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Contaminación de la aguas subterráneas de Cataluña por el herbicida Roundup de Monsanto

Por Sayer Ji, 14 de diciembre de 2011

Activist Post
http://www.greenmedinfo.com/article/glyphosate-despite-its-low-mobility-soils-capable-reaching-groundwater-41-140-groundwater-sa

Un estudio pionero publicado en Annals of Bioanalytical Chemistry el mes pasado, los investigadores han encontrado que el glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup, está presente en las aguas subterráneas en las zonas donde se aplica.

Los investigadores han descubierto que el 41% de las 140 muestras tomadas de aguas subterráneas en Cataluña tenían niveles elevados de este herbicida, lo que indica que contrariamente a lo que afirma el fabricante, este herbicida no se descompone tan rápidamente como dice y se va acumulando en el medio ambiente.

¿Por qué esta contaminación de las aguas subterráneas es un importante hallazgo?


El agua subterránea situada por debajo de la superficie terrestre, suministra a los acuíferos, pozos y manantiales. Si un producto químico como el glifosato puede penetrar en las aguas subterráneas eso quiere decir que es resistente a la biodegradación ( después de todo, está siendo utilizado para matar a algunos seres vivos), siendo inevitable una exposición ambiental significativa para el ser humano.
Tenga en cuenta que el glifosato es considerado por la EPA ( Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) como una sustancia tóxica de Clase III, mortal para un adulto con una dosis de sólo 30 gramos., y está relacionado con más de 20 efectos adversos para la salud según está recogido en la revisión por pares de la literatura biomédica. [http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/03/26/lista-de-estudios-cientificos-sobre-los-efectos-en-la-salud-de-los-transgenicos/]

Este estudio sobre la contaminación de las aguas subterráneas se suma a otro publicado en marzo por la revista Environmental Toxicology and Chemistry, en donde los investigadores encontraron esta sustancia química entre el 60% al 100% de las muestras de aire y de lluvia recogidas, lo que indica que estamos expuestos al glifosato y presente en casi todas partes. Cuando simplemente por respirar somos susceptibles de una exposición al glifosato, entonces podemos estar seguros de que se trata de un problema sin precedentes.

¿Quiénes son los responsables de la contaminación de las aguas subterráneas?


Monsanto es una empresa multinacional de biotecnología agrícola, que actualmente domina el mercado mundial de las semillas genéticamente modificadas, con una cuota de mercado del 90%, solamente en los Estados Unidos. También es el mayor productor mundial del herbicida glifosato, comercializado bajo la marca de Roundup, aunque existen otras marcas comerciales. Si va a consumir maíz o soja, o cualquiera de los diez mil subproductos que se obtienen de ellos, y no tiene el certificado de producto ecológico, se va a encontrar con Monsanto por doble vía: con alimentos modificados genéticamente, los transgénicos, y por otro lado va a estar expuesto a sustancias químicas como el glifosato, ya que todos los alimentos diseñados por Ingeniería Genética por parte de esta empresa, han recibido grandes cantidades de glifosato, y por lo tanto, están presentes en su composición.

¿Es este herbicida de Monsanto el nuevo Agente Naranja?


El herbicida Roundup no es el primer herbicida sistémico fabricado por Monsanto.Monsanto estuvo fabricando el herbicida Agente Naranja, un defoliante, entre 1965 a 1969, siendo utilizado en Vietnam y afectando a la salud de 400.000 personas y de 500.000 niños, que nacieron con defectos congénitos.
La devastación causada por el Agente Naranja estuvo oculta durante muchos años. Y quizás el herbicida Roundup, que tiene como principal ingrediente activo el glifosato, puede causar similar devastación tanto para la salud humana y para el ambiente, manteniendo los ojos cerrados nuestras agencias reguladoras.http://www.greenmedinfo.com/article/glyphosate-despite-its-low-mobility-soils-capable-reaching-groundwater-41-140-groundwater-sa

El glifosato es un disruptor endocrino. Pequeñas cantidades son capaces de afectar a las secreciones hormonales y a los receptores celulares y de señalización. Diversas investigaciones publicadas en The National Library of Medicine señalan 17 reacciones adversas, incluyendo carcinogenicidad, genotoxicidad, neurotoxicidad, hepatotoxicidad y nefrotoxicidad.

Pero lo más preocupante, y que hace que se pueda comprar con el Agente Naranja, son sus propiedades teratogénicas, es decir, su capacidad de causar malformaciones en el feto. [http://www.gmwatch.eu/index.php?option=com_content&view=article&id=12496:reports-images-for-download%20Interview%20in%20English%20and%20Spanish,%20and%20links%20to%20Carrasco%27s%20published%20research%20paper:]

Ya desde 2004 se presentaron pruebas que mostraban los efectos perturbadores en el sistema endocrino y su embriotoxicidad, lo que indica que puede contribuir a producir defectos de nacimiento y un desarrollo fetal anormal.

Ahora que el glifosato se ha encontrado en la mayoría de muestras de aire y agua de lluvia, es probable que esté contaminando los pozos, manantiales y acuíferos, con una exposición no sólo probable sino inevitable.

Comer, respirar, beber….


El principio de precaución, que casi nunca se emplea, dice que si una empresa obtiene un nuevo producto químico como el glifosato, y pretende usarlo comercialmente, tendría que demostrar primero su seguridad para los seres humanos antes de ser liberado al ambiente.

Las investigaciones realizadas en animales muestran claramente que el glifosato es perjudicial, y una prueba más son la gran cantidad de personas que están siendo perjudicadas en su salud por este herbicida.

Monsanto debiera probar la seguridad del mismo en los seres humanos, pero es dudoso que algún día lo haga. Ya hay bastantes investigaciones que prueban el daño producido en animales y no sería ético realizar estudios en personas.

De ahí que se deba aplicar el principio de precaución, necesario para proteger nuestra salud. De este modo no comeríamos, respiraríamos ni beberíamos glifosato hoy en día. En cambio, las empresas químicas utilizan la experimentación animal para determinar qué dosis produce una daño aceptable, y se extrapola y se aplica a la normativa de riesgo toxicológico.

¿ Se tardará mucho tiempo en determinar una exposición acumulativa aceptable, y el origen de misteriosos abortos involuntarios, defectos de nacimiento y graves problemas de desarrollo? ¿O por el contrario hay que seguir escuchando la cantilena de Monsanto, sus investigaciones y a las agencias gubernamentales de regulación, que tienen en nómina a empleados de aquella?
[http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/02/22/los-cientificos-advierten-sobre-la-relacion-entre-un-nuevo-y-peligroso-patogeno-y-roundup-de-monsanto/]

http://www.greenmedinfo.com/article/glyphosate-despite-its-low-mobility-soils-capable-reaching-groundwater-41-140-groundwater-sa

Investigaciones del profesor Andrés Carrasco que muestran relación entre el Roundup y los defectos congénitos



Andrés Carrasco.- Científico argentino que es autor de un reciente informe titulado “Soja transgénica: ¿sostenible?¿responsable?”. Su investigación publicada en agosto de 2010 encontró que el glifosato causaba malformaciones en las ranas y embriones de pollo en dosis muy por debajo de las utilizadas en la práctica agrícola. Carrasco es director del Laboratorio de Embriología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del Consejo Nacional de Investigación Técnica (CONICET), Argentina. En su trabajo de Investigación, publicado en la revista científica Chemical Research in Toxicology, Carrasco extrapola directamente estos resultados a los seres humanos, vinculando el uso de Roundup en los cultivos de soja transgénica RR.

http://www.conadu.org.ar/pdf/Andrés%20Carrasco.pdf
http://uneamfagro.org/phocadownload/taller-glifosato_docs/anexo%201%20martinez.pdf

“Lo que sucede en Argentina es casi un experimento masivo”

Hace dos semanas denunció en Página/12 los efectos devastadores del compuesto herbicida sobre los embriones humanos. Esperaba una reacción, “pero no tan violenta”: fue amenazado, le armaron una campaña de desprestigio y hasta afirmaron que sus investigaciones no existían. Carrasco contesta y renueva sus cargos contra las multinacionales químicas.

