(Fuente: CMT, Gizartelan)Llevamos tiempo alertando de las estrategias de las operadoras para conseguir hacerse con el mercado de los menores. Dado que el resto de la población está inundado de móviles por todas partes (en febrero de este año había 117 móviles por cada 100 habitantes), las operadoras han visto al sector de la población infantil y adolescente como uno de sus objetivos para que consuman sus productos. Han utilizado múltiples técnicas de consumismo dirigido, incluyendo, por ejemplo, voces infantiles y presencia de niños en casi todos sus anuncios.
Y no será por falta por falta de alertas desde la comunidad científica, que incluyen riesgos nuevos como el de la adicción al móvil. En Rusia los científicos ya han alertado hasta cuatro veces, indicando que la salud de las siguientes generaciones se encuentra en peligro. Francia trata de limitar el acceso de los niños a los móviles, y Finladia o el Reino Unido aconsejan que los menores no los utilicen salvo emergencia.
Joel Moskowitz, director del Centro de Salud Familiar y Comunitaria de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Berkeley, en California (EEUU) señala que. en la utilización de los móviles por parte de los menores, "claramente hay un riesgo".
"Yo no permitiría que los niños usaran móviles, o por lo menos exigiría que usaran un kit manos-libres", sentenció Moskowitz. "Parece bastante descuidado que esta sociedad simplemente extienda esta tecnología como lo ha hecho, sin haber realizado previamente muchas más investigaciones sobre los riesgos potenciales y cómo protegernos de ellos. Claramente, necesitamos analizar más sobre esta tecnología, porque hay mucho en juego y parece haber evidencia que sugiere que es mejor tener cuidado con esto, sobre todo con los niños, cuyos tejidos están en desarrollo y sus cerebros y cráneos son más pequeños, y porque hay un riesgo de exposición más largo durante toda la vida".
"Yo no permitiría que los niños usaran móviles, o por lo menos exigiría que usaran un kit manos-libres", sentenció Moskowitz. "Parece bastante descuidado que esta sociedad simplemente extienda esta tecnología como lo ha hecho, sin haber realizado previamente muchas más investigaciones sobre los riesgos potenciales y cómo protegernos de ellos. Claramente, necesitamos analizar más sobre esta tecnología, porque hay mucho en juego y parece haber evidencia que sugiere que es mejor tener cuidado con esto, sobre todo con los niños, cuyos tejidos están en desarrollo y sus cerebros y cráneos son más pequeños, y porque hay un riesgo de exposición más largo durante toda la vida".
Y, en medio de estas advertencias, vemos cómo las operadoras consiguen sus objetivos. Recientemente, se ha presentado el informe 'Necesidades y demandas de la infancia y la adolescencia en Euskadi' elaborado por el Observatorio de Servicios Sociales, Familia e Inmigración (Ikuspegi@k). Entre sus conclusiones podíamos leer que, para los menores y adolescentes, el teléfono móvil, que utilizan diariamente, es el elemento central para comunicarse con sus amigos y la familia, considerándolo imprescindible, ya que no podrían vivir sin él.
Habría que pensar en si es sostenible fomentar este tipo de dependencias en menores, que incluso pueden tener repercusiones sobre su salud, llegando a convertir el móvil como algo central e imprescindibles en sus vidas. Desde luego, los que ganan dinero con ello van a contestar de forma afirmativa, al igual que en su día hicieron los de la industria del tabaco.
