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La Ciencia al servicio del poder: la Industria nuclear después de Chernobyl y Fukushima (I)

Por Gayle Greene, 20 de enero de 2012

Asia Pacific Journal


Una de las maravillas que no deja de sorprendernos es la capacidad de la Industria Nuclear para renacer de sus ruinas a finales del siglo pasado, después de derrumbarse bajo su ineficiencia, sus costes y los grandes accidentes. El de Chernobyl liberó varios cientos de veces la radiactividad de las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki juntas, contaminando más del 40% de Europa y de todo el hemisferio norte (1). Pero llegó el lobby nuclear para dar nueva vida a esta Industria, limpiando la cara de esta fuente de energía que ha contaminado medio planeta. La “nueva mirada hacia lo nuclear” – en palabras aparecidas en un artículo de The New Tork Times el 13 de mayo de 2006 (2)-, allanó el camino hacia un renacimiento nuclear, que tampoco el accidente de Fukushima ha acabado con él.

 
Los medios de comunicación son poderosos defensores de la energía nuclear, lo cual no es ninguna sorpresa. “Los medios llevan a cabo una campaña especializada de promoción, intensiva y eficaz por parte de la Industria Nuclear, desinformando…y extendiendo creencias incluso entre gente por otra parte bastante sensata”, así lo afirma el Informe Mundial de la Energía Nuclear del Worldwatch Institute (3). Lo que es menos conocido es la naturaleza de las pruebas que presenta la Industria Nuclear, una Guerra Fría de la Ciencia, sobre el riesgo de recibir radiación a dosis bajas, lo que está siendo utilizado para mantener en silencio lo que está ocurriendo en Fukushima y levantando un muro sobre las pruebas que justifican el poner fin a esta Industria.

A continuación algunas de las joyas aparecidas en algunos medios de comunicación:
  • Las cantidades ínfimas de radiación producida por la nube radiactiva que se extiende por Estados no supone ningún peligro para la salud, según aseguraba el Departamento de Energía ( William Broad, “La radiación en Estados Unidos es inofensiva, según las autoridades”, New York Times, 22 de marzo de 2011).

  • El riesgo de padecer cáncer es muy bajo, inferior a lo que la gente piensa”, explica Evan Douple, director de la Fundación de Investigación de los Efectos de la Radiación (RERF), que ha estudiado a los sobrevivientes de la bomba atómica y consideró que “a dosis muy bajas, el riesgo es muy bajo” (Denise Grady, “La radiación está en todas partes, pero ¿cómo evaluar el daño?” New York Times, 5 de abril de 2011).

  • En un programa de la NPR (National Public Radio) emitido pocos días después del accidente de Fukushima Daiichi, se citaba al mismo Evan Douple, diciendo que los niveles de radiación alrededor de la planta “ eran tranquilizadores. A estos niveles no creo que ningún estudio fuese capaz de encontrar efectos sobre la salud, incluso en el futuro”. (Primeros datos sobre radiación y temores sobre efectos en la salud”, Richard Knox y Andrew Prince, 18 de marzo de 2011). El programa de la NPR, como decía Grady, subrayaba que la Fundación de Investigación de los Efectos de la Radiación (RERF) tiene seis décadas de experiencia, por lo que algo sabrá sobre el tema.

  • El periodista británico George Monbiot, un ecologista que se volvió defensor de la Energía Nuclear, se refiere a los datos de la RERF como de “consenso científico”, citando de nuevo que las bajas dosis de radiación tienen un bajo riesgo de producir cáncer. (4)

    Todo el mundo sabe que la radiación a altas dosis es perjudicial, pero los estudios realizados sobre Hiroshima nos deben tranquilizar, ya que el riesgo disminuye a medida que disminuye la dosis, hasta volverse insignificante. Esta es una creencia que necesita extender la Industria Nuclear, porque los reactores nucleares liberan radiación no sólo cuando se produce un accidente, sino que es la rutina diaria durante las operaciones y el tratamiento de los residuos nucleares. Si las bajas dosis de radiación no son despreciables, los trabajadores de la esta Industria no están exentos de riesgo, al igual que las personas que viven en las cercanías de los reactores nucleares – y la vida misma de este planeta. Los residuos producidos por los reactores no se diluye y dispersa, no desaparece, como los defensores de la Industria Nuclear nos quieren hacer creer, sino que son arrastrados por el viento, por las mareas, se filtra en el subsuelo y contamina las aguas subterráneas, se abre paso en la cadena alimentaria y llega hasta nosotros, sumándose a los múltiples factores que producen cáncer y defectos de nacimiento. Su legado es más duradero en el tiempo que cualquier civilización que haya existido, por ejemplo el plutonio, que con una vida media de 24.000 años nos viene a decir que es para siempre.
¿Qué es lo que investiga esta Fundación sobre los efectos de la radiación y qué es lo que tiene que decir la Ciencia sobre “estas afirmaciones tranquilizadoras”?
***
La Atomic Bomb Casualty Commission (ABCC), como fue denominada en un principio, comenzó sus estudios de los sobrevivientes cinco años después del lanzamiento de las bombas atómicas (Su nombre fue cambiado por el de Fundación de Investigación de los Efectos de la Radiación (RERF) a mediados de los años 70…). Japón ha sido bombardeada dos veces con armas nucleares, primero como enemiga de los Aliados y en 2011 al sufrir un accidente nuclear con los reactores de General Electric enviados desde Estados Unidos, siendo por tanto la población más estudiada sobre los efectos de la radiación, ya que los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki irradió a un número elevado de personas. “Pero los norteamericanos son maravillosos”, se dice que exclamó el experto en radiación Tsuzuki Maso, de Japón, que lamentó el tener únicamente conejos para seguir trabajando: “Habría hecho falta realizar los experimentos en humanos“ (5)

La ABCC estudió, pero no trató los efectos de la radiación, y muchos de los sobrevivientes no estuvieron dispuestos a identificarse, ya que estos no deseaban exponer sus problemas de salud a investigadores estadounidenses, expuestos a la estigma social y a numerosos trámites burocráticos. Pero a pesar de eso, muchos vinieron voluntariamente y se realizó un gran estudio, el estudio más amplio realizado sobre los efectos en la salud de la radiación nuclear. Ningún otro estudio médico ha podido disponer de tantos recursos, de equipos científicos y otros equipos de tecnología avanzada, financiados por la Comisión de la Energía Atómica (Consejo de Energía Nuclear). Ya que se trata del estudio epidemiológico más amplio, mayor será su fiabilidadad estadística, lo que propició que se considerasen estos datos como el patrón oro del riesgo de la radiación.