Por Darío Aranda
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-124288-2009-05-03.html

Amenazas anónimas, campaña de desprestigio mediáticas y presiones políticas fueron algunas de las consecuencias de un doble pecado, investigar los efectos sanitarios del modelo agropecuario y, más grave aún, animarse a difundirlos. En el segundo piso de la Facultad de Medicina de la UBA trabaja Andrés Carrasco, profesor de embriología, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y director del Laboratorio de Embriología Molecular. Con treinta años de trabajo científico y académico, confirmó hace veinte días el efecto letal del glifosato en embriones, cuya marca comercial más famosa es Roundup, de la multinacional Monsanto. Sabía que vendría una réplica del sector, pero no esperaba que fuera de un calibre tan alto. “No descubrí nada nuevo. Sólo confirmé lo que otros científicos descubrieron”, explica, en su oficina pequeña y luminosa. Pasaron dos semanas complejas, con una campaña de desprestigio que aún no termina. Prefirió el silencio y avanzar en nuevas pruebas. Hasta que pusieron en duda la existencia de su investigación. “Creen que pueden ensuciar fácilmente treinta años de carrera. Son hipócritas, cipayos de las corporaciones, pero tienen miedo. Saben que no pueden tapar el sol con la mano. Hay pruebas científicas y, sobre todo, hay centenares de pueblos que son la prueba viva de la emergencia sanitaria.”


Veinte días atrás, cuando este diario difundió su investigación, ninguna empresa ni medio del sector retomó el tema. Pero tres días después se conoció otro hecho, inesperado: la Asociación de Abogados Ambientalistas presentó un amparo ante la Corte Suprema de Justicia, por el cual solicitó la prohibición de uso y venta hasta tanto no se investiguen sus efectos en la salud y el ambiente. Las empresas encendieron luces amarillas y comenzaron con comunicados, alarmadas por la posible baja de rentabilidad. Cinco días después, el lunes 20, el Ministerio de Defensa prohibió la siembra de soja en sus campos, haciéndose eco del efecto nocivo del agrotóxico. Fue un hecho político inédito, una cartera nacional alertó sobre los males de los agroquímicos. En ese momento, empresas, cámaras del sector, medios de comunicación y operadores políticos declararon el alerta máxima. Nunca antes las multinacionales del agro y sus voceros habían reaccionado tan violentamente. Durante toda la semana montaron una campaña en defensa de los agrotóxicos y, al mismo tiempo, de desprestigio hacia las voces críticas. El temor de los sostenedores de los agronegocios es la prohibición de su agrotóxico más famoso, uno de los químicos emblema del modelo agropecuario actual.
Glifosato, toxicidad y reacciones


¿Esperaba una reacción como la que se dio?


No. Fue una reacción violenta, desmedida y sucia. Sobre todo porque no descubrí nada nuevo, sólo confirmé algo a lo que otros habían llegado por otros caminos. Por eso no entiendo por qué tanto revuelo de las empresas. Hay que recordar que el origen del trabajo se remonta a contactos con comunidades víctimas del uso de agroquímicos. Ellas son la prueba más irrefutable de lo que yo investigué con un sistema y modelo experimental con el trabajo de hace 30 años, y con el cual confirmé que el glifosato es devastador en embriones anfibios; aun en dosis muy por debajo de las usadas en agricultura, ocasiona diversas y numerosas deformaciones.


¿Los resultados son extrapolables a la salud humana?


Los modelos animales de vertebrados que hoy se usan en la investigación embriológica tienen una mecánica del desarrollo embrionario temprano y una regulación genética común. Los resultados deben ser considerados extrapolables cuando un impacto externo los altera. El mundo científico lo sabe, y funcionarios de los ministerios también. Por eso, cuando encontré esas evidencias surgieron dos cuestiones a resolver, cómo seguir la investigación para saber cuál es la mecanística de un efecto que altera la forma normal del embrión, lo cual está en marcha. Y la otra decisión era cómo darla a conocer.


¿Por qué la difusión se transforma en un problema?


Porque no hay canales institucionales confiables que puedan receptar investigaciones de este tipo, con poderosos intereses en contra. Entonces la decisión personal fue hacerla pública, ya que no existe razón de Estado ni intereses económicos de las corporaciones que justifiquen el silencio cuando se trata de la salud pública. Hay que dejarlo claro, cuando se tiene un dato que sólo le interesa a un círculo pequeño, se lo pueden guardar hasta tener ajustado hasta el más mínimo detalle y lo canaliza por medios para ese pequeño círculo. Pero cuando uno demuestra hechos que pueden tener impacto en la salud pública, es obligación darle una difusión urgente y masiva.


¿Es una práctica común dar difusión a un avance científico antes de estar publicado en una revista científica?


Es algo totalmente común. En el país hay instituciones que todos los días difunden sus progresos científicos, que hasta poseen agentes de prensa que difunden los avances; nadie los cuestiona y los medios de comunicación los replican sin preguntar. Difunden progresos, sin papers, sin publicaciones y está muy bien. Pero claro, esas difusiones no afectan intereses de grupos poderosos.


Pero existe una tensión en el ámbito científico sobre cuándo dar a conocer un avance.


La tensión es si la divulgación debería esperar a ser “aprobado” (remarco las comillas porque es todo un tema aparte, que lleva años). Ahora, si la investigación tiene implicancias más allá de lo académico, afecta a la sociedad, el dilema moral es si me lo guardo hasta que termine el más mínimo detalle y mi narcisismo esté satisfecho, o prendo el alerta. Yo decidí dar la alerta, e insisto en que no es nada nuevo, hay antecedentes claros como Robert Belle y Gilles-Eric Seralini, que han hecho estudios con otros modelos, publicados, y con resultados más importantes que los míos. Lo que tendrían que hacer las instituciones, en vez de atacarme, como está sucediendo desde algunos funcionarios y las empresas, es informarse y comenzar a trabajar para remediar lo sucedido.


Las empresas, y los medios, de los agronegocios sostienen que no hay estudios serios.


Hay investigaciones en diversas partes del mundo y son muy serias, como las que acabo de mencionar. Las empresas y sus periodistas empleados descalifican una investigación, pero al mismo tiempo no escuchan la catarata de cuadros médicos palpables en las zonas sojeras; las provincias están plagadas de víctimas de agrotóxicos, pero ahí los diarios no quieren llegar, y mucho menos las empresas responsables. No entiendo por qué mi relato tiene más importancia que el de las Madres de Ituzaingó (barrio de las afueras de Córdoba, emblema de la contaminación con agroquímicos). Los médicos de las provincias están desde hace años denunciando, los campesinos y las barriadas urbanas también. Y queda todo silenciado. Es una evidencia de la realidad y es incontrastable. Yo me inspiré en esa realidad y los resultados son los conocidos. Las empresas del agro, los medios de comunicación, el mundo científico y la dirigencia política son básicamente hipócritas respecto de las consecuencias de los agrotóxicos, protestan y descalifican una simple investigación pero no son capaces de observar las innumerables evidencias médicas y reclamos en Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe.


¿Qué otros trabajos existen?


Belle y Seralini en Francia. También hay trabajos de la Universidad Nacional del Litoral y de investigadores como Alejandro Oliva, de Rosario, que contó con la colaboración del INTA y Federación Agraria. Hay relevamientos de los doctores Rodolfo Páramo (Santa Fe) y Darío Gianfelici (Entre Ríos). No son muchos estudios, pero existen, son serios y están disponibles.


¿Por qué el sector científico no estudia?


Porque no en todo el mundo hay tan enorme cantidad de hectáreas con soja como se da en la Argentina. Hay casi 18 millones de hectáreas. Desde el punto de vista ecotoxicológico, lo que sucede en Argentina es casi un experimento masivo.


Las corporaciones y la ciencia


Se intentó deslegitimar su investigación diciendo que la UBA y el Conicet no sabían de su trabajo.


La UBA y el Conicet son organismos de gestión, no tienen por qué conocer todo lo que hago yo o lo que hacen todos sus investigadores. Está dentro de nuestras facultades definir las líneas de trabajo, investigar y dar a conocer resultados. Es la lógica de la investigación. Por eso yo no tengo que pedir autorización para iniciar una idea o un tema nuevo y ellos no tienen por qué conocerlo, porque la ciencia no funciona con organismos fiscalizadores de los temas que elegimos. Forma parte de la libertad académica, nos movemos por hipótesis, preguntas y desarrollamos investigaciones. También se dijo que el Conicet, como institución, no suscribió a mi investigación. Y es verdad, porque no se lo pedí y no tiene por qué suscribir en el marco de una idea nueva dentro de la amplitud de un proyecto. Es lo que sucede en centenares de investigaciones que se realizan. Que quede claro, el Conicet no tiene responsabilidad sobre mis decisiones. Es una decisión personal, como corresponde, no institucional. Y está dentro de mis facultades. Tampoco se requiere autorización institucional para desarrollar investigaciones, aunque sabemos que algunas son más resistidas que otras.


