Mostrando entradas con la etiqueta transgénicos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta transgénicos. Mostrar todas las entradas

Demanda para invalidar las patentes de los transgénicos de Monsanto

Por Rady Ananda, 4 de abril de 2010

Una nueva invención que envenena a las personas… no es una invención que se pueda patentar
-Lowell v. Lewis, 1817
Haití, manifestación contra Monsanto
      •  
Una demanda ha sido presentada el pasado 29 de marzo ante el Tribunal Federal de los Estados Unidos para intentar que se invaliden las patentes de Monsanto sobre las semillas modificadas genéticamente y que se prohíba a que la Corporación pueda presentar demandas por las contaminación de las cosechas por los cultivos transgénicos.
La Fundación Pública de Patentes presentó la demanda con el respaldo de 270.000 personas en nombre de sesenta empresas de productos ecológicos y sostenibles, de asociaciones comerciales, e incluso por parte de miles de agricultores de cultivos ecológicos certificados.

Como en la Historia Judicial se escribió en 1817, para que se pueda patentar, un invento no debe ser perjudicial para el bienestar, debe ser políticamente bueno, y moralmente sano para la sociedad”, nota que aparece en sus párrafos iniciales.

La demanda incluye los estudios que muestran el daño causado por el herbicida Roundup de Monsanto, entre los que se incluyen daños en la placenta humana, linfomas, mielomas, abortos espontáneos en los animales y otros impactos en la salud humana.
Los demandantes también critican a Monsanto por prohibir que se realicen investigaciones independientes de los efectos de sus semillas transgénicas, y de los esfuerzos que realiza para evitar que se etiqueten los alimentos transgénicos. Muchos señalan que presentan reacciones alérgicas a los alimentos transgénicos, los cuales no pueden evitar porque carecen de etiquetas. Las leyes de etiquetaje de transgénicos, actualmente pendientes en 14 estados, remedirían en parte esa situación (Por favor, informe de esta situación a sus representantes políticos)

La demanda también señala de la propaganda que se hace de las semillas transgénicas, diciendo que mejorar la producción y reducen el uso de pesticidas, citando que ocurre lo contrario: menor producción, y uso de una mayor cantidad de pesticidas. También se cita un pleito del año 2010 en Virgina Oeste, después de que varios estudios contradijeran los resultados de producción que afirma Monsanto se consiguen. Y esto a pesar del aumento en la utilización del glifosato – resistente a las supermalas hierbas.

Así que como ya se conoce el daño de las semillas transgénicas, y las promesas de una mayor producción son falsas, las semillas transgénicas no son útiles para la sociedad.
Si el Tribunal reconoce que las semillas transgénicas no cumplen los requisitos de la ley de patentes, la demanda tiene el potencial de que no sean reconocidas las patentes de todas las semillas biotecnológicas, afectando a BASF, Bayer, DuPont, DOW y Singenta, y otros. La contaminación genética de las plantas se produce allí donde son cultivadas las plantas transgénicas, sin importar quién las desarrollase. Ingerir alimentos que presentan ADN contaminado es peligroso, sin tener en cuenta quién los haya contaminado.

Lo que pretende Monsanto es conseguir un monopolio de las semillas. Con una buena documentación, los demandantes indican que “más del 85-90% de toda la soja, el maíz, el algodón, la remolacha y colza cultivados en Estados Unidos contienen genes patentados de Monsanto”. 

Debido a este monopolio, Monsanto ha elevado el precio de las semillas. Las semillas de maíz aumentaron en un 135% y los precios de la soja un 108%, se dice en la demanda. Hace unos años, en 1997, los agricultores invertían del 4 al 8% de sus ingresos en semillas “mientras que en 2009, los plantaron soja transgénica gastaron en torno al 16,4 por ciento de sus ingresos en semillas”. 

Monsanto también ha usado su posición dominante para limitar la competencia de otros fabricantes de herbicidas.

Se incluye un listado de 23 patentes de Monsanto, y los demandantes acusan a la Corporación de intentar un monopolio sobre el campo entero, acaparando las semillas transgénicas:

Aunque el sistema de patente de Estados Unidos permite mejoras sobre inventos ya existentes, no permite a una parte extender su monopolio sobre un campo de invención mediante la recepción de una patente que expira más adelante y no es patentable a diferencia de una patente que ya posee …. 