 

Examen de la ABCC de las víctimas de Hiroshima

Los médicos japoneses y los científicos que observaron las escenas contaron historias de horror de personas que pareciendo ilesos de repente comenzaban a sangrar por los oídos, la nariz y la garganta, se les caía el pelo a puñados, les aparecieron puntos azulados en la piel, se les contrajeron los músculos, dejando los miembros deformados. Cuando trataron de publicar sus observaciones, se les ordenó primero pasar estos informes a las autoridades estadounidenses. A los largo de los años de ocupación (1945-1952), las observaciones de los médicos japoneses fueron censuradas sobre los asuntos nucleares. A finales de 1945, los cirujanos del ejército estadounidense publicaron una declaración en la que se decía que todas las personas que se esperaba iban a morir por los efectos de la radiación producida por la bomba ya habían muerto y que ningún efecto adicional debido a la radiación se esperaba con posterioridad (6). Cuando la radio de Tokio anunció que hasta la gente que entró con posterioridad a las ciudades después de los bombardeos, moría por causas misteriosas y se desacreditaron armas tan ilegales e inhumanas, rechazando estas acusaciones los norteamericanos como propaganda japonesa (7).

La cuestión del envenenamiento por radiación era algo particularmente sensible, ya que implicaba la utilización de armas prohibidas, como los gases tóxicos. La Bomba Atómica no es un “arma inhumana”, declaró el general Leslie Groves que había dirigido el programa Manhattan (8). Los primeros científicos occidentales a los que se les permitió la entrada en las dos ciudades devastadas lo hicieron con escolta militar. El periodista australiano Wilfred Burchett, que logró entrar en Hiroshima, publicó un artículo en un periódico británico, describiendo que la gente moría “misteriosamente y de manera horrible por algo desconocido, que sólo podía describir como la plaga atómica… muriendo a razón de 100 personas diariamente”. El general MacArthur le ordenó abandonar Japón y la película que había rodado desapareció misteriosamente (9).

No hay radiactividad en las ruinas de Hiroshima” proclamaba u titular del New York Times el 13 de septiembre de 1945”.


Otro titular decía: “Una nueva revisión excluye peligros en Nagasaki”, o este otro: “La radiactividad después de la bomba atómica es sólo 1000 veces superior a la registrada en la esfera de un reloj luminoso”, el 7 de octubre de 1945 (10). Existen poderosos incentivos políticos para minimizar el riesgo de radiación. El fiscal del Ministerio de Asuntos Exteriores, William H. Taft, afirmó: “Se obtiene una impresión equivocada de que un bajo nivel de radiación es peligroso.. afectando al personal de Ministerio de Defensa que trabaja en armas nucleares y programas de propulsión nucleares… afectando a la industria nuclear civil… y podría levantar dudas en cuanto al uso de sustancias radiactivas en el diagnóstico y tratamiento médico” (11). Un folleto publicado por la Comisión de Energía Atómica en 1953 insistía en que “la exposición a bajos niveles de radiación puede recibirse indefinidamente en el tiempo sin que se detecte ningún cambio corporal detectable” (12). El Consejo de Europa de Energía Nuclear pagaba los sueldos de los científicos de la ABCC y los supervisaba “de forma estrecha y algunos consideraron que demasiado estrechamente”, según escribe Susan Lindee en Suffering Made Real (El sufrimiento se hace verdadero), que documenta las presiones políticas que sufrió la ciencia de la Energía Atómica (13). (Otras fuentes son: Roff’s Hotspots, de Sue Rabbit; The Atomic Bomb Suppressed, de Monica Braw; Hiroshima in America, de Robert Lifton y Greg Mitchell).

El New York Times se unió al Gobierno en la censura de la información sobre los efectos de la radiación en los sobrevivientes y minimizó u omitió este tema en sus artículos, como Beverly Ann Deepe Keever demuestra en The New York Times y la bomba (14). Keever, un veterano periodista, escribió que “desde el nacimiento de la época de la bomba atómica,… Times ayudó a extender las informaciones para que fuese aceptada la fuerza más destructiva jamás creada”, ayudando al “encubrimiento de esta guerra fría”, suavizando las informaciones y negando efectos sobre la salud y las consecuencias ambientales de la bomba atómica.

Los científicos de la Atomic Bomb Casualty Commission calcularon que hacia 1950, cuando la comisión comenzó sus investigaciones, el índice de mortalidad de todas las causas, excepto el cáncer, habían vuelto a la normalidad, y las muertes por cáncer eran demasiado pocas como para causar alarma (15)

http://www.japanfocus.org/-Gayle-Greene/3672

Cambio climático: ¿se quedaron mudos los medios de comunicación?

 Por Media Lens, 18 de diciembre de 2011

 
 La última ronda de conversaciones sobre el clima de la ONU celebrada en Durban, Sudáfrica, ha supuesto que las naciones más ricas del mundo eviten cualquier nuevo tratado que entrase en vigor antes de 2020. Achim Steiner, director del programa ambiental de la Naciones Unidas, ha condenado la acción como una decisión política, en lugar de haber tenido en cuenta la ciencia, calificando el resultado de “muy alto riesgo”.

Con el Tratado de Kyoto que expira en 2012, la llamada Comunidad Internacional ha fracasado de forma estrepitosa en el cumplimiento de sus compromisos en la protección del planeta. Esto no debería sorprender a nadie. Los altos cargos de la NASA, como el climatólogo James Hansen, señalaron ya en al cumbre previa de México en 2010 que las conversaciones de la ONU estaban “condenadas al fracaso”, ya que no se tienen en cuenta las limitaciones fundamentales del sistema climático de la Tierra y cómo vivir de acuerdo con ellas.

La preocupación pública sobre el cambio climático es algo que sigue aumentando. Según el Eurobarómetro, en su más reciente encuesta de opinión (octubre de 2011), el 68% de los europeos encuestados considera que el cambio climático es un problema muy grave (era del 64% en 2009). En total, el 89% lo ve como un problema grave ( ya sea muy grave o bastante grave). En una escala de 1 a 10, la gravedad del cambio climático se situaría para la gente en 7,4, frente al 7,1 de 2009.