Son públicos los convenios entre Conicet y la minera Barrick Gold, y también con Monsanto, con la cual hasta contaban con un premio de investigación conjunto (“Animarse a Emprender”). ¿Las investigaciones que pudieran ser críticas con esos sectores son menos bienvenidas que otras?


(Sonríe.) Prefiero no responder.


¿Usted podría investigar para Monsanto?


Desde ya. El Conicet y la UBA lo permiten. Es más, muchos científicos trabajan desde hace años para empresas de biotecnología bajo la figura de asesor-consultor, por la cual el Conicet permite hasta doce horas semanales que sus investigadores provean servicios al sector público o privado.


Se acusa a su investigación de no estar validada en una publicación científica.


Es una chicana barata, de cuarta, que sólo muestra el temor de las empresas. En el mundo científico es sabido que la validación de un trabajo no se da por su publicación en una revista del sector. Es más, los científicos somos testigos de errores e incluso fraudes que se publican en revistas especializadas. Muchas veces se publica algo y luego se demuestra que es erróneo. Y, por otro lado, muchas veces hay investigaciones que no se publican no porque sean malas, sino porque a la revista no le interesa, sea por línea editorial o intereses en juego. Un ejemplo personal: en 1984 descubrimos genes muy importantes para el desarrollo embrionario, genes Hox. Publiqué dos papers en Cell, una de las mejores revistas del mundo, y había quienes creían y quienes no. Tuvieron que pasar años para que la comunidad científica lo validara.


El Laboratorio de Embriología es dependiente del Conicet. ¿Su trabajo tiene que ser validado por el Conicet?


Que por favor quede claro, ni el Conicet ni un comité editorial validan investigaciones, lo que hacen es evaluar la evidencia que uno presenta y juzgan la solidez desde la presentación. No tienen forma de verificar los resultados en forma práctica. La única certeza de una validación se da en que otros investigadores puedan repetir de forma sistemática, y hasta perfeccionada, los resultados de la investigación realizada.
¿Cuándo va a compartir su trabajo para ponerlo a discusión de la comunidad científica?
En breve. Debo terminar algunos ensayos y estará listo. Lo que más quiero es pasárselo a colegas, investigadores que repliquen el trabajo. De hecho ya lo he compartido con pares del país y del exterior. Desde ya que debieran ser estudios independientes, no los provistos por las corporaciones o espacios del Estado a su servicio.


¿Monsanto podría replicarlos?


Si contrata investigadores idóneos, sí. No tengo dudas de que lo hará y todos sabemos a qué resultados llegarán.


¿Cómo continuará la investigación?


Ya confirmamos las malformaciones. Ahora estamos avanzando en conocer cuál es el mecanismo de acción, es un paso más. Como es un trabajo científico, continuaré con el grado de libertad académica de que dispongo, tratando de ver cuáles son las causas mecanísticas y moleculares de las observaciones hechas para publicar los resultados. Aparte del anfibio, que nos sirve de modelo, extenderemos los experimentos a otros modelos de desarrollo embriológico, como aves.


¿Puede suceder que, con estas nuevas pruebas, los resultados difundidos –de malformaciones– no se repitan?


No hay forma. Porque fueron experimentos controlados, en los que fuimos rigurosos. Y, además, porque ya hay evidencia científica que va en ese sentido. Por eso, insisto, no descubrimos nada nuevo. Yo llegué a un resultado y creo en él. Si la comunidad científica llega a otra conclusión, bienvenido sea. El centro del problema no debiera ser esta investigación. Sería querer tapar el sol con la mano. Yo sólo aporté un punto más a la discusión. Pero hay sectores que quieren cerrarla, ni siquiera por convencimiento ideológico, sólo por conveniencia económica.


Se acusa a su trabajo de usar un método erróneo con el glifosato, y que por eso los resultados son devastadores: que las concentraciones de la experimentación nunca son las que eventualmente podría recibir un humano al ser aplicado en el campo. Hubo quien mencionó que “si ponemos gasoil en el vaso de leche, claro que ocasionará intoxicaciones, y no por eso se prohibirá el combustible”.


Ese tipo de afirmación tienen varias facetas. Por un lado, muestra desconocimiento biológico, lo cual es entendible para quien no se dedica a esta rama de la ciencia. Pero, en boca de los voceros de las corporaciones, también muestra una intencionalidad lejana a la inocencia, con intenciones de desprestigiar una estrategia de análisis mundialmente aceptada. Entonces sí me parece una comparación poco seria, maliciosa e hipócrita. Es sabido, tanto en la comunidad científica como en el sector agropecuario, que la aspersión del herbicida afecta ecosistemas, operando directa o indirectamente sobre insectos y otras especies animales cuando se ponen en contacto con el herbicida. O sea que además de células vegetales, también afectan organismos compuestos por células animales. Nuestros experimentos alertan que tanto el cóctel comercial como la droga pura en células animales generan alteraciones del desarrollo embrionario. Por lo tanto el glifosato dentro de la célula embrionaria altera el funcionamiento celular, tal como sucede en las células vegetales de las malezas. Por otra parte, ya está probado que los herbicidas se trasladan por la acción del viento. Es una prueba de la realidad, incontrastable, el padecimiento de familias de campos linderos y de barrios cercanos a las fumigaciones. Por lo tanto, el glifosato puede atravesar barreras respiratorias y/o placentarias y entrar a las células embrionarias, incluso existen avances científicos en esa dirección, como también existen registros de glifosato y de sus posibles metabolitos presentes en mujeres embarazadas. Esto podría correlacionarse con potenciales efectos malformativos. Por lo tanto, desentrañar si el glifosato puro inyectado tiene efectos sobre el comportamiento de células embrionarias animales durante el desarrollo era ineludible en una estrategia experimental correcta, e insisto que utilicé una estrategia de análisis clásica de la investigación científica.


¿Cree que hay que prohibir el glifosato?


En mi trabajo yo no planteo eso. Y no es de mi competencia proponer una medida de ese tipo. Lo único que afirmo, respaldado en 30 años de estudio en la regulación genética embrionaria, es que este producto genera alteraciones en el desarrollo, estoy seguro de eso.


Sus resultados no se corresponden con la clasificación del Senasa o las recomendaciones de la Secretaría de Agricultura.


Es un claro problema de ellos, que lo clasifican como de baja toxicidad. Todo lo contrario de lo que afirman estudios diversos, que confirman la alteración de mecanismos celulares y, sobre todo, contrario a lo que padecen familias de una decena de provincias. Es de locos pensar que no pasa nada.

Imágenes:
http://www.gmwatch.eu/index.php?option=com_content&view=article&id=12496:reports-images-for-download
Interview in English and Spanish, and links to Carrasco’s published research paper:

El glifosato contamina el aire, la lluvia, los ríos


Por Rady Ananda, 29 de agosto de 2011


 

Dos nuevos estudios realizados por el Servicio Geológico de Estados Unidos revelan la difusión generalizada de los biocidas, tales como el glifosato, utilizado principalmente como herbicida de los cultivos modificados genéticamente.

Utilizado en las formulaciones de Monsanto, Bayer, Wow y otros, el glifosato se ha relacionado con abortos espontáneos en el ganado, con defectos de nacimiento en los seres humanos, con la nuevas resistencias desarrolladas por los insectos y las malezas.

A principios de agosto, el Dr. Mercola decía:

Un primer informe se publicó recientemente sobre los niveles de glifosato en el ambiente y sus principales productos de degradación, tales como el ácido aminometilfosfónico (AMPA), en el aire y el agua de lluvia. El glifosato es el herbicida más utilizado en los Estados Unidos.

Semanalmente se recogieron partículas del aire y del agua de lluvia durante dos temporadas de cultivo en las zonas agrícolas de Mississippi y Texas. De agua de lluvia también se recogieron muestras en Indiana. La frecuencia de detección del glifosato fue de entre el 60 al 100%, tanto en el aire como en el agua de lluvia”. 

Algo después del informe de Mercola, el Servicio Geológico de Estados Unidos publicaba un comunicado de prensa:

El glifosato se utiliza en casi todas las zonas agrícolas y urbanas de Estados Unidos. Donde se hace un mayor uso del glifosato es en la cuenca del río Mississippi, donde se utiliza principalmente para el control de las malas hierbas en el maíz modificado genéticamente, en la soja y el algodón. El uso agrícola del glifosato ha aumentado desde las 11.000 toneladas en 1992 a las 88.000 toneladas en 2007.

