Ningún niño en caso de bautistas era huérfano


HAITI-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) No había ningún huérfano entre los 33 niños haitianos que un grupo de bautistas estadounidenses intentó sacar del país sin documentos luego de la devastación que causó el terremoto del 13 de enero, de acuerdo con resultados de una investigación de Associated Press.


En una visita a la ruinosa barriada de Citron, donde vivían 13 de los niños, los padres que los cedieron confirmaron que cada uno de ellos tenía sus padres vivos.
Su testimonio fue el mismo que el dado por los padres en el poblado montañoso de Callabas, a las afueras de Puerto Príncipe, quienes dijeron el 3 de febrero que la desesperación y la fe ciega los llevaron a entregar a más de 20 niños a los bautistas estadounidenses, los cuales prometieron una vida mejor para el grupo de menores.
Pero ahora, los padres están preocupados ante la posibilidad de no ver de nuevo a sus hijos.
Una madre en Citron, que entregó a sus cuatro hijos, incluido un infante de tres meses, entra y sale de una especie de trance intermitente durante la visita de un reportero. De pronto, tiene arranques de histeria.
La mujer y otros padres dijeron que renunciaron a sus niños, entregándolos a los misioneros estadounidenses, porque les prometieron mantenerlos seguros al otro lado de la frontera, en un nuevo orfanato dentro de la República Dominicana.
Los relatos de los parientes contradicen las declaraciones de la líder de los misioneros, Laura Silsby, quien sigue presa e indicó que los niños eran huérfanos o que habían sido entregados por parientes lejanos.
``Ella debió haber dicho la verdad'', dijo Jean Alex Viellard, estudiante de derecho de 25 años, oriundo de Citron, donde vive un par de las familias que entregaron a los 13 niños en cuestión.
Aun así, Viellard expresó admiración por los misioneros, llevándoles galletas, dulces y naranjas durante las casi tres semanas que permanecieron detenidos. Ocho de los 10 fueron liberados el miércoles pasado y volaron a Estados Unidos.
Silsby, de 47 años, y su joven asistente Charisa Coulter, de 24, siguen detenidas mientras un juez interroga a los funcionarios de los orfanatos que ambas visitaron antes del devastador terremoto del 12 de enero. Está previsto que comparezcan de nuevo el martes ante la corte.
Mientras salían de la prisión y abordaban una camioneta de la embajada estadounidense, los bautistas liberados saludaron y agradecieron a Viellard, quien después los describió como ``gente grande que ha hecho bien a Haití''.
Los estadounidenses, la mayoría miembros de un ministerio bautista en Idaho, fueron acusados de secuestro de menores, por tratar de sacar a los niños del país sin los documentos debidos, en medio del caos posterior al sismo.
Silsby había trabajado para crear un orfanato en República Dominicana