Monsanto comenzó a aplicar las patentes sobre la tolerancia al glifosato a mediados de 1980. Sus primeras patentes se le concedieron en 1990 y expiran ahora. Monsanto continúa solicitando y presentando patentes sobre la tecnología Roundup Ready desde hace más de dos décadas..

En la adquisición de las patentes de las semillas transgénicas, Monsanto ha extendido de forma inapropiada su periodo de exclusividad de la patente duplicando su propiedad sobre un campo que ya está cubierto por otra patente de Monsanto.

El pleito concluye: “Las patentes de semillas transgénicas de Monsanto son inválidas por violar la prohibición de doble patente”. 

Contaminación genética
Ésta es la madre de todos los argumentos, la que tiene más sentido para los legos. ¿Cómo se atreve Monsanto a demandar a los agricultores que resultan dañados por la contaminación genética de sus cosechas? Esto es similar a un boxeador que demanda por el daño que se ha hecho en su mano después de golpear a una victima involuntaria.
No puede resultar verosímil que los demandantes hayan infringido la patente de semillas que posee Monsanto, ya que a los demandantes se les ha contaminado su campo con los transgénicas de Monsanto, sin ninguna intencionalidad por su parte. 

Monsanto ha confesado que sus productos contaminan las cosechas naturales. Por esta razón cambio recientemente su Acuerdo de Administración de Tecnología, de modo que transfiere la responsabilidad de sus productos a los agricultores que los compran.
La demanda afirma que la contaminación genética supone una infracción que se comete contra la propiedad de aquellos que no quieren semillas transgénicas, causándoles un sustancial daño económico.

Ya se pudo observar esto cuando las semillas transgénicas de Bayer contaminaron los suministros de arroz estadounidense de otros, lo que produjo que la Unión Europea cerrase su mercado al arroz estadounidense. Bayer se ha enfrentado a 6.000 demandas debido a la contaminación y a la pérdida de este mercado. El mes pasado, Bayer perdió un pleito por valor de 137 millones de dólares por los Alimentos Riceland. Y la demanda se dice: “La pérdida económica total debido ( al arroz transgénico en 2006) a la contaminación ha sido estimada de entre 741 millones de dólares a 1.285 millones de dólares”. 

Impacto de la Industria Biotecnológica de Alimentos
La demanda argumenta que debido a que “la contaminación es razonablemente previsible,” Monsanto pierde así sus derechos de patente cada vez que vende sus semillas genéticamente modificadas. Esto no detendría la venta de las semillas, sino que permitiría a los agricultores guardar las semillas de los cultivos transgénicos. Ninguna empresa puede mantenerse en el negocio sin clientes que repiten, especialmente los que gastan millones en investigación y desarrollo. Y, debido a que la contaminación transgénica no se limita a las semillas de Monsanto, todas las compañías biotecnológicas de semillas también se enfrentarían a la pérdida de sus derechos de propiedad intelectual.

Otros daños de la Industria Biotecnológica no se limitan a las semillas de Monsanto o al uso de productos químicos. Para proteger al mundo de la Industria Biotecnológica de alimentos, también se aplica a los animales, y patentar la vida misma debería estar prohibido. Esta demanda podría llevarnos a una prohibición de esa norma legal, con anterioridad a la decisión del Tribunal Supremo, en el año 2001, JEM Ag Supply v. Pioneer Hi-Bred International. Sobre este caso dice Oyez:

Farm Advantage presentó una demanda por nulidad de patentes, con el argumento de que las plantas se reproducen sexualmente, tales como las plantas de maíz de Pioneer, no siendo materia patentable en la sección 101. Farm Advantage sostuvo que la Ley de Patentes Vegetales de 1930 (PPA) y la Ley de Protección de Variedades Vegetales (PVPA) establecen los medios legales exclusivos para proteger la vida de las plantas.
El tribunal no estuvo de acuerdo, y por lo tanto permite las patentes sobre formas de vida que se reproducen sexualmente. Es de destacar que la decisión fue éticamente cuestionada por Clarence Thomas, un ex abogado de Monsanto. Thomas también se negó a retirarse de un caso en 2010 en el que también participaba Monsanto. ((Geertson Seed v Monsanto por contaminación de la alfalfa natural).