Aunque el glifosato es el herbicida más ampliamente utilizado en todo el mundo, sabemos muy poco sobre sus efectos a largo plazo en el medio ambiente”, dice Paul Capel, químico del Servicio Geológico y autor de este estudio. “Este estudio es uno de los primeros en registrar la presencia constante de este producto en los ríos, el agua de lluvia y el aire a lo largo de toda una temporada de cultivo. Esta es una información crucial para que la gestión de esta sustancia química esté mejor enfocada”. 

La Agencia de Protección Ambiental, la USDA y la FDA siguen permitiendo que la tierra, el aire y el agua se sigan contaminando por productos agroquímicos altamente tóxicos, a pesar de la creciente evidencia científica sobre su letalidad sobre la biosfera.

Mercola explica:

Hace un par de años, un Tribunal francés encontró culpable a Monsanto de hacer falsa publicidad de su herbicida, diciendo que era biodegradable, respetuoso con el medio ambiente y afirmando que dejaba el suelo limpio. La verdad es que Roundup (marca comercial del herbicida que contiene glifosato) es cualquier cosa menos respetuoso con el medio ambiente. Las propias pruebas realizadas por Monsanto muestran que sólo el 2% del herbicida se descompone después de 29 días, lo que significa que persiste en el ambiente. 

El glifosato es la causa más frecuente de enfermedades producidas por pesticidas entre los trabajadores de mantenimiento de los jardines de California, y los investigadores lo han relacionado con el Síndrome de Muerte Súbita, un grave enfermedad de las plantas que se está produciendo en muchas plantas de todo el mundo. Numerosos estudios han demostrado también que el glifosato está contribuyendo no sólo al incremento de la Muerte Súbita en las Plantas, sino también al aumento de otras 40 diferentes enfermedades de los cultivos. La planta se debilita y desarrolla la enfermedad, que se manifiesta de las siguientes maneras:
  • Actuando como agente quelante de los nutrientes vitales, privando a la planta de los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo

  • Destrucción de los organismos benéficos del suelo que inhiben a los organismos causantes de enfermedades y ayudan a las plantas a absorber los nutrientes.

  • Interfiriendo en la fotosíntesis, reduciendo la eficiencia en el uso del agua, reduciendo el sistema radicular de la planta y liberando azúcares al suelo, lo que cambia el pH del mismo.

  • Retraso en el crecimiento y debilitamiento de las plantas.

El herbicida no destruye las plantas directamente, sino que se debe a una serie de condiciones que se desarrollan en el suelo, tales como la activación de organismos que causan enfermedades, y al mismo tiempo se termina con las defensas de las plantas contra las enfermedades. El glifosato no sólo debilita las plantas, sino que cambia la composición del suelo y aumenta el número de organismos que causan enfermedades, lo que se está convirtiendo en una receta letal para los cultivos de todo el mundo”. 

Otro problema es es de la aplicación aérea de los herbicidas, Citando un informe canadiense de 1998 sobre el destino ambiental del glifosato, el Dr. Mercola dice:

La fumigación del herbicida causa daños a las plantas que no son el objetivo… pequeñas cantidades, gotas o salpicaduras de glifosato pueden causar graves daños, con la destrucción de las plantas y otras áreas que no se deseaban tratar”.

Se hecho a principios de este año, Food Freedom informaba que el Arroz Mississippi Council (MRC) provocó alarma debido a los daños causados por la fumigación aérea del glifosato, abogando por una aplicación restringida al área en el que se quiere esparcir el herbicida.

El presidente de MRC Mike Wagner dijo recientemente en la reunión anual de la Asociación Agrícola de Aviación que las fumigaciones de glifosato están causando estragos en la industria del arroz no transgénico… Wagner también informó que “ los especialistas habían comprobado que el arroz no había sufrido ningún daño durante la fase de crecimiento, pero que empezó a mostrar síntomas una vez que se realizaron fumigaciones del glifosato – se produciría una malformación en forma de pico de loro en lugar de su forma alargada y simétrica”. 

Los estudios de campo realizados en 2007 y 2008 por la Universidad de Arkansas demostraron que se producía una reducción en el rendimiento del arroz en un 80% por el uso del glifosato, así como del glufosinato, un herbicida producido por Bayer. Ambos herbicidas queman las hojas y frenan el crecimiento de las plantas de arroz.

El glifosato debe ser prohibido completamente, y deben desaparecer los monocultivos industriales, favoreciendo las explotaciones mixtas que trabajan con la naturaleza en lugar de en su contra.

Estudios:
Feng-Chih Chang, Matt F. Simcik, and Paul D. Capel, “Occurrence and Fate of the Herbicide Glyphosate and Its Degradate Aminomethylphosphonic Acid in the Atmosphere,” Environmental Toxicology and Chemistry, Vol. 30, No. 3, pp. 548–555, 2011 (Reproduced here.)
Richard H Coupe, Stephen J Kalkhoff, Paul D Capel, and Caroline Gregoire, “Fate and transport of glyphosate and aminomethylphosphonic acid in surface waters of agricultural basins,” Pest Manag Sci (2011). (Reproduced here.)

Rady Ananda comenzó su andadura en los blogs en 2004. Sus trabajos han aparecido en varias publicaciones, incluyendo tres libros sobre el fraude electoral. La mayor parte de su carrera la realizó en un bufete de abogados de investigación, y como asistente legal. Se graduó en la Escuela de Agricultura de la Universidad Estatal de Ohio, obteniendo la licenciatura en Recursos Naturales. 

http://foodfreedom.wordpress.com/2011/08/29/glyphosate-pollutes-air-rain-and-rivers-in-us/#more-10455

Otros artículos relacionados:

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/05/17/mas-problemas-con-el-glifosato-los-cultivadores-de-arroz-dan-la-alarma/

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/04/07/don-huber-advierte-al-presidente-de-la-ue-del-peligro-del-glifosato-para-el-ganado-y-las-plantas/

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/03/12/estudios-cientificos-que-han-sido-silenciados-por-la-industria-biotecnologica/

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/02/26/el-glifosato-produce-defectos-congenitos/



Don Huber advierte al presidente de la UE del peligro del glifosato para el ganado y las plantas

Proporcionado por GM Watch, 6 de abril de 2011


Se incrementó la detección de casos de “síndrome de la muerte súbita” en la soja

Carta del Profesor Don Huber a las Administraciones de Estados Unidos y la Unión Europea, Presidente de la UE, Jose-Manuel Barroso
cc
Presidente Herman Van Rompuy,
Presidente Jerzy Buzek
y algunos diputados del Parlamento Europeo
25 de marzo de 2011

Esta carta se envía para explicar los motivos y mi preocupación que ya trasmití en una carta enviada al Secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Thomas Vilsack, el pasado 17 de enero ( véase: http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/02/22/los-cientificos-advierten-sobre-la-relacion-entre-un-nuevo-y-peligroso-patogeno-y-roundup-de-monsanto/). La carta no estaba destinada para su distribución pública, sin embargo una “filtración” hizo que se difundiera rápidamente por Internet, siendo de conocimiento público en todo el mundo. Una vez que ha sido distribuida ampliamente, me sentí liberado para enviársela a otras autoridades, con el fin de mantener la coherencia. Mis ocupaciones y los viajes que he tenido que realizar, me han retrasado en la obtención de más información que muchas personas me han solicitado. Los datos científicos de este reconocido organismo se están preparando para su publicación oficial. 

Escribí una carta al Secretario de Agricultura, Vilsack, por una razón muy simple: estamos observando un gran número de problemas en la producción agraria de los Estados Unidos, que parece que se han intensificado, y que parecen relacionados con la Ingeniería Genética (OGM), con los cultivos y/o productos diseñados para tolerar especialmente al glifosato ( ingrediente químico activo del herbicida Roundup ® y las versiones genéricas de este herbicida). Hemos sido testigos de un deterioro en las planta de maíz, soja y otros cultivos, que han padecido epidemias inexplicables, como el síndrome de muerte súbita en la soja (SDS), marchitamiento de Goss del maíz, obteniéndose granos muy pequeños en los cultivos durante los dos últimos años. 

Al mismo tiempo, se está produciendo con una frecuencia cada vez mayor infertilidad y abortos espontáneos inexplicables en el ganado (bovino, cerdos, caballos, aves de corral). Estas situaciones ponen en peligro la viabilidad económica de las explotaciones agrarias. 