Mientras tanto, el interés de los medios de comunicación hacia este asunto ha desaparecido. El Dr. Robert J. Brulle de la Universidad de Drexel dice que “se ha producido un enmudecimiento de “cualquier cobertura significativa del cambio climático en los medios de comunicaciónSi los medios de comunicación no llaman la atención sobre el tema, la opinión pública también la perderá”.

En su blog Progreso del Clima, el experto Joe Romm señala, por ejemplo, que elNew York Times “ha reducido la cobertura informativa de forma drástica desde los años 2006 y 2007, que era amplia”.

Igual de inquietante es el cambio que se ha producido en los medios de comunicación de todo el mundo. Un amplio estudio de Reuters sobre la prevalencia del escepticismo climático en los medios de comunicación del mundo – Polos opuestos, presentación de informes internacionales sobre el escepticismo climático-se centró en los periódicos de Brasil, China, Francia, India, Reino Unido y Estados Unidos. Los periodos considerados fueron 2004-2007 y de mediados de noviembre de 2009 a mediados de febrero de 2010 (período en el que se celebró la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Copenhague y se produjo el Climategate). Sorprendentemente, el estudio concluye que el escepticismo climático es un fenómeno “predominantemente anglosajón”, sobre todo en los periódicos estadounidenses y británicos:

En general, los medios de comunicación del Reino Unidos y Estados Unidos son mucho más escépticos que los otros cuatro países. Juntos representan más del 80% de las veces que se cita el problema en el conjunto de los seis países”

El estudio concluyó:

En general, los datos sugieren que existe una fuerte correlación entre la perspectiva de un periódico y la prevalencia de voces escépticas en su seno, sobre todo en las páginas de opinión. En su mayoría (no todos), los medios de derecha son más escépticos, y menos los de izquierdas”.
Y así nos encontramos con que el Reino Unidos y los Estados Unidos, los dos países que respondieron de forma más agresiva a las supuestas amenazas para la seguridad humana de países como Afganistán, Irak o Libia, son también los dos países menos interesados en responder a la amenaza real del cambio climático.

El capitalismo está pisoteando el periodismo

A medida que el estudio de Reuters sugiere que los medios están muy influidos por su línea editorial, a su vez fuertemente influenciada por los intereses comerciales. En octubre, es ex periodista de Daily Star, Richard Peppiatt, dijo en la investigación Levenson (N. del T.: puesta en marcha tras el escándalo de las escuchas telefónicos del periódico de Murdoch, y que tiene como objetivo analizar la ética del periodismo británico) que la cultura y la ética de la prensa británica dice mucho acerca de la cultura del Reino Unido:

En aproximadamente 900 bylines ( N. del T.: lo que se coloca tradicionalmente entre el titular y el texto del artículo) del periódico, puedo contar con los dedos de la mano las veces que sentí que se estaba diciendo la verdad, sin embargo, sólo un número similar podrían clasificarse como mentiras. Esto se debe a la habilidad de los periodistas de hoy para tratar los hechos, aunque también es una forma de hacer caso omiso de los hechos. Se intenta hacer encajar los hechos en la historia, porque la historia está casi pre-definida.

Establecidos ante un canon de narrativa ideológica y por dependencias comerciales que deben ser atendidas, el periódico se atribuye el ser un árbitro moral, y su trabajo consiste en extender su visión del mundo en todo lo que haces… El imperativo ideológico acapara el periodismo – las drogas son siempre malas, la justicia británica siempre actúa bien”.

Peppiatt señaló:

Las salas de la prensa sensacionalista son a menudo fuente de acoso y de un ambiente agresivo, en el que la disidencia no se tolera. Es difícil levantarse y salir por la puerta si tienes una hipoteca que pagar, sabiendo que quizás no haya otra oportunidad fuera”.

La cuestión que no ha sido analizada en la investigación Levenson es el grado en el que estas intromisiones se generalizan en los medios de comunicación corporativos y por qué. Por el contrario, Nick Davies, en The Guardian, escribió sobre la interferencia en las informaciones por parte de los propietarios y anunciantes:

Los periodistas con los que he hablado están de acuerdo en que sí se podría cuantificar, estimándose de un 5% a un 10% el impacto total de estas formas de interferencia” (1)

Un buen ejemplo de este atropello fue la información aparecida en la serie de la BBC Frozen Planet, narrado por David Attenborough, centrado en la vida y el medio en el Ártico y la Antártida. Los espectadores verán los siete episodios, el último de los cuales, “On Thin Ice”, se refiere a la amenaza del cambio climático.

Sin embargo, en otros países sólo se verán seis episodios. Esto se debe a que la BBC considera el episodio del cambio climático como un accesorio que otras cadenas extranjeras de televisión podían rechazar. Y así fue, de las 30 cadenas que han comprado la serie, 10 optaron por no comprar el episodio sobre el cambio climático. La mayoría era de los Estados Unidos, principal contribuyente mundial tanto a la crisis climática como a la desinformación sobre el problema.

Un portavoz de Greenpeace, dijo:

Es dar al botón de parada del Titanic cuando se ve aparecer el iceberg.
El cambio climático es uno de los acontecimiento más importantes de los polos; el calentamiento del Ártico no se puede negar, de modo que está cambiando el medio de una manera que los expertos temen por su futuro”.
 
El programa de la BBC Frozen Planet ha generado poco interés en los medios de comunicación, aunque sí ha tenido algunos elogios. Lord Leach de Faiford, conservador y ex director de la Biblioteca Nacional, comentó:

“No creo que lo que Attengorough diga sobre el cambio climático sea digno de escuchar. Es muy simpático, pero no creo que lo diga sea verdad – no tiene ni idea de estas cuestiones. El hecho de que sea amable con los monos no quiere decir que sepa de qué está hablando en lo referente al cambio climático.

Me parece bien que se haga separado ese episodio”.

El periodista John Gibbons ha abordado el tema del cambio climático para el Times de Irlanda durante dos años. Escribía en su última columna de febrero de 2010:

Uno de los mayores expertos sobre el clima de Irlanda, el profesor John Sweeney de la Universidad Nacional de Irlanda, reconoció la semana pasado que los negacionistas del cambio climático están ganando la guerra de propaganda”. Y esto está ocurriendo desde las filas del periodismo y desde los grupos de presión.