Entre los demandantes en el juicio PUBPAT está Navdanya Internacional, encabezada por la Dra. Vandana Shiva, que ha luchado durante mucho tiempo contra la biopiratería. Las patentes genéticas “han desatado una epidemia de piratería de la creatividad de la naturaleza y de milenios de innovación indígena,” escribió Shiva en Navdanya .

La nueva demanda no podía retrasarse, dada la reciente decisión de la USDA de permitir el arroz modificado con genes humanos por Ventria Bioscience. La aprobación lleva a la pregunta: ¿En qué momento se cruza la línea del canibalismo? La Biotecnología y las compañías farmacéuticas han producido varios cientos de ” cultivos farmacéuticos “- alimentos que contienen las vacunas contra una variedad de enfermedades. La FDA y el USDA no pueden ignorar que este sistema no tiene en cuenta la dosis apropiada y específica a la edad de una persona, su peso y condición médica, que es el fundamento mismo de la ciencia farmacéutica.

La Industria Biotecnológica está fuera de control y supone un peligro significativo para las personas y el ambiente. El pleito del PBPAT supone un paso importante para restaurar un sistema de alimentos seguros, sanos y consensuados.

Rady Ananda comenzó su andadura en los blogs en 2004. Sus trabajos han aparecido en varias publicaciones, incluyendo tres libros sobre el fraude electoral. La mayor parte de su carrera la realizó en un bufete de abogados de investigación, y como asistente legal. Se graduó en la Escuela de Agricultura de la Universidad Estatal de Ohio, obteniendo la licenciatura en Recursos Naturales. 

http://dissidentvoice.org/2011/04/lawsuit-to-invalidate-monsanto’s-gmo-patents/#more-31634






Arroz con genes humanos

Por Sean Poulter, 6 de marzo de 2011

La primera cosecha de alimentos modificados genéticamente que presenta genes humanos ya está preparada para su aprobación y comercialización. Este arroz creado en el laboratorio produce algunas de las proteínas humanas que están presentes en el leche materna y en la saliva. Sus desarrolladores de Estados Unidos dicen que podría ser utilizado para tratar a los niños con diarrea, una de las primeras causa de muerte en el Tercer Mundo.

Este arroz es un paso importante en los llamados alimentos Frankenstein: es la primera vez que se mezclan genes de origen humano con los de las plantas. Pero el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ya ha señalado que planea permitir su cultivo comercial.

Los productores de este arroz, Ventria Bioscience (http://www.ventria.com/), con sede en California, han obtenido una aprobación preliminar para cultivar más de 3.000 hectáreas en Kansas. La compañía plantea incluir las proteínas de este arroz en bebidas, postres, yogures y barritas de muesli.

La noticia ha provocado terror entre los críticos de los cultivos transgénicos y entre los consumidores de ambos lados del Atlántico. GeneWatch UK, que vigila los nuevos alimentos transgénicos describió el hecho como muy preocupante. El investigador Becky Price advirtió: “Los riesgos son muy grandes, incluidos para la salud. La gente debiera preocuparse por esto”.

Clare Oxborrow, activista de Amigos de la Tierra, dijo: “La utilización los cultivos alimentarios y los campos como fábricas de medicamentos es un proceso muy preocupante. Si estos cultivos farmacéuticos terminan en el plato de los consumidores, las consecuencias para la salud pueden ser devastadoras. La Industria de la Biotecnología ya ha cometido el error de no prevenir la contaminación de la cadena alimentaria con arroz transgénico. El Gobierno de los Estados Unidos debe prohibir la producción de medicamentos a través de los cultivos alimentarios. También se deben aplicar medidas muy estrictas para evitar que los transgénicos ilegales contaminen nuestros alimentos y se debe garantizar que las empresas de Biotecnología sean las responsables de los daños que causen sus productos”.

En los Estados Unidos, la Union of Concerned Scientists, un grupo de asistencia jurídica, advirtió: “No es sabio producir medicamentos en las plantas del exterior. Se tendría muy poco control sobre la dosis que las personas podrían recibir, y algunos podrían ser alérgicos a estas proteínas”.