La incidencia de la infertilidad y de abortos espontáneos en las diversas especies animales es cada vez más común. La mayor parte de las veces de entre las causas de estos problemas pueden excluirse otros factores observados en las granjas ( véase Anexo 2). Un examen detallado ha mostrado su presencia en todos los casos examinados hasta la fecha, y los postulados de Koch que se han realizado en los animales muestran la relación causa-efecto. Una búsqueda de la fuente de las infecciones en los animales mostraron una elevada presencia de un nuevo organismo microscópico, presente en la harina de soja y del maíz. El organismo parece compatible, y en sinergía con él, con otros microorganismos, tales como Fusarium solani fsp, glycines, siendo la causa de la muerte súbita en la soja (SDS) y la presencia de bacterias Gram positivas. El nuevo organismo también está presente en grandes cantidades en la enfermedad de marchitamiento de Goss del maíz, causada por la bacteria Gran positiva Clavicter Michiganensis, subespecie nebraskensis

Aunque la mayoría de los híbridos de maíz han sido modificados genéticamente
para resistir el marchitamiento de Goss, la investigación preliminar de 2010 demostró que la aplicación del herbicida glifosato, o el agente tensioactivo de las formulaciones de glifosato, anuló esta resistencia y los hacía completamente susceptibles a este patógeno (Fig. 1) Esta enfermedad se observa ya de forma común en muchos campos del Medio Oeste de Estados Unidos, sembrados con maíz RR ( Roundup Ready) en 2009 y en 2010, mientras que el maíz no transgénico adyacente a estos cultivos no tenía o presentaba escasa incidencia, a pesar de la alta inoculación de las otras cosechas (Fig.2) El aumento del marchitamiento de Goss en 2010 fue uno de los motivos de una gran pérdida en la producción, casi mil millones de fanegas de maíz, según las estimaciones de la USDA en los rendimientos y los informes de la cosecha el pasado enero), y eso a pesar de que las expectativas de la cosecha eran buenas. 

El aumento de la severidad de las enfermedades de las plantas después de la aplicación del glifosato (fig.3) está bien documentado, y aunque rara vez es citado, la susceptibilidad a la enfermedad es mayor por la aplicación del herbicida glifosato ( Johal andRahe,1988, 1990; Johal and Huber, 2009; Schafer et al, 2009, 2010). La pérdida de resistencia a las enfermedades en los cultivos de la remolacha azucarera Roundup Ready ® cuando se aplicó glifosato hizo que los investigadores incluyeran una advertencia: “ciertas precauciones deben ser tomadas cuando lasenfermedades se transmiten por el suelo o si para el control de las malezas hay que realizar un tratamiento de emergencia con glifosato” (Larson et al, 2006).
La pérdida de resistencia genética de los híbridos de maíz Roundup Ready ® al marchitamiento de Goss ( Clavibacter michiganensis subsp. Nebraskensis) (Figuras 2, 3), y la relación sinérgica del microorganismo recientemente descubierto, que causa infertilidad y abortos en animales con bacterias Gram Positivas,y la alta presencia del nuevo organismo en los cultivos RR, causa preocupación, sobre todo por la desregulación de la alfalfa Roundup Ready, que se cultiva en muchas áreas debido a su resistencia genética al marchitamiento causado por la bacteria Clavibacter michiganensis subsp. Insidiosum. Esta enfermedad puede hacer que el cultivo de esta alfalfa no sea rentable en términos de producción si el nuevo organismo está asociado con la alfalfa al igual que el maíz, no siendo tampoco seguros para la alimentación animal, ni los alimentos obtenidos de ellos, como la leche, para el consumo humano. La pérdida en Estados Unidos de valiosos cultivos forrajeros, el cuarto cultivo de mayor importancia económica, puede asestar un golpe mortal a la producción de productos lácteos y carne

Numerosas investigaciones han demostrado que esta herramienta para el control de las malezas, el glifosato, también inmoviliza los nutrientes esenciales de las plantas, impidiendo su absorción, la translocación y la eficacia fisiológica, añadiendo simplemente una pequeña dosis de este herbicida ((Ekers, Ozturk, Cakmak, Zobiole, Jolly et al., 2004). El glifosato es un poderoso biocida que daña los organismos benéficos del suelo, fundamentales en el reciclaje de los nutrientes, para la fijación del nitrógeno, la disponibilidad de nutrientes y el control natural de las enfermedades (Kremer & Means, Zobiole et al, Dick et al), con un consiguiente aumento de las enfermedades en el maíz, la soja (Fig 3), el trigo y otros cultivos. La estrecha relación entre la nutrición mineral y la severidad de la enfermedad está bien documentada (Datnoff et al, 2007). Estas actividades pueden tener efectos perjudiciales en la nutrición vegetal, mayor susceptibilidad a las enfermedades y una pérdida en la calidad nutricional del cultivo. 

Los efectos indeseados de los cultivos transgénicos también se han demostrado claramente en los informes de los productores de ganado de los Estados Unidos, Si bien algunos de estos informes son anecdóticos, porque se han utilizado técnicas muy limitadas para verificar la causa, algunos productores han sido capaces de obtener beneficios cambiando la fuente de alimentación a cultivos no transgénicos. Investigaciones independientes son necesarias en este ámbito, especialmente a raíz de las serias preocupaciones toxicológicas planteadas, la posible potencial toxicidad para los humanos y los animales por niveles muy bajos de glifosato residual en los alimentos y piensos, que muchas veces son más bajos que los permitidos en los alimentos de Estados Unidos (Seralini et al, 2011). El reciente análisis independiente de la Corte Suprema de la India y la resolución sobre los cultivos transgénicos, plantea un riesgo significativo para la salud de los seres humanos, requiriéndose una evaluación adicional en los Estados Unidos (AgroNews, 2011) .
Creo que sería irresponsable ignorar mi investigación y otras investigaciones publicadas que apoyan estas preocupaciones y los problemas que estamos viendo en la producción agrícola, solicitando que se inicien nuevas investigaciones independientes, Muchos productores no pueden esperar de 3 a 10 años para que alguien encuentre fondos para la realización de investigaciones críticas ( Anexo 2, carta de los entomólogos a la EPA). 

Basándose en las evidencias científicas de las que disponemos actualmente, no creo que haya mayor interés por parte de los productores o de los consumidores a que se aprueben nuevos cultivos transgénicos, en particular los Roundup Ready ® de la alfalfa y la remolacha azucarera, hasta que investigaciones independientes establezcan su predisposición a enfermedades potencialmente graves, la irrelevancia del nuevo organismo y su equivalencia nutricional. En mi carta, solicité al Secretario de Agricultura que asignase los recursos necesarios para ello, y que tuviese la máxima precaución a la hora de desregular estos cultivos hasta que las conclusiones resolviesen las preocupaciones expresadas en la carta. 

Don M. Huber
Profesor Emérito de la Universidad de Purdue
9322 Camino Big Foot
Melba, Idaho 83641 EE.UU.

Referencias citadas:
AgroNews. 2011. India: Signs of food toxicity in GE eggplant. Scoop.co.nz 2011-1-18. [http://news.agropages.com/News/NewsDetail---3369.htm ] Nib, 24 January 111.
Bellaloui, N., reddy, K.N., Zablotowicz, R.M., Abbas, H.K., and Abel, C.A. 2009. Effects of glyphosate application on seed iron and root ferric (III) reductase in soybean cultivars. J. Agric. Food Chem. 57:9569-9574.

Bott, S., Tesfamariam, T., Kania, A., Eman, B., Aslan, N., Roemheld, V., and Neumann, G. 2011, Phytotoxicity of glyphosate soil residues re-mobilise4d by phosphate fertilization. Plant Soil 315:2-11. DOI 10, 1007/s11104-010-06989-3.

Cakmak, I., Yazici, A., Tutus, Y., Ozturk, L. 2009. Glyphosate reduced seed and leaf concentrations of calcium, magnesium, manganese, and iron in non-glyphosate resistant soybean. European J. Agron. 31:114-119.

Datnoff, L.E., elmer, W.H., and Huber, D.M. 2007. Mineral Nutrition and Plant Disease. APS Press, St. Paul, Mn. 278. 278 pages.

Eker, S., Ozturk, L., Yazici, A., Erenoglu, B., Roemheld, V., and Cakmak, I. 2006. Foliar-applied glyphosate substantially reduced uptake and transport of iron and manganese in sunflower (Helianthus annuus L.) plants. J. Agric. Food Chem. 54:100019-10025.
Fernandez, M.R., Zentner, R.P., Basnyat, P., Gehl, D., Selles, F., and Huber, D.M. 2009.