Usted se preguntará que si no son los periodistas los buenos, los que investigan y no propagan las estafas. Sí y no. Los medios de comunicación y la industria de las telecomunicaciones están impulsados por la publicidad y por la maximización de beneficios, según dijeron Justin Lewis y Tammy Boyce, de la Escuela de Periodismo de Cardiff.”

Gibbon dijo que esto es obvio:

Algunos periodistas tienen un interés personal no declarado en mantener su status quo económico, impulsado por el consumo en el que se basa su riqueza. Igualmente ocurre con los propietarios de los medios. A su vez, buscan una afirmación de sus propios prejuicios, y ridiculizan a los disidentes.”

Mientras lo medios tocan el violín, el monstruo sigue creciendo


La preocupación por parte de la gente sigue creciendo y sin embargo la cobertura mediática se desploma, el problema del cambio climático se evapora. De acuerdo con un reciente estudio realizado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, la producción mundial de dióxido de carbono que hace de efecto invernadero ha alcanzado sus máximos en 2010. En el mundo se lanzas alrededor de 564 millones más de toneladas de carbono a la atmósfera en 2010 que en 2009, con un incremento del 6%. Las últimas cifras indican que los niveles de gases de efecto invernadero “son más altas que en el peor de los casos descritos por los expertos del clima hace apenas cuatro años”, en USA Today.

Gregg Marland, un profesor de Geología de la Universidad del Estados de los Apalaches, que participó en los cálculos realizados por el Departamento de Energía, dijo que se trata de un monstruo que está creciendo de un modo que no tiene precedentes.

Granger Marland, jefe del Departamento de Ingeniería y Políticas Públicas en la Universidad de Carnegie Mellon, dijo:

El panorama es desalentador. Estamos construyendo un legado terrible para nuestros hijos y nuestros nietos”.

Entonces, ¿por qué no se está haciendo nada sobre el problema? En un nuevo estudio, ¿Qué nos está reteniendo?, Greenpeace decía:

La mayoría de las empresas responsables de contribuir a las emisiones que favorecen el cambio climático y que se benefician de estas actividades, están intentando aumentar su presencia en las negociaciones internacional y, al mismo tiempo, trabajan para que no se apruebe una legislación progresista en materia de cambio climático y la energía, en todo el mundo.

Mientras que en las declaraciones públicas parecen mostrar una preocupación por el cambio climático, estas empresas están luchando ferozmente para que no se tomen acciones preventivas. Esta es una de las razones por las cuales las cuestiones relativas al cambio climático están desapareciendo de la agenda política.

Estas Corporaciones ejercen su influencia tras el telón, utilizando una variedad de técnicas, incluyendo el uso de asociaciones comerciales y grupos de reflexión, que actúan como fachada, confundiendo al público al negar el cambio climático o realizando campañas de publicidad, haciendo donaciones políticas, así como utilizando las “puertas giratorias” entre los servidores públicos y las empresas emisoras de carbono”.

Sólo en Estados Unidos, aproximadamente 3,5 mil millones de dólares se invierten anualmente en actividades de los grupos de presión a nivel federal. En los últimos años, la empresa Shell holandesa, la Cámara de Comercio, Edison Electric Institute, PG & E, Southern Company, ExxonMobil, Chevron, BP y ConocoPhillips, todos ellos forman parte de los 20 grupos de presión (lobbies). En la campaña de la organización 350.org se estima que el 94% de las contribuciones de la Cámara de Comercio de Estados Unidos a los candidatos, eran negacionistas del cambio climático.

Grupos como el Instituto Americano del Petróleo, la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo y la Asociación de Carbón de Australia, entran a menudo en campaña “actuando en contra de las medidas que reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero o de las campañas que apoyan el no uso de los combustibles fósiles”.

Los intentos de la UE para aumentar su objetivos de emisiones para el año 2020, con una reducción del 20 al 30%, se ha visto afectados por la fuerte presión y los intereses en torno al carbono, incluyendo BASF, ArcelorMittal y Business Europe.

Tzeporah Berman, co-director del Programa de Clima y Energía de Greenpeace Internacional, dice que este último estudio “demuestra sin lugar a dudas de que hay un puñado de poderosas empresas contaminantes que están ejerciendo una influencia indebida en el proceso político para proteger sus propios intereses” .

Hace dos años desafiamos a James Hansen para que resumiese las respuestas de los Gobiernos ante la amenaza del cambio climático en una sola palabra. Y eligio “engaño”. ¿Por qué engaño?. Porque casi todo es un lavado verde. (email de 18 de junio de 2009).

A continuación le pedimos que diera una cifra aproximada para indicar hasta qué punto los Gobiernos se habían involucrado en la lucha contra el cambio climático. ¿Es el 1%, 20%, 50%, 70%…? Sabíamos que esto es algo impreciso, pero queríamos tener su impresión. Nos respondió:

0%, porque están actuando en el camino equivocado, porque se requieren de una a dos décadas para el reajuste. Los objetivos para la reducción de emisiones, los límites máximos y el comercio de compensaciones sin dejar de construir más centrales térmicas de carbón y el desarrollo de combustibles fósiles no convencionales es un camino desastroso. Tienen el propósito de engañar a la gente, incluso a ellos mismos. Asumen un enfoque estratégico en lugar de reconocer las condiciones geofísicas del entorno, específicamente que las emisiones de carbono deben ser rápidamente reducidas”.

Y añadió un análisis inquietante:

El requisito económico fundamental es el del precio de los combustibles fósiles en relación a otras opciones (eficiencia energética, energías renovables y otras energías libres de carbono) . Como el precio se eleva y se produce una competencia en el que llegaríamos a un punto en el cual las energías alternativas despegarían de repente, y nos moveríamos más allá de los combustibles fósiles sucios. El temor que se produciría es tal que las empresas que impulsan los combustibles fósiles han tomado el control absoluto de las acciones de nuestros Gobiernos”.

Incluso el Organismo Internacional de la Energía, cauto y conservador, ha advertido que bajo las actuales políticas que implican un aumento de la energía fósil se va camino de forma irreversible y potencialmente a un catastrófico cambio climático.

