tampoco proporcionó la información, bien directamente o través de otro servicio del Gobierno. 

A medida que pasamos a través de Iatate en nuestro camino de regreso a Soma, vemos que el pueblo está en silencio y en la oscuridad. Las únicas luces son las de las farolas y las de la residencia de ancianos que sigue ocupada, ya que son demasiado viejos y vulnerables para desplazarse a otro lugar seguro. El cuidado de los ancianos se lleva a cabo por rotaciones estrictas entre los trabajadores.

Nos detenemos en la escuela secundaria de la ciudad. En el interior del coche las mediciones indican de 0,14 a 1,8 microsieverts por hora. Salimos fuera y dejamos los contadores Geiger en el suelo, subiendo los valores a 6 microsievert/hora.

A pesar de la devastación y de la pérdida de vidas humanas causada por el terremoto y el tsunami, la gente que conozco de la prefectura de Fukushima, en lugar de hablar de aquellos acontecimientos, habla de los niveles de radiación y cómo su tierra está contaminada por un peligro invisible y permanente, la gente está temerosa aunque el Gobierno trate de convencerlos de que es seguro.

Japón se describe a menudo en el extranjero como el país más capaz para hacer frente a un accidente nuclear. Sin embargo, de la lectura del Informe provisional del Gobierno se deduce que los organismos responsables de la planificación de emergencia se basaban en supuestos falsos, que llevó a cometer muchos errores en el momento en el que aumentó la gravedad de la crisis y las personas estuvieron expuestas a la radiación. Los errores se cometieron en la propia planta nuclear, así como fallos en la comunicación y falta general de planificación. Se es muy crítico con el plan de emergencias, la actuación de TEPCO y el uso indebido de la red de alerta temprana SPEEDI.

Junto a otras muchas deficiencias en la respuesta operativa y de emergencia, de acuerdo con el informe de calificación de NISA, ni siquiera se envió a la sede de TEPCO una petición de información para dar cuenta de forma eficaz al Primer Ministro del país, a pesar de que TEPCO se encuentra muy cerca de las oficinas de NISA. Después del accidente en el Golfo de México en la planta petrolífera de BP, las medidas que se exigieron a TEPCO para proteger sus plantas nucleares de los tsunamis fueron voluntarias, que por supuesto, al ser una entidad con ánimo de lucro y no de seguridad, no las tomó: “TEPCO no aplicó las medidas contra tsunamis como parte de la Hoja de Ruta de Gestión de Accidentes (AM). Su preparación en caso de accidente, tales como daños graves en el núcleo de un reactor como consecuencias de desastres naturales fueron muy deficientes”. 

En una sociedad dominada por los hombres -sólo el 10% del Parlamento Japonés está formado por mujeres- hay un fuerte liderazgo femenino en el movimiento contra el Gobierno y la utilización de la energía nuclear, fácilmente perceptible. En una de las muchas reuniones que se organizan sobre la radiación y la evacuación de los niños, hablé con un grupo de mujeres que han decidido quedarse para preservar la estabilidad familiar, y he visto que reina ira contra el Gobierno y también miedo por las consecuencias de quedarse.

Una mujer, que sólo se quiso identificar cono Mihonmatsu, por miedo a que se la recriminase por seguir planteando la cuestión de la radiación en la ciudad de Fukushima, mantiene reuniones con personas de confianza para hablar de sus experiencias y planear estrategias. Me muestra los documentos emitidos por el Gobierno y el monitor de radiación. Todos los días tiene que completar de forma detallada los movimientos y los alimentos consumidos por sus hijos, Cuando los haya completado, debe enviarlos al Gobierno para su análisis, junto con el dosímetro que su hija está obligada a llevar en todo momento. Nihonmatsu pregunta: “Si todo es tan seguro como dicen, ¿por qué el Gobierno nos obliga a hacer estas cosas?”. 

Otra mujer, Jinko Mera, que tendrá unos 50 años, asiente con la cabeza: “Siempre tenemos que pensar en la cantidad de radiación que presentan nuestros alimentos. Queremos vivir sin eso. Teníamos los alimentos más saludables en nuestra región, pero no podemos secar caquis, no podemos comer nuestros melocotones, no podemos comer nuestra propia comida”. 

En otra reunión de la organización el día de Navidad, las mujeres debaten sobre si realizar una sentada frente al Ministerio de Economía, Comercio e Industria, el METI, del que la Agencia de Regulación Nuclear Japonesa, NISA, forma parte.

En medio de testimonios y recuerdos, vieron el documental de 1983 en el que se ve a mujeres que ocupan la base de misiles nucleares que Estados Unidos construyó en Greenhan Common, Inglaterra. Una nueva generación de mujeres se inspiran en las canciones y en la lucha colectiva en un tipo diferente de lucha contra la energía nuclear. Quieren que el Gobierno proteja a sus familias de inmediato, pero tampoco quieren que nadie más pase por lo que ellos están pasando. Forman parte de una campaña para que se cierren definitivamente los 54 reactores nucleares y que se erradique definitivamente la energía nuclear de las costas de Japón.


De acuerdo con un reciente informe de Greenpeace de Japón y el Instituto de Políticas de Energía Sostenibles, con sede en Tokio, Japón podría generar el 43% de su energía mediante fuentes renovables para el año 2020, superando el 30% que produce actualmente la energía nuclear ( aunque sólo 6 de los 54 reactores están actualmente en funcionamiento). Con un descenso muy rápido de la población de Japón, se quiere reducir de 125 millones de personas a 100 millones en 2050, el único impedimento para llevar a cabo una política sensata y segura es, por tanto, político.

La reunión de los activistas termina con una intensa emoción y el espíritu de los asistentes se une al entrelazar sus manos y cantar, evocando otro círculo anterior, cuando 30.000 mujeres formaron un anillo alrededor del perímetro de nueve millas en torno a la base de Greenham Common y dijeron: ¡No pasarán!. Cantaron Furosato, una canción japonesa llena de nostalgia y recuerdos:

Algún día, cuando haya hecho lo que me propuse,
voy a volver al lugar donde tenía mi casa.
Exuberantes y verdes son las montañas de mi patria,
puro y claro el agua de mi antigua casa. 

La próxima manifestación de las mujeres de Fukushima ya tiene fecha, el 28 de diciembre, y la gente de Fukushima marchará una vez más.

Chris Williams es un activista que defiende el Medio Ambiente desde hace muchos tiempo. Es autor de Ecología y Socialismo: soluciones a la crisis ecológica del capitalismo. Sus artículos han aparecido en International Socialist Review, The Indypendent Truthout, y Znet. Es profesor de Física en la Universidad de Pace y Presidente del Departamento de Ciencias del Packer Collegiate Institute. Su sitio web es http://www.ecologyandsocialism.org y puede contactar con él : ecologyandsocialism@gmail.com