Glyphosate associations with cereal diseases caused by Fusarium spp. in the Canadian Prairies. European J. Agon. 31:133-143.

Johal, G.R. and Rahe, J.E. 1984. Effect of soilborne paltn-pathogenic fungi on the herbicidal action of glyphosate on bean seedlings. Phytopathology 74:950-955.

Johal, G.R. and Rahe, J.E. 1990. Role of phytoalexins in the suppression of resistance of Phaseolus vulgaris to Colletotrichum lindemuthianum by glyphosate. Canad. J. Plant Pathol. 12:225-235.

Johal, G.R. and Huber, D.M. 2009. Glyphosate effects on diseases of plants. European J. Agron. 31:144-152.

Kremer, R.J. and Means, N.E. 2009. Glyphosate and glyphosate-resistant crop interactions with rhizosphere microorganisms. European J. Agron. 31:153-161.

Larsen, R.L., Hill, A.L., Fenwick, A., Kniss, A.R., Hanson, L.E., and Miller, S.D. 2006. Influence of glyphosate on Rhizoctonia and Fusarium root rot in sugar beet. Pest Manag. Sci. 62:1182-1192.

Ozturk, L., Yazici, A., Eker, S., gokmen, O., roemheld, V., and Cakmak, I. 2008. Glyphosate inhibition of ferric reductase activity in iron deficient sunflower roots. New Phytol. 177:899-906.

Schafer, J.R., Westhoven, A.M., Kruger, G.R., Davis, V.M., Hallett, S.G., and Johnson, W.G. 2009. Effect of growth media on common lambsquarter and giant ragweed biotypes response to glyphosate. Proc. Northcentral Weed Sci. Soc. 64:102.

Schafer, J.R., Hallett, S.G., and jophnson, W.G. 2010. Role of soil-borne fungi in the response of giant ragweed (Ambrosia trifida) biotypes to glyphosate. Proc. Northcentral Weed Sci. Soc. 65:.

Seralini, G-E., Mesnage, R., Clair, E., Gress, S., de Vendomois, J.S., Cellier, D. 2011. Genetically modified crops safety assessments: present limits and possible improvements. Environ. Sci. Europe 23:10-20. http://www.enveurope.com/content/23/1/10

Tesfamariam, T., Bott, S., Cakmak, I., Roemheld, V., and Neumann, G. 2009. Glyphosate in the rhizosphere – role of waiting times and different glyphosate binding forms in soils for phytoxicity to non-target plants. European J. Agron. 31:126-132.

Yamada, T., Kremer, R.J., Camargo e Castro, P.R., and Wood, B.W. 2009. Glyphosate interactions with physiology, nutrition, and diseases of plants: Threat to agricultural sustainability? European J. Agron. 31:111-113.

Zobiole, L.H.S., Oliveira, R.S.Jr., Huber, D.M., Constantin, J., Castro, C., Oliveira, F.A., Oliveira, A. Jr. 2010. Glyphosate reduces shoot concentrations of mineral nutrients in glyphosate-resistant soybeans. Plant Soil 328:57-69.

Zobiole, L.H.S., Oliveira, R.S. Jr., Kremer, R.J., Constantin, J., Yamada, T., Castro, C., Oliveiro, F.A., and Oliveira, A. Jr. 2010. Effect of glyposate on symbiotic N2 fixation and nickel concentration in glyphosate-resistant soybeans. Applied Soil Ecol. 44:176-180.

http://foodfreedom.wordpress.com/2011/04/06/huber-warns-eu-president-of-glyphosate-danger-to-livestock-and-plants/#more-7177

Demanda para invalidar las patentes de los transgénicos de Monsanto

Por Rady Ananda, 4 de abril de 2010

Una nueva invención que envenena a las personas… no es una invención que se pueda patentar
-Lowell v. Lewis, 1817
Haití, manifestación contra Monsanto
      •  
Una demanda ha sido presentada el pasado 29 de marzo ante el Tribunal Federal de los Estados Unidos para intentar que se invaliden las patentes de Monsanto sobre las semillas modificadas genéticamente y que se prohíba a que la Corporación pueda presentar demandas por las contaminación de las cosechas por los cultivos transgénicos.
La Fundación Pública de Patentes presentó la demanda con el respaldo de 270.000 personas en nombre de sesenta empresas de productos ecológicos y sostenibles, de asociaciones comerciales, e incluso por parte de miles de agricultores de cultivos ecológicos certificados.

Como en la Historia Judicial se escribió en 1817, para que se pueda patentar, un invento no debe ser perjudicial para el bienestar, debe ser políticamente bueno, y moralmente sano para la sociedad”, nota que aparece en sus párrafos iniciales.

La demanda incluye los estudios que muestran el daño causado por el herbicida Roundup de Monsanto, entre los que se incluyen daños en la placenta humana, linfomas, mielomas, abortos espontáneos en los animales y otros impactos en la salud humana.
Los demandantes también critican a Monsanto por prohibir que se realicen investigaciones independientes de los efectos de sus semillas transgénicas, y de los esfuerzos que realiza para evitar que se etiqueten los alimentos transgénicos. Muchos señalan que presentan reacciones alérgicas a los alimentos transgénicos, los cuales no pueden evitar porque carecen de etiquetas. Las leyes de etiquetaje de transgénicos, actualmente pendientes en 14 estados, remedirían en parte esa situación (Por favor, informe de esta situación a sus representantes políticos)

La demanda también señala de la propaganda que se hace de las semillas transgénicas, diciendo que mejorar la producción y reducen el uso de pesticidas, citando que ocurre lo contrario: menor producción, y uso de una mayor cantidad de pesticidas. También se cita un pleito del año 2010 en Virgina Oeste, después de que varios estudios contradijeran los resultados de producción que afirma Monsanto se consiguen. Y esto a pesar del aumento en la utilización del glifosato – resistente a las supermalas hierbas.

Así que como ya se conoce el daño de las semillas transgénicas, y las promesas de una mayor producción son falsas, las semillas transgénicas no son útiles para la sociedad.
Si el Tribunal reconoce que las semillas transgénicas no cumplen los requisitos de la ley de patentes, la demanda tiene el potencial de que no sean reconocidas las patentes de todas las semillas biotecnológicas, afectando a BASF, Bayer, DuPont, DOW y Singenta, y otros. La contaminación genética de las plantas se produce allí donde son cultivadas las plantas transgénicas, sin importar quién las desarrollase. Ingerir alimentos que presentan ADN contaminado es peligroso, sin tener en cuenta quién los haya contaminado.

Lo que pretende Monsanto es conseguir un monopolio de las semillas. Con una buena documentación, los demandantes indican que “más del 85-90% de toda la soja, el maíz, el algodón, la remolacha y colza cultivados en Estados Unidos contienen genes patentados de Monsanto”. 

Debido a este monopolio, Monsanto ha elevado el precio de las semillas. Las semillas de maíz aumentaron en un 135% y los precios de la soja un 108%, se dice en la demanda. Hace unos años, en 1997, los agricultores invertían del 4 al 8% de sus ingresos en semillas “mientras que en 2009, los plantaron soja transgénica gastaron en torno al 16,4 por ciento de sus ingresos en semillas”. 

Monsanto también ha usado su posición dominante para limitar la competencia de otros fabricantes de herbicidas.

Se incluye un listado de 23 patentes de Monsanto, y los demandantes acusan a la Corporación de intentar un monopolio sobre el campo entero, acaparando las semillas transgénicas:

Aunque el sistema de patente de Estados Unidos permite mejoras sobre inventos ya existentes, no permite a una parte extender su monopolio sobre un campo de invención mediante la recepción de una patente que expira más adelante y no es patentable a diferencia de una patente que ya posee …. 

Monsanto comenzó a aplicar las patentes sobre la tolerancia al glifosato a mediados de 1980. Sus primeras patentes se le concedieron en 1990 y expiran ahora. Monsanto continúa solicitando y presentando patentes sobre la tecnología Roundup Ready desde hace más de dos décadas..

En la adquisición de las patentes de las semillas transgénicas, Monsanto ha extendido de forma inapropiada su periodo de exclusividad de la patente duplicando su propiedad sobre un campo que ya está cubierto por otra patente de Monsanto.

El pleito concluye: “Las patentes de semillas transgénicas de Monsanto son inválidas por violar la prohibición de doble patente”. 