No hay que tener dudas. Las Corporaciones están dirigiendo la política de los Gobiernos, llevando a la humanidad al borde del abismo climático. Naturalmente, los Medios Corporativos tratan de evitarlo ya que entra en violento conflicto con su programa de maximización de beneficios, de su necesidad de crecimiento sin límites, su fuerte influencia de la publicidad corporativa.

Es necesario que el Movimiento de Ocupación de Wall Street exija la recuperación de nuestros Gobiernos del control corporativo. Pero también tenemos que ocupar el espacio de los medios que durante tanto tiempo han monopolizado el brazo propagandístico de Wall Street. Tenemos que ocupar el sistema Corporativo de los Medios, que está manipulando y tocando una melodía idiota, amenazando al planeta y nuestra propia supervivencia.

(1). Davies, Flat Earth News, Vintage 2008, p.22 [ ↩ ]


Media Lens es un organismo de control de los medios de comunicación del Reino Unido, encabezado por David Edwards y David Cromvell. El segundo libro de Media Lens, Neolengua en el siglo XXI, por David Edwards y David Cromwell, fue publicado en 2009 por Pluto Press. Visit Media Lens’s website.






Japón: incluso la inhalación de las partículas más pequeñas es peligrosa

Lo que se está encubriendo en Fukushima
Por HIROSE Takashi
Presentado por Douglas Lummis
Okinawa

¿Cómo se puede decir que una dosis que es 3.500.000 veces la normal sea segura? ¿Quién ha dicho esto? ¡Nadie!

Hirose Takashi ha escrito abundantes libros, muchos de ellos relacionados con la industria de la energía nuclear y el complejo industrial militar. Quizás su libro más conocido es Centrales nucleares para Tokio, en el cual continúa con la lógica de los promotores de las centrales nucleares: si está seguro de que las centrales nucleares son seguras ¿por qué no construirlas en el centro de las ciudades, en lugar de hacerlo a cientos de kilómetros de distancia, donde se pierde la mitad de la energía eléctrica en el transporte a través de las líneas?
Me dirigí a Hirose por teléfono el pasado 22 de marzo de 2011. Me dijo que tenía sentido oponerse a la energía nuclear antes de que ocurriera el accidente, pero ahora que se ha producido prefería mantenerse en silencio. Pero debido a las mentiras que una y otra vez se repiten por la radio y en TV, que son tan groseras, no puede seguir en silencio por más tiempo.

Después de que lea esta información usted de preguntará por qué siguen lanzando agua a los reactores y no se deciden por la solución de construir un sarcófago, es decir, sepultar los reactores con hormigón. Hay un par de respuestas. La primera es que los reactores suponen una gran inversión y no aceptan tan enorme pérdida financiera. Pero quizás la principal razón es que si construyeran el sarcófago sería confesar que han actuado de forma incorrecta, y no pueden admitir tal cosa. Por otro lado, supone un fracaso de la idea de la energía nuclear, una idea a la que rinden devoción con lealtad cuasi religiosa. No supone solamente la pérdida de 6 o 10 reactores, sino que significa que hay que cerrar los demás también: una catástrofe financiera. Si consiguieran enfriarlos y los ponen en funcionamiento otra vez, dirían: vean, la energía nuclear no es tan peligrosa después de todo. Fukushima es un drama al que asisten los ojos de la humanidad entera, que puede terminar en el fracaso (una frágil esperanza) o en la victoria de la energía nuclear. Las explicaciones de Hirose nos pueden ayudar a entender todo este drama. Douglas Lummi.

Hirose Takashi: el accidente nuclear de Fukushima y la manipulación por los medios

Transmitido por New Star Asahi, 17 de marzo de 2011
Entrevistadores: Yoh Sen’ei y Maeda Mari

Yoh: Vemos rociar con agua los reactores nucleares, tanto desde el aire como desde tierra ¿ Resulta eficaz esto?

Hirose: Si lo que quiere es enfriar el reactor con agua, lo que tienes que conseguir es que el agua circule por el interior y absorba el calor. Lo que se está haciendo no tiene ningún sentido. Así que la única solución consiste en restaurar el sistema eléctrico. Esto se parece a echar agua sobre la lava.

Yoh: ¿ Restaurar el sistema eléctrico? Es decir, ¿ poner en funcionamiento el sistema de refrigeración?

Hirose: Sí. El accidente se produjo a consecuencia del tsunami, inundando el agua los generadores de emergencia, arrastrando consigo los depósitos de combustible. Si esta cuestión no se soluciona, no hay manera de atajar este accidente. 

Yoh: Tepco ( la Compañía Eléctrica de Tokio, la propietaria de las plantas nucleares) dice que espera reparar la línea de alta tensión esta misma tarde. 

Hirose: Sí, tienen alguna esperanza. Pero lo que resulta inquietante es que un reactor nuclear no se parece a lo que muestran los cuadros esquemáticos ( muestran un gráfico de un reactor, como los que aparecen en TV). Eso es solamente un dibujo. Esto que muestro (es una fotografía) es lo que hay en la parte inferior del contenedor del reactor. Es el extremo inferior del reactor. Se ve una gran cantidad de palancas, interruptores, alambres y tubos. En televisión, los pseudoeruditos dan explicaciones muy simples, pero en realidad no saben nada, son profesores de colegio. Sólo los ingenieros lo conocen. Aquí es donde se está vertiendo agua. Este laberinto de tubos es como para marearse. Es una estructura demasiado compleja como para que podemos entenderla nosotros. Y han estado echando agua, y además salada. Si usted vierte agua salada sobre un horno caliente, ¿qué piensa usted que pasa? Pues que se forma sal. La sal entrará por todas las válvulas y conseguirá obturarlas, de forma que ya no se podrán mover. Entonces ocurre que ya no solamente hay que restablecer el sistema eléctrico para que circule el agua. Cualquier ingeniero con algo de imaginación puede entender esto. Si tiene un sistema tan increíblemente complejo, como es éste, y vierte agua desde un helicóptero, tal vez ellos tengan alguna idea, pero yo no logro entenderlo. 

Yoh: se necesitan 1300 tonelada de agua para llenar los estanques que contienen las barras de combustible gastado de los reactores 3 y 4. Esta mañana se echaron 30 toneladas. El Ministerio de Defensa llevaba otras 30 toneladas en cinco camiones. ¿Cree que el agua proyectada por las mangueras puede cambiar la situación? 

