
Las personas que padecen hambre harán cualquier cosa  para poder comer, lo que significa que aquellos que tienen el control  sobre los alimentos lo utilizarán en beneficio propio. Henry Kissinger,  en 1974, ya sugirió el uso de los alimentos como arma para la reducción  selectiva de la población, según aparece en un informe clasificado de 200 páginas: National  Security Study Memorandum 200: Implications of Worldwide Population  Growth for U.S. Security and Overseas Interests (Implicaciones del  crecimiento de la población mundial para la seguridad de Estados Unidos y  de interés en el exterior). La idea principal es la de que  debieran cancelarse las ayudas alimentarias a los países en desarrollo  hasta que se aprobasen políticas de control de la natalidad:
Hay un precedente ya establecido sobre el uso de  la planificación familiar en la evaluación de las necesidades de  asistencia por parte de la AID ( Agencia para el Desarrollo  Internacional) y otros grupos consultivos. Dado que el aumento de la  población es un factor determinante en la necesidad de más alimentos, la  asignación de los escasos recursos del plan PL-480 (Alimentos para la  Paz) debe de tener en cuenta las medidas de control de la población, así  como la producción de alimentos. No obstante, es importante la forma de  llevarlo a cabo, y se debe evitar que parezcan medidas coercitivas. 
Por lo tanto, el alimento es utilizado como cualquier  otro método de colonización imperial para obligar a los países a  aplicar las políticas deseadas por los que controlan. En particular,  esta táctica sólo funciona como un arma contundente en los territorios  en los que se produce un severo colapso económico y con pocos recursos  para la producción de alimentos. Hoy, sin embargo, parece que el mundo  entero estuviese recibiendo todo un arsenal de bombas basadas en los  alimentos, ya que se está produciendo un ataque múltiple para impedir el  acceso a los alimentos a muchas personas. En otras palabras, lo que ha  sido una táctica ya utilizada hace 40 años en el control de la ayuda  alimentaria para la reducción de la población, se ha vuelto ahora algo  más complejo y amplio.
Debido a la consolidación de la agricultura  corporativa, regulada centralmente a nivel global, se está produciendo  una especulación con los alimentos y las materias primas, mientras que  los productos químicos y la modificación genética campan a sus anchas,  con escasez de alimentos, bien sea real o una manipulación, hay una  guerra que se está librando y que utiliza los alimentos como principal  arma. No se trata únicamente de una guerra por la comida, sino más bien  una guerra contra la población en general.. Por lo tanto, es crucial  entender las tácticas que utilizan para defenderse de ellas.
1.- Aumento del precio de los alimentos:  la inflación del precio de los alimentos está afectando en todos los  rincones del mundo, siendo los pobres los que se llevan la peor parte.  La FAO  indicó que el precio de los alimentos aumentó en 3 puntos, pasando a  234 puntos en el mes de junio, con un aumento del 39% en un año. Este  aumento de los precios está causando hambruna y disturbios en muchas  regiones pobres del mundo, pero también está empezando a castigar a la clase media de los países industrializados.  El precio de los alimentos está subiendo principalmente por un dólar  muy devaluado debido a la impresión de grandes cantidades de dinero y la  especulación de Wall Street. Tal vez sea más apropiado llamarlo  manipulación de los productos básicos, no especulación. Como señalaba  recientemente William Engdahl: “La capacidad de manipular los  precios de los alimentos básicos en todo el mundo a voluntad, con  independencia de la oferta y la demanda, es algo muy reciente…Hasta la  crisis de los cereales de mediados de los años 1970 no había un precio  mundial único para los cereales, el precio de referencia para todos los  alimentos y productos alimenticios”. 
Lo que favorece la especulación de los productos  básicos no es sólo la devaluación del dólar, sino también las  preocupaciones de falta de suministros debido a diversos factores, que  pueden producir escasez de alimentos debido a unas condiciones  meteorológicas extremas o por epidemias. Independientemente de lo real o  manipulada que esté la escasez de alimentos, los precios de los  alimentos seguirán subiendo debido a una mayor demanda y a un dólar que  se debilita cada vez más. Afortunadamente hay forma de protegerse de la  inflación de los alimentos y de la guerra de los alimentos en general.