Contaminación genética
Ésta es la madre de todos los argumentos, la que tiene más sentido para los legos. ¿Cómo se atreve Monsanto a demandar a los agricultores que resultan dañados por la contaminación genética de sus cosechas? Esto es similar a un boxeador que demanda por el daño que se ha hecho en su mano después de golpear a una victima involuntaria.
No puede resultar verosímil que los demandantes hayan infringido la patente de semillas que posee Monsanto, ya que a los demandantes se les ha contaminado su campo con los transgénicas de Monsanto, sin ninguna intencionalidad por su parte. 

Monsanto ha confesado que sus productos contaminan las cosechas naturales. Por esta razón cambio recientemente su Acuerdo de Administración de Tecnología, de modo que transfiere la responsabilidad de sus productos a los agricultores que los compran.
La demanda afirma que la contaminación genética supone una infracción que se comete contra la propiedad de aquellos que no quieren semillas transgénicas, causándoles un sustancial daño económico.

Ya se pudo observar esto cuando las semillas transgénicas de Bayer contaminaron los suministros de arroz estadounidense de otros, lo que produjo que la Unión Europea cerrase su mercado al arroz estadounidense. Bayer se ha enfrentado a 6.000 demandas debido a la contaminación y a la pérdida de este mercado. El mes pasado, Bayer perdió un pleito por valor de 137 millones de dólares por los Alimentos Riceland. Y la demanda se dice: “La pérdida económica total debido ( al arroz transgénico en 2006) a la contaminación ha sido estimada de entre 741 millones de dólares a 1.285 millones de dólares”. 

Impacto de la Industria Biotecnológica de Alimentos
La demanda argumenta que debido a que “la contaminación es razonablemente previsible,” Monsanto pierde así sus derechos de patente cada vez que vende sus semillas genéticamente modificadas. Esto no detendría la venta de las semillas, sino que permitiría a los agricultores guardar las semillas de los cultivos transgénicos. Ninguna empresa puede mantenerse en el negocio sin clientes que repiten, especialmente los que gastan millones en investigación y desarrollo. Y, debido a que la contaminación transgénica no se limita a las semillas de Monsanto, todas las compañías biotecnológicas de semillas también se enfrentarían a la pérdida de sus derechos de propiedad intelectual.

Otros daños de la Industria Biotecnológica no se limitan a las semillas de Monsanto o al uso de productos químicos. Para proteger al mundo de la Industria Biotecnológica de alimentos, también se aplica a los animales, y patentar la vida misma debería estar prohibido. Esta demanda podría llevarnos a una prohibición de esa norma legal, con anterioridad a la decisión del Tribunal Supremo, en el año 2001, JEM Ag Supply v. Pioneer Hi-Bred International. Sobre este caso dice Oyez:

Farm Advantage presentó una demanda por nulidad de patentes, con el argumento de que las plantas se reproducen sexualmente, tales como las plantas de maíz de Pioneer, no siendo materia patentable en la sección 101. Farm Advantage sostuvo que la Ley de Patentes Vegetales de 1930 (PPA) y la Ley de Protección de Variedades Vegetales (PVPA) establecen los medios legales exclusivos para proteger la vida de las plantas.
El tribunal no estuvo de acuerdo, y por lo tanto permite las patentes sobre formas de vida que se reproducen sexualmente. Es de destacar que la decisión fue éticamente cuestionada por Clarence Thomas, un ex abogado de Monsanto. Thomas también se negó a retirarse de un caso en 2010 en el que también participaba Monsanto. ((Geertson Seed v Monsanto por contaminación de la alfalfa natural).

Entre los demandantes en el juicio PUBPAT está Navdanya Internacional, encabezada por la Dra. Vandana Shiva, que ha luchado durante mucho tiempo contra la biopiratería. Las patentes genéticas “han desatado una epidemia de piratería de la creatividad de la naturaleza y de milenios de innovación indígena,” escribió Shiva en Navdanya .

La nueva demanda no podía retrasarse, dada la reciente decisión de la USDA de permitir el arroz modificado con genes humanos por Ventria Bioscience. La aprobación lleva a la pregunta: ¿En qué momento se cruza la línea del canibalismo? La Biotecnología y las compañías farmacéuticas han producido varios cientos de ” cultivos farmacéuticos “- alimentos que contienen las vacunas contra una variedad de enfermedades. La FDA y el USDA no pueden ignorar que este sistema no tiene en cuenta la dosis apropiada y específica a la edad de una persona, su peso y condición médica, que es el fundamento mismo de la ciencia farmacéutica.

La Industria Biotecnológica está fuera de control y supone un peligro significativo para las personas y el ambiente. El pleito del PBPAT supone un paso importante para restaurar un sistema de alimentos seguros, sanos y consensuados.

Rady Ananda comenzó su andadura en los blogs en 2004. Sus trabajos han aparecido en varias publicaciones, incluyendo tres libros sobre el fraude electoral. La mayor parte de su carrera la realizó en un bufete de abogados de investigación, y como asistente legal. Se graduó en la Escuela de Agricultura de la Universidad Estatal de Ohio, obteniendo la licenciatura en Recursos Naturales. 

http://dissidentvoice.org/2011/04/lawsuit-to-invalidate-monsanto’s-gmo-patents/#more-31634






Estudios científicos que han sido silenciados por la industria Biotecnológica


Por Rady Ananda, 10 de marzo de 2011

Dos libros, Semillas de destrucción y Corruptos hasta la médula, junto con la película El ciclo idiota, establecen el marcos y ofrecen las pruebas de un esfuerzo concertado primero para producir la enfermedad y luego tratar de ofrecer el remedio, de modo que en el proceso se obtengan ganancias obscenas. Cuando tenemos en cuenta otras medidas recientemente adoptadas por las empresas transnacionales y por los Gobiernos, se muestran maniobras de tonos siniestros.

Los autores William Engdahl y Shiv Chopra aparecen en la película de Emmanuelle Schick García, El ciclo idiota: lo que nos se nos dice sobre el cáncer. Ambos escritores presentan pruebas de cómo las Corporaciones en connivencias con los Gobiernos adulteran los alimentos y los suministros de agua con sustancias peligrosas que causan enfermedades. Es el caso del fluoruro, del que un libro revisado por pares ofrece más pruebas. En el libro de David Gumpert, La revolución de la leche cruda, se echa un vistazo al guerra que el Gobierno de los Estados Unidos ha emprendido contra la industria de los productos lácteos naturales

Seis empresas, Dow Chemical, BASF, Bayer, Dupont, Astrazeneca (Syngenta) y Monsanto, aparecen en El ciclo del idiota, que actuando de conformidad con los Gobiernos liberan sustancias químicas cancerígenas para luego las mismas empresas del Complejo Químico vengan a continuación con sus remedios. Es un ciclo que sólo un idiota puede tolerar. La película aún va más lejos, mostrando cómo los alimentos modificados genéticamente tienen efectos potencialmente desastrosos sobre la salud y el medio ambiente.

Para la realización de la película. García y su equipo estuvieron investigando durante más de tres años, y este trabajo previo se nota. La película está llena de hechos inquietantes. ¿ Saben las personas que los productos químicos de síntesis producen más cáncer que otros o que sólo del 10 al 5% de los cánceres son heredados genéticamente? La película afirma que en el año 2002 las 10 principales compañías de medicamentos ganaron más dinero que las restantes 490 empresas de Estados Unidos en su conjunto. Estas empresas ingresaron 1600 millones de dólares al mes en tratamientos contra el cáncer, por lo que ya entendemos por qué se denominan Big Pharma.

Cosas tan importantes como éstas hacen que la película sea una visita obligada. La película adquiere una nueva dimensión cuando se empiezan a establecer conexiones entre los alimentos modificados genéticamente. Es con este enfoque adicional cuando aparecen los rasgos más siniestros de toda esta Industria.

En las entrevistas que aparecen en El ciclo del idiota están las de los conocidos Arpad Pustazi, Gilles-Eric Serralini y Shiv Chopra, dos de los cuales perdieron su empleo y sufrieron campañas de desprestigio en su reputación profesional. En la cuestión de los transgénicos ser crítico con ellos y transmitir el mensaje de que son peligrosos para la salud humana y para el medio ambiente, puede costar a cualquiera su carrera.

Silenciando las investigaciones de los científicos independientes

1.- Arpad Pusztai


Arpad Pusztai es quizás el científico más famoso que aparece en la película. Su primera denuncia sobre los riesgos de los cultivos transgénicos viene ya del año 1998, lo que le trajo perder su puesto en el Rowett Research Institute de Escocia. Después de estudiar durante 35 años en el campo de la Biotecnología, Pustazi aparecía como unos de los más importantes expertos en este campo tan especializado. En 1995, recibió 1,5 millones de dólares por parte del Gobierno del reino Unido para que realizase un estudio sobre la metodología de ensayo en la evaluación de los cultivos modificados genéticamente.