Hirose: En principio, así no se puede. Cuando un reactor está en buenas condiciones requiere un control constante de la temperatura para mantener la seguridad. Pero ahora muchos de los dispositivos ya no funcionan, y cuando pienso en los 50 operarios que quedan en la central me vienen lágrimas a los ojos. Están expuestos a enormes cantidades de radiación, y ellos mismos han reconocido que se están exponiendo a una muerte seguro por permanecer en el interior de la central. ¿ Y cuánto tiempo más lo podrán hacer? Quiero decir, físicamente. A esta situación es a la que hemos llegado. Cuando veo las informaciones por televisión yo quisiera decir: Muy bien, es lo que usted propone. Vaya allí y llévelo a cabo. Sí, lo que se dicen son muchas tonterías, tratando de tranquilizar, tratando de evitar que se extiende el pánico. Lo que necesitamos ahora es un nivel de pánico apropiado a la situación. Y la situación ha dado es un peligro que es real. 

Si yo fuera el primer Ministro Han, ordenaría que se hiciese lo que se hizo en la Unión Soviética con el reactor de Chernobyl. Es decir, construir un sarcófago y sepultar todo el asunto bajo el cemento, de modo que cada compañía cementera de Japón trabaje en este empeño, vertiendo el cemento desde el aire. Hay que ponerse ya en el peor de los casos. ¿Por qué? Como en Fukushima se encuentra la planta Daiichi con seis reactores y la planta Daini con cuatro más, esto hace un total de 10 reactores nucleares. Si uno de ellos se vuelve incontrolable, entonces los trabajadores tendrían que evacuar toda la planta o quedarse allí y sufrir los riesgos del colapso del reactor. Pero si una de ellos colapsa, lo más probable es que después lo hagan los restantes. Es cuestión de tiempo. Y si esto ocurre, no sabremos cuál será su reacción, pero seguramente tendrán que marcharse.
Hablo de la peor de las situaciones, pero la probabilidad no es pequeña. Este es el peligro del que el mundo está pendiente. Pero en Japón este problema se está ocultando. Como usted ya sabe, de los seis reactores de Daiichi, cuatro de ellos están en crisis. Si todo fuera bien y el sistema de refrigeración se restaurase, aunque fuese sólo en uno de ellos, es probable que en los demás no pueda hacerse. Cuando hay cuatro reactores con problemas, lograr el 100% de aciertos es muy difícil, y lamento decirlo, pero soy pesimista. De ser así, hay que pensar en salvaguardar a las personas, intentar de alguna manera que la fuga radiactiva sea lo más pequeña posible. No rociando agua con mangueras, que es como echar agua en el desierto. Tenemos que pensar en controlar seis reactores, y la posibilidad de que se consiga es muy baja. La probable es que se produzcan vientos fuertes sobre Japón, lo cual tiene una probabilidad de una vez por semana. Es decir, que con una velocidad de 2 metros por segundo, sólo se precisarían dos días para que todo Japón quedase cubierto por la radiación. No hablamos de distancias de 20 kilómetros, ni 30, ni 100, sino que incluso Tokio y Osaka podrían verse afectados. Son lugares que pueden ser alcanzados por la nube radiactiva. Por supuesto que depende del tiempo, y es difícil predecir la distribución de tal nube. Sería bueno que el viento la arrastrase hacia el mar, pero no siempre ocurre así. Hace dos días, el viento soplaba en dirección a Tokio. Esto es así…

Yoh: Todos los días la Administración mide los niveles de radiactividad. Todas las emisoras de televisión dicen que aunque está aumentando el nivel de radiactividad, esto no supone un peligro para la salud. Lo comparan con una radiografía, y si sigue subiendo dicen que se trata de un tomografía. ¿Qué hay de verdad en este asunto? 

Hirose: Por ejemplo, ayer, En los alrededores de Fukushima Daiichi se midieron unos niveles de radiación de 400 milisieverts por hora. Con estos niveles el Secretario del Gabinete, Edano, reconoció por primera vez que había peligro para la salud, pero no dijo lo que esto significaba. Todos estamos expuestos a unos ciertos niveles de radiación en nuestra vida cotidiana, que proviene del ambiente. Pero ésta es la radiación que se recibe en un año. Un año tiene 365 días, cada día 24 horas, y multiplicando 365 por 24 se obtiene 8760. Multiplique 400 milisieverts por esta cantidad, y comprobará que es 3.500.000 la dosis normal. ¿ Este nivel de radiación es segura? ¿Qué medios han dicho esto? Ninguno. Pero siguen diciendo que se trata de niveles comparables a una tomografía, que dura unos momentos; pero estos niveles no tienen nada que ver con esta exploración radiológica. La radiación se produce porque material radiactivo se escapa. Lo que es peligroso es que las partículas radiactivas penetren en el cuerpo, irradiándolo por dentro. ¿Y que dicen los eruditos de la industria por Tv? Que alejándose del foco de la radiación ésta se reduce inversamente al cuadrado de la distancia. ¿Pero qué pasa cuando el material radiactivo es ingerido? Las partículas se adhieren al interior del organismo, estando a una distancia de usted de un micrón. Un metro son 1000 milímetros, y un micrón es una milésima de milímetro. Esto es 1000 veces mil: mil al cuadrado. Este es el verdadero sentido de “inversamente al cuadrado de la distancia”. La exposición a la radiación aumenta es un factor de un millón. Esto ocurre inhalando la más pequeña de las partículas, y supone un gran peligro. 

Yoh: La comparación entre la radiación recibida ahora y las exploraciones radiológicas no tienen ningún sentido. Así que se puede inhalar el material radiactivo. 

Hirose: Así es. Cuando penetra en su cuerpo, no puede saber dónde irá a parar. El mayor peligro es para las mujeres, sobre todo las embarazadas, y los niños pequeños. Ahora se habla de yodo y cesio, pero se trata sólo de una parte de los isótopos radiactivos, ya que no se utilizan los aparatos de medición apropiados. Lo que dicen los medios es la cantidad de radiación presente en el aire. Los aparatos de medición no comen. Lo que miden no tiene relación con la cantidad de material radiactivo…

Yoh: Entonces los daños producidos por la radiación y por el material radiactivo no son los mismos. 