2.- Falsa escasez: A través del  control de la oferta la escasez de alimentos se ha utilizado como arma  para generar conflictos regionales, para promover misiones de paz, como  la zanahoria que se coloca en la política exterior, como ya indicó  Kissinger en 1974, en el Memorando 200. Los ejemplos más recientes los  podemos encontrar en las negociaciones en curso en Corea del Norte, que  constantemente sostiene el arma nuclear sobre la cabeza de Occidente a  cambio de alimentos. Somalia, que era autosuficiente en alimentos hasta  la década de 1970, se ha convertido en un Estado fallido debido a la  escasez de alimentos. De manera significativa, la situación de Somalia y  el hambre que padece puede estar causado por un colapso económico  inducido. De hecho, se ha señalado que el factor fundamental de la  revolución egipcia ha sido la falta de alimentos.
Debido a la consolidación empresarial en cultivos  básicos como el maíz, la soja y el trigo, y el control centralizado de  la ayuda alimentaria, ahora es fácil manipular y crear la sensación de  una escasez de alimentos. Pero también se están produciendo eventos  climáticos adversos que destruyen la producción de regiones enteras,  como la ola de calor que asoló Rusia el verano pasado, que les llevo a  restringir las exportaciones de trigo. A esto algunos lo denominan la  guerra por los alimentos. Muchos países que ya habían firmado contratos  con Rusia no se mostraron de acuerdo, y los movimientos proteccionistas  tuvieron efectos globales sobre el precio de los alimentos. En otras  palabras, la escasez de alimentos ya no es un problema local, ya que  estando interconectado el sistema alimentario los problemas locales ya  afectan a la comunidad global.
3.-Aditivos químicos: Los aditivos  químicos, los pesticidas y conservantes, sólo pueden ser vistos como un  arma que se encuentra en la agenda de la despoblación. Los productos  químicos inventados en los laboratorios no fueron pensados para el  consumo humano. Sólo pueden atribuirse a un intento deliberado de  diezmar lentamente a la población. Muchos alimentos y bebidas contienen  flúor, aspartamo o glutamato monosódico (MSG), que son bien conocidos por tener efectos nocivos sobre la salud. Otras creaciones de los laboratorios, como el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa  (JMFA) también en poco recomendable, existiendo pruebas de la presencia  de mercurio en el jarabe de maíz. Es difícil encontrar alimentos que no  contengan aspartamo o fructosa, mientras que los dulces y el chicle  contienen aspartamo. Se estima que cada estadounidense consume de media  unas 12 cucharaditas de fructosa al día, mientras que la población joven  consume casi el doble. “El mercurio es tóxico en todas sus formas.  Teniendo en cuenta la alta cantidad de contenido en fructosa en el  jarabe de maíz que es consumida por los niños, puede ser una fuente  adicional de consumo de mercurio que debe ser tenida en cuenta”, dijo el Dr. David Wallinga, de Política Agrícola y Comercial, cuyo estudio encontró en casi un tercio de los alimentos con jarabe de maíz con alto contenido en fructosa cantidades no despreciables de mercurio. 
Los plaguicidas en encuentran en la categoría de  aditivos químicos; los pesticidas, especialmente por su uso en los  transgénicos (toxinas Bt). Todos ellos pasan al torrente sanguíneo, y se  ha observado su presencia en el 80% de los niños que nacen. Se cree que  estas toxinas se adquieren por el consumo de maíz y soja transgénica, y  de los animales que se alimentan de ellos. Un reciente estudio demostró  que el producto encontrado con más asiduidad en un viejo conocido, el glifosato, que es la causa de defectos de nacimiento  y otros problemas de salud. Sin embargo, a pesar de todos estos efectos  nocivos sobre la salud, las autoridades siguen manteniendo la  aprobación de uso, y se siguen acumulando de nuestro organismo. Son tan  persistentes que parece imposible escapar de ellos, pero todavía es  posible comer como un ser humano.
4.- Aprobación de nuevas leyes: Al  restringir la libertad de alimentarnos, los organismos reguladores están  creando de forma deliberada una dependencia de la Industria, que  controla totalmente los alimentos básicos. Controla el maíz, el trigo,  la soja y el arroz, haciéndonos dependientes de las fuentes de  alimentos. En Estados Unidos, las agencias reguladoras y sus compinches,  como la USDA, tratan de eliminar la competencia a través de una  excesiva regulación. Esta restricción en la libertad para alimentarnos  que está sucediendo en todo el mundo, se debe a una iniciativa global  que actúa de arriba abajo impulsada por organismos internacionales de  regulación, tales como la Organización Mundial del Comercio y las  Naciones Unidas.