Fue el primer estudio mundial independiente sobre la inocuidad de los alimentos modificados genéticamente, de acuerdo con Engdahl. Entrevistó a Pusztai en el año 2007 para su libro Semillas de destrucción: la agenda oculta de la manipulación genética. Engdahl señala que Pusztai “estaba completamente seguro de que el estudio confirmaría la seguridad de los alimentos modificados genéticamente”. Su equipo empleó patatas modificadas genéticamente por Monsanto para producir un insecticida. Engdahl dice:

“ Las ratas alimentadas durante más de 110 días con una dieta a base de patatas modificadas genéticamente produjeron cambios en su desarrollo. Tenían un tamaño y peso significativamente menor que las ratas del grupo de control alimentadas con patatas no modificadas. Pero lo más alarmante, sin embargo, fue que las ratas alimentadas con las patatas transgénicas mostraban un hígado y un corazón notablemente más pequeños, y un sistema inmunológico más débil. Y también el hallazgo en las pruebas de laboratorio realizados por Pusztai de que el cerebro también era más pequeño en comparación con las ratas alimentadas con patatas no OGM”.

http://www.mindfully.org/GE/Pusztai-PowerPoint-Denver-abt01.htm

Cuando informó del hallazgo en la televisión nacional, excluyendo la información relativa al menor tamaño del cerebro para no inducir al pánico, añadió que no volvería a comer alimentos modificados genéticamente. Durante dos días el Instituto lo apoyó y aplaudió, diciendo incluso en un comunicado de prensa que estos resultados están basados en una “serie de estudios cuidadosamente controlados”.

Pero luego vino la tormenta. El presidente Bill Clinton se puso en contacto con el Primer Ministro Británico Tony Blair, que llamó al jefe de Pusztai en el Instituto. A los dos día fue despedido, junto a su esposa, otra investigadora respetada en Rowett. Comenzó así una campaña en los medios de comunicación para desacreditar tanto a su persona como su investigación, como reveló el periodista británico Andrew Rowell. Se les impidió defenderse bajo la amenaza de que perderían sus pensiones.

En El ciclo del idiota, Pusztai califica de criminales a los que han extendido los cultivos transgénicos en el mundo sin completar los estudios de seguridad, especialmente cuando los estudios preliminares muestran posibles graves daños para la salud.

2.-Eric-Gilles Seralini

El siguiente científico famoso en aparecer en el debate sobre los transgénicos es Eric-Gilles Seralini, cuyo innovador estudio ya tratamos aquí (http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/01/30/gilles-e-seralini-la-ciencia-independiente-triunfo-sobre-la-industria-de-los-transgenicos/) (http://iniciativaciudadanaii.blogspot.com/2010/06/ataques-g-e-seralini-por-su-estudio-de.html) Seralini también ha sido vilipendiado por la comunidad Biotecnológica. En El ciclo del idiota, se describe la batalla que tuvo que llevar a cabo para dar a conocer los resultados de los análisis de sangre de las ratas que habían sido alimentadas con maíz transgénico de Monsanto durante tres meses. Una vez que la información se hizo pública, los científicos independientes podían revisar la seguridad que dice Monsanto tienen.

Normalmente, dos años de pruebas es el “patrón oro” en la comunidad científica. Seralini calificó de absurdo que sólo en tres meses de pruebas se permitiese la aprobación del maíz transgénico en una docena de países. Cualquier científico estaría de acuerdo en esto. Al revisar los datos en bruto que obtuvo Monsanto, él y su equipo encontraron problemas: daños en el hígado y cambios fisiológicos que indicaban condiciones pre-diabéticas ente las ranas alimentadas con el maíz transgénico de Monsanto. Y sólo consumieron este maíz durante un período de tres meses.

La tasa de diabetes en los Estados Unidos casi se ha duplicado desde que los alimentos modificados genéticamente fueron comercializados en secreto en en año 1996. Hoy 26 millones de personas lo tienen y otros 79 millones presentan condiciones pre-diabéticas, según las recientes estimaciones del mes de enero de 2011. Estas cifras incluyen las personas a las que se les ha diagnosticado la enfermedad, pero es mucho mayor el número de personas que siendo diabéticas todavía están sin diagnóstico. Si miramos sólo los diagnosticados de diabetes en las últimas tres décadas (que es menor que el número real de los que padecen diabetes) vemos que se ha triplicado desde 1980.

Muchos creen que la expansión del maíz y la remolacha transgénica, utilizado como edulcorante en los alimentos procesados [tales como el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa. N. Del T.: presente en muchos “refrescos”, como la Coca-Cola, Pepsi y Sprite (http://iniciativaciudadanaii.blogspot.com/2010/10/jarabe-de-maiz-mas-fructosa-de-lo-que.html), aunque eso no quiere decir que necesariamente proceda de cultivos transgénicos] son los responsables en buena medida de este aumento en la diabetes. Actos, de Takeda Pharmaceutical y Avandia, de GlaxoSmithKline, para el tratamiento de la diabetes tipo II, parece ser que aumentan el riesgo de insuficiencia cardíaca.

3.-Shiv Chopra

Shiv Chopra denunció a los Servicio de Salud de Canadá en su libro Corruptos hasta la médula: memoria de las denuncias sobre salud en Canadá, en el que explica los objetivos de las Empresas Químicas y sus protectores gubernamentales. A partir de los años 50-60, se dice en la película, los productos químicos empezaron a jugar un papel muy importante en la agricultura. “Por un lado contaminan los alimentos de las personas y les hacen daño. Luego se inventan otros productos químicos para tratarlos de las dolencias producidas por aquellos”.

Chopra fue despedido finalmente de los Servicios de Salud de Canadá, junto con otros dos, por “insubordinación”, ya que se negaron a autorizar el uso prolongado de antibióticos y hormonas transgénicas en animales destinados a la alimentación, teniendo en cuenta que no había una seguridad en su utilización. En concreto, se negó rotundamente a autorizar rBST, una hormona de crecimiento bovino modificada genéticamente, creada por Monsanto y Eli Lilly para estimular la producción de leche en las vacas lecheras. Los estudios demuestran que un alto porcentaje de las vacas desarrollaban cojera y mastitis tras el suministro de la hormona transgénica.

En Corruptos hasta la médula, nos enteramos que en uno de los procesos que sufren los alimentos puede producirse una infección por los residuos de los mataderos, la EEB, a través de la leche y la carne de los animales. La EEB es conocida popularmente como la enfermedad de las vacas locas, que produce en los humanos la enfermedad mortal de Creutzfeldt-Jakob (ECJ). Chopra ha hecho una contribución significativa a la salud humana cuando habla de los cinco pilares de la Seguridad Alimentaria:

“La fuente de enfermedades transmitidas por los alimentos durante los últimos 50 años viene de la aplicación indiscriminada de las siguientes cinco sustancias que se utilizan en la producción de alimentos: las hormonas, antibióticos, residuos de matadero, organismos modificados genéticamente y los pesticidas”.

En el libro y en El ciclo del idiota se dice que se está violando la Ley de Alimentación y Medicamentos de los Estados Unidos y Canadá en el uso de estas sustancias. Debido a que las tres primeras están prohibidas en la UE, Estados Unidos y Canadá no pueden enviar carne a la UE. Este problema,no obstante, se sigue debatiendo en el seno de la Organización Mundial del Comercio.

4.- Andrés Carrasco

[Más información en: http://www.almediam.org/NOTICIAS_ALMEDIAM_2009/Noticias_6346.htm]

Aunque no aparece en la película, otro científico mundialmente reconocido en el campo de la Biotecnología es Andrés Carrasco. Él y su equipo trabajaron en Argentina y Paraguay, encontrado que Roundup de Monsanto produce defectos de nacimiento en las ranas y pollos. (http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/02/26/el-glifosato-produce-defectos-congenitos/)

Los hallazgos en el laboratorio son compatibles con las malformaciones observadas en los seres humanos expuestos al glifosato durante el embarazo”, dijo a GMWatch.

En el año 2009 fue amenazado en su laboratorio, y en el año 2010 fue agredido por la policía local y por los matones de un rico cultivador de arroz transgénico.

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Fuente del artículo:

http://foodfreedom.wordpress.com/2011/03/10/perfect-storm-gmos-chemicals-and-cancer/