Hirose: Si usted me pregunta por la radiación procedente de la central nuclear de Fukushima, le diré que no. Las partículas radiactivas son trasladadas de un lugar a otro por el aire. Cuando el núcleo del reactor comienza a fundirse, los elementos presentes, como el yodo, pasan al estado gaseoso. Estos gases se elevan por el aire y de aquí salen al exterior. 

Yoh: ¿Hay alguna forma de descubrir que esto está pasando?

Hirose: Un periodista me dijo que ahora Tepco realiza una monitorización de forma regular. Debieran de hacer mediciones constantes, pero no tienen la capacidad para hacerlo. Y debieran saben cuándo se escapa y cuánto. Harían falta instrumentos de medición muy sofisticados. Un sonido de diferente sonido en intensidad y altura no dice mucho. Tenemos que saber qué tipo de materiales radiactivos se escapan, dónde van, pero no tienen forma de saberlo por ahora. 

Dogulas Lummis es analista político, que reside en Okinawa y es autor de Democracia Radical. Puede contactar con él en la siguiente dirección: ideaspeddler@gmail.com

http://www.counterpunch.org/takashi03222011.html



No hay amenaza por la radiación dicen los medios: mientras los reporteros salen de Japón

Por Keith Harmon Snow / 23 de marzo de 2011

Las informaciones sobre la crisis nuclear en Japón y en todo el mundo son cada vez más curiosas. Los medios de comunicación Occidentales restan importancia a la amenaza de la radiación, lo que convierte la información es una especie de Alicia en el país de las Maravillas, una fábula de desinformación sacada directamente de la madriguera del conejo.

Preocupados por sus ganancias, por la desestabilización del yen o del índice NIKKEI, los medios de comunicación realizan la labor de evaluación de los daños para impedir que la gente salga fuera de Japón, con el fin de no desestabilizar aún más la economía.
Conocidas las evidencias, las historias de desastres y de epidemias, la información que trata de ocultar la importancia de una amenaza de radiación es una actitud criminal.
Mientras tanto, en Estados Unidos, los inversores están asustados y buscan la protección y la seguridad de la Industria y el Gobierno. Wall Street está preocupado. Todo esto resulta muy curioso.

Mientras tanto, en los EE.UU., los inversores asustados están buscando protección y seguros de la industria y el gobierno. Wall Street está preocupado. Esto se está poniendo más curioso.

Ironía: “Proyecto de arte” fotografiado en Tokio, mostrando a seres humanos en estado de decaimiento, asemejándose a las imágenes de los niños con las extremidades deformadas y nacidos cerca de Chernobyl © Keith Harmon Snow, 1992

Por ejemplo, el 20 de marzo de 2011, la CNN publicaba un vídeo, “Los hechos susurran, gritos de miedo durante la crisis”, donde los expertos proclamaban que los temores de la radiación son infundados y que abunda la desinformación. Otro experto nuclear -Dan Polansky- decía recientemente en la CNN que existe una radiofobia: un miedo irracional a la radiación sin fundamento. Incluso para los trabajadores de la central nuclear de Fukushima que trabajan en los lugares de mayor radiación, decía un reportero de la CNN, Stan Grant que “la radiación puede enferman a las personas, pero no les matará”. 

Mientras tanto, Dan Polansky en la CNN, se describe como experto nuclear, especializado en armas de destrucción masiva y que sabe mucho acerca de la radiación. Lo que no se nos dice es que Polansky trabaja para el Departamento de Salud de Georgia (Estados Unidos), que estudió en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) y en el Laboratorio de Ingeniería Nacional de Idaho (INEL), y graduado recientemente en Planificación de emergencias radiológicas de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Son muy buenas credenciales. Sin duda debe de estar diciendo la verdad. [Graznido]

Sin embargo, la LLNL y el INEL son dos de los los laboratorios de armas clasificadas del Departamento de Energía y Defensa, que tratan ingentes cantidades de residuos nucleares tóxicos (Superfound)[Para conocer el significado de este término: http://www.epa.gov/superfund/spanish/what.htm] Para trabajar en estos dos laboratorios nacionales, INEL y LLNL, se requieren autorizaciones nacionales de alto nivel de seguridad: esto nos hace ver que Daniel Polansky es otro fantasma.

La Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH) ha realizado algunos estudios que muestran la incidencia de algunas enfermedades en las inmediaciones del reactor de Yankee Rowe (Rowe, Massachussetts, Estados Unidos), que ahora está fuera de servicio, pero que también ha ayudado a encubrir accidentes nucleares y otros riesgos de la sociedad de hoy en día.

Pues bien, todo esto sigue siendo muy curioso.

El Centro de Harvard para el Análisis de Riesgos (ACAR) fue fundado por John D. Graham y está especializado en la promoción de las formas de evaluación de los riesgos, muy criticada por los grupos comunitarios y profesionales de la salud. El Centro ha obtenido fondos de la Industria y del Gobierno, incluidos los de intereses nucleares: General Electric, Edison Electric Institute, Electric Power Research Institute, New England Electric System ( al menos cinco centrales nucleares en la red eléctrica de Nueva Inglaterra) y Westinghouse Electric. GE y Westinghouse son dos de las mayores empresas con centrales nucleares de Estados Unidos. EPRI es un centro de propaganda pro-nuclear que lleva haciéndolo durante más de cuatro décadas.

La Escuela de Salud Pública y el Centro de Harvard para el análisis de los riesgos no son la misma cosa. La Escuela de Salud Pública apoya a la Industria Nuclear y ayuda a minimizar las amenazas de radiación a muchos niveles. Sin embargo, El Centro de Análisis de Riesgos de Harvard es un frente especializado en producción de ciencia basura -información falsa que se postula como ciencia- y desacredita otros caminos de la ciencia en todos los medios corporativos.

Ahondando un poco más en la madriguera del conejo, nos encontramos un curioso ejemplo: David Ropeik es instructor en la Universidad de Harvard en Formación Continua, en su programa de Gestión Ambiental. Ropeik, también estuvo afiliado al Centro Harvard para la Evaluación de Riesgos ( que dice él abandonó en el año 2004).
Siguiendo los rastros de su biografía, anunciada en la página web Bayer CropScience (Bayer es una multinacional farmacéutica alemana), Ropeik también ha trabajado en estrecha colaboración con la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH) y “ha sido entrevistado en la percepción de riesgos por ABC Nightline, National Public Radio, NBC Dateline, ABC 20/20, Fox News, CNN, CNN International, BBC, CBC, CNBC, Voice of America, y decenas de radios regionales de todo el país”. 