(Bajo regulaciones gubernamentales, se está  desposeyendo de la tierra a las personas y son alquiladas a las  Corporaciones Multinacionales, a los gigantes de la minería o de la  Agroindustria. Los alimentos que se cultivan en estas tierras no son  para los desposeídos de las tierras, sino que son exportados. Etiopía,  la tierra del hambre, es un ejemplo de esto).
Se trata de una compleja agenda, interconectada, que  obliga a los productores independientes a doblegarse, beneficiando a las  estructuras corporativas globales. Las agencias reguladoras son una de  las principales armas desplegadas contra una vida no excesivamente  dependiente.
5.- Modificación genética: Hay muchas razones para evitar el consumo de alimentos modificados genéticamente,  desde las preocupaciones por la salud hasta el no apoyar unos alimentos  producidos por las Corporaciones. Los alimentos modificados  genéticamente son el camino para el monopolio sobre la vida humana a  través de una tecnología patentada , y la destrucción del medio ambiente  mediante la utilización de productos químicos y la extensión del  monocultivo. Los transgénicos están omnipresentes en los Estados Unidos,  y se estima que ya el 70% de la dieta estadounidense los contiene.  Algunos países europeos y otras regiones, los han rechazado. Hungría ha destruido recientemente los cultivos ilegales de maíz transgénico y considera aprobar que la comercialización de estas semillas sea un delito grave. Sin embargo, debido a la presión de las Corporaciones y la presión política,  los países que eran más reticentes se están viendo obligados a  aceptarlos. Todo a pesar de la contaminación del medio ambiente.  Mientras tanto, el control se ejecuta mediante una compleja maraña de  patentes y leyes, donde el nuevo organismo creado representa la  originalidad y supone el control sobre el organismo natural del que se  partió.
6.- Las condiciones climáticas: las  condiciones atmosféricas adversas afectan a la escasez y el aumento del  precio de los alimentos. Si echamos un vistazo a las zonas que están  siendo especialmente afectadas por estos factores, veremos que son áreas  de producción de alimentos. Estos fenómenos naturales pueden ser  explotados por los especuladores y los Gobiernos. Sin embargo, con la  modificación del clima, en la que intervienen la elite globalista, o el  mismo Bill Gates, surge la preocupación de si los Gobiernos pueden  utilizar el clima como un arma que deliberadamente desata una guerra por  los alimentos. Las acusaciones han sido lanzadas en este sentido, si  bien algunos descartan que se pueda controlar el tiempo con fines  perversos, pero no se puede ignorar el documentado presentado en 1996  por la Fuerza Aérea, titulado Controlar el clima en 2025 (pdf), en el cual se dice en la página 10: “La modificación del clima dentro de las operaciones militares”:
Como medida ofensiva se podría crear una falsa  sensación producida por unas condiciones climáticas virtuales… de modo  que el enemigo tomase decisiones que nos favoreciesen en lugar de a  ellos. Esto también podría servir para enmascarar o disfrazar nuestras  actividades de modificación del clima. 
También es importante la capacidad de modelar un  sistema no lineal extremadamente complejo para modelar el clima global  que pueda predecir con exactitud los cambios en las variables que  influyen… 
Posiblemente con el tiempo suficiente y las condiciones adecuadas se pueda conseguir un tiempo “hecho a medida”.
Esto sin duda sería el objetivo definitivo para  cualquiera que pretendiese utilizar los alimentos como arma de control.  Esta posibilidad no debe ser descartada sin más, sino que se precisa de  una actitud abierta de investigación.
Como hemos visto, el control de los alimentos ocupa  un amplio espectro, en una guerra declarada contra las personas, los  Estados y las naciones soberanas. Los que controlan los alimentos  pretenden minar la salud, la política y la economía, todo ello está  integrado en su agenda. Sólo unas soluciones que contemplen todos estos  aspectos podrían ser utilizadas como protección. Hay esperanza en los  mercados alternativos, en el sistema de trueque, en las cooperativas  locales. Daremos la bienvenida a tus ideas creativas que nos permitan  preservar nuestra independencia. 
“La verdadera libertad individual no puede  existir sin seguridad e independencia económica. Las personas que tienen  hambre o no tienen trabajo son carne de cañón para las dictaduras”.  Franklin Roosevelt. 
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/06/15/la-nueva-politica-de-escasez-de-alimentos/