La Unión de Consumidores de Norteamérica y el Centro Washingtonbased de Seguridad Alimentaria también se oponen a los planes de Ventria. A parte de los temores a la contaminación, también hay serias preocupaciones éticas acerca de una interferencia con los componentes básicos de la vida. Sin embargo, no hay medios legales ni en gran Bretaña ni en Europa para prohibir estos productos por razones éticas. Las importaciones tendrían que ser aceptadas una vez que hubiesen pasado por las evaluaciones científicas de seguridad.

Este tipo de construcciones es lo que se ha venido temiendo desde hace 10 años, cuando los científicos mostraron que era posible insertar genes de los peces platija en los tomates, con objeto de que soportasen las heladas. Ventria ha producido tres variedades de arroz, cada uno con un gen humano diferente, lo que hace que cada uno de ellos produzca una de las tres proteínas humanas.

Dos de ellas, la lactoferrina y la lisozima, son compuestos que combaten las bacterias que están presentes en la leche materna y la saliva. Los genes, cultivados y copiados en un laboratorio para producir una versión sintética, son colocados dentro bacterias introducidas en las plantas embrionarias de plantas de arroz.

Hasta ahora, las plantas con genes de origen humano estaban limitadas a pequeñas parcelas de ensayo.

Ventria había previsto inicialmente cultivar el arroz en el sur de Missouri, pero el fabricante de cerveza Anheuser_Busch, gran comprador de arroz, amenazó con ampliar la alarma en base a la preocupación por la contaminación y buscando la reacción de los consumidores.

Ahora, la USDA, dice que este arroz no presenta “prácticamente ningún riesgo”, y ha concedido una aprobación preliminar para que pueda cultivarse en Kansas, que no tiene granjas comerciales de arroz.

Ventria también utilizará las instalaciones, equipamientos, almacenamiento y transformación seguros para evitar que las semillas no se mezclen con otros cultivos. La compañía dice que los productos alimenticios con estas proteínas del arroz podrían ayudar a salvar muchas vidas de los dos millones de niños que al año mueren de diarrea y de deshidratación, como consecuencia de las complicaciones. Un estudio reciente en Perú, patrocinado por Ventria, mostró que los niños con diarrea severa se recuperaban un día y medio antes si les fueran prescritas alimentos con estas proteínas.

El arroz también podría ser una importante fuente de ingresos, ya que se les diría a los padres que podrían superarse antes las molestias estomacales de sus hijos.

Ventria, cuyo director ejecutivo es Scott Deeter, dijo ayer:”Tenemos un producto que puede ayudar a los niños a recuperarse más rápidamente”. También dijo que los temores por la seguridad y la contaminación estaban “basados en la percepción, no en la realidad”, dado que la empresa va a tomar todas las precauciones posibles.

El Sr. Deeter dijo que la producción de este arroz ha sido más barato que con otros métodos, lo que ayudaría a que esta terapia fuese más asequible en los países en vías de desarrollo. También exclamó: “Las plantas son fabricadas con materias primas como el sol, el suelo y el agua”.

http://www.dailymail.co.uk/news/article-440302/The-rice-human-genes.html

Noticia relacionada con la anterior:

Silvia Ribeiro: El jardinero infiel

Fabrizio y Jordano, dos de los 140 bebés peruanos que fueron sometidos a un experimento de la empresa Ventria Biosciences con sustancias derivadas de arroz transgénico, muestran alergias desde entonces, según declararon sus madres a la prensa (La República, Perú, 20/7/06).

Según el testimonio de Diana Canessa Garay, madre de 24 años, el año pasado llevó a su bebé de ocho meses al Hospital del Niño, en Lima, con un cuadro de diarrea severa. Una médica le ofreció entonces administrarle un “suero de arroz”, lo que la joven de 24 años aceptó ya que no tenía razones para desconfiar de la “autoridad médica”, y le preocupaba lograr la pronta recuperación de su único hijo. Firmó entonces la autorización que le pedían para poder administrarle el medicamento, sin comprender realmente las consecuencias que podría tener.

Diana no sabía entonces que su hijo, que ahora tiene dos años, pasó a ser objeto de un experimento de una empresa biotecnológica estadunidense que no estaba autorizado en el país sede de la empresa, con sustancias no aprobadas para el consumo en ninguna parte del mundo.

http://firgoa.usc.es/drupal/taxonomy/term/334/all?page=1