También ha “impartido cursos sobre la cubertura informativa de las cuestiones relacionados con los riesgos en la Escuela de Salud Pública de Harvard, en la Escuela Kennedy, y el Programa Neiman de Harvard, Knight Science Journalism Fellowship program en el MIT, Boston University’s Program en Science Journalism, Emerson College program en Health Communication, y en la National Association of Science Writers, the Council for the Advancement of Science Writers, y en la Society of Environmental Journalists”. 

En otros tiempos fue miembro de la Sociedad de Periodistas Ambientales, siendo ahora David Ropeik consultor privado en la percepción de riesgos, comunicación de riesgos y gestión de riesgos en Ropeik&Associates, cuyos clientes incluyen a la empresa de energía nuclear Entergy Power Corporation (propietaria de la peligrosa e insegura central nuclear de Vermont Yankee), Edison Electric Institute, Electric Power Research Institute, Sociedad Nuclear Americana, Autoridad Nuclear Egipcia, Organismo Nuclear de la Energía Atómica,Instituto Nuclear, Departamento de Salud Pública de Massachussetts ( que hizo un estudio sobre la incidencia de ciertas enfermedades producidas por la radiación en los caminos de la central nuclear de Yankee Rowe), The Veterans Board for Dose Reconstruction, Departamento de Defensa, y etc y etc y etc.

“El riesgo es un asunto subjetivo”, dice la página principal de Ropeik&Associates: “No es sólo una cuestión de hechos, sino también de cómo se sienten esos hechos. Entender por qué ante algunos riesgos se siente más miedo, y ante otros menos, es esencial para informar sobre el riesgo de manera eficaz, y para abordar los aspectos behaviorísticos humanos de la gestión de los riesgos en general”

En cuanto a la Sociedad de Periodistas Ambientales, se trata únicamente de un grupo de la Industria del Comercio, otra Sociedad más de Profesionales que mantienen estrechos vínculos con la Industria y las Corporaciones, que tratan de censurar y distorsionar la información sobre la radiación, las armas nucleares y la energía nuclear. Si echamos un vistazo a sus patrocinadores y fundaciones donantes, enseguida aparecen una larga lista de intereses relacionados con las empresas, incluidas las nucleares.

¡Qué curioso es el mundo en el que vivimos!

Considerando que hay tan “poca amenaza de radiación” en Japón, es curioso que la NBC haya sacado a todo su equipo de noticias de Japón, y también Anderson Cooper de la CNN abandonó Japón – ¡y quién puede echárselo en cara!- Y ahora las informaciones sobre Libia se dan desde otro lugar (¿Hong Kong?).

El 20 de marzo de 2011, las autoridades japonesas confirmaron la presencia de alimentos envenenados por radiación. “El secretario del Gabinete, Yukio Edano, dijo que de los controles realizados a la leche de la prefectura de Fukushima, donde se encuentra la planta, y las espinacas cultivadas en Ibaraki, una prefectura vecina, determinaron unos niveles que superaban los límites establecidos por el Gobierno… Fue la primera información del Gobierno diciendo que los alimentos estaban contaminados por radiación desde el 11 de marzo, cuando un terremoto y un tsunami desencadenaron la crisis nuclear”. 

Miles de familiares de militares de Estados Unidos también han sido evacuadas de Japón, señalando el Departamento de Defensa que se ha producido una evacuación voluntaria debido a la radiación.

Mientras tanto, el 19 de marzo de 2011 los medios financieros comenzaron a informar de que los inversores de Estados Unidos, debido al accidente nuclear de Japón, temen pérdidas financieras debido a las pérdidas por la financiación de la deuda…

Muy curioso.

Los inversores están buscando una protección frente a la reacción pública contra la energía nuclear, que ven como una amenaza tras los daños sufridos por los reactores por el terremoto de Japón, lo que ha llevado a los legisladores de Estados Unidos a limitar el número de centrales nucleares en este país”, informó Bloomberg News.
Las compañías de servicios, que por lo general se han considerado un refugio de los inversores debido a su capacidad de recuperación en momentos de crisis económicas, están siendo castigados, tales como Tokyo Electric Power Co, que lucha por enfriar los reactores dañados. Los grupos ecologistas quieren limitar el número de centrales nucleares en Estados Unidos, y su representante Edward Markey ha solicitado una moratoria de las instalaciones situadas en zonas sísmicas activas. Los ejecutivos del átomo dicen que estos reactores pueden soportar tales desastres”. 

Por detrás, las empresas y administradores de los mercados del dinero y los inversores de futuros están cambiando sus carteras de deuda y realizando maniobras para maximizar los beneficios y minimizar las pérdidas.

Mientras, el pueblo de Japón sufre las consecuencias de las elevadas emisiones radiactivas – filtraciones es otro término inventado por la industria y utilizado en los medios de comunicaciones para restar importancia a la radiación invisible que se dispersa en torno al reactor- y las empresas de servicios públicos se presentan como las víctimas. Las empresas de servicios públicos son castigadas y los inversores que buscan protección son ahora las víctimas.

Curioso, más y más curioso.

Para obtener una visión detallada de los engaños nucleares y la desinformación, lea por favor “Apocalipsis nuclear en Japón” (http://dissidentvoice.org/2011/03/nuclear-apocalypse-in-japan/)

Keit Harmon Snow es corresponsal de guerra, fotógrafo e investigador independiente, y por cuatro veces ganador de Proyecto Censurado (2003, 2006, 2007, 2010). También ha sido profesor de Derecho y Sociedad en la Universidad de California en Santa Bárbara, reconociéndose su trabajo fuera de la Universidad por contradecir las versiones oficiales sobre los crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio, mientras que trabaja como investigador de genocidios para la Naciones Unidas y otros organismos. El primer profesor de Derecho y Sociedad en la Universidad de California fue Aldous Huxley en 1960; posteriormente Margaret Meat, Peter Matthiessen Y Meredith Monk. Visite el sitio web de Keith (http://www.consciousbeingalliance.com/)

http://dissidentvoice.org/2011/03/no-radiation-threat-says-media-reporters-pulled-out-of-japan/#more-31054