Móviles y problemas de conducta infantil

(Fuente: JECH, Contaminación Electromagnética, Poder Judicial; imagen: Maternal Fetal Medicine Blog)

Una nueva investigación con 28.745 niños/as sugiere que el uso de teléfonos móviles por parte de las embarazadas puede causar tener hijos/as con problemas de comportamiento. Además, este riesgo se agrava si son los propios niños/as los que comienzan a utilizar teléfonos móviles antes de los 7 años de edad, según los investigadores.

Los niños/as que estuvieron expuestos a las radiaciones de un teléfono móvil durante el embarazo y durante las primeras etapas de la infancia, se ha visto como tienen un 50% más de probabilidades de tener problemas de comportamiento, problemas emocionales, problemas con sus compañeros o hiperactividad, según la investigación llevada a cabo por la Universidad de Los Ángeles (California) y la Universidad del Sur de California, que ha sido publicada en la Journal of Epidemiology and Community Health.

No se puede decir que se haya establecido una clara relación causal, pero los expertos están preocupados de que el riesgo que supone la exposición temprana de la telefonía móvil pueda significar un riesgo significativo para la salud, ya que la utilización de los móviles está muy extendida y es muy popular en todos los segmentos de la población.

Los investigadores aconsejan cautela en lo que respecta el uso de móviles por parte de las mujeres embarazadas y de los menores. Incluso si esta advertencia se basa en una "inadecuada interpretación de la ciencia", como dicen los escépticos y que los resultados podrían ser debidos a otros factores en juego (ambientales, genéticos, etc), reducir el uso del móvil es una precaución que cuesta poco y tiene mucho sentido.

Según Portolés, "en teoría, la radiación electromagnética les afectará más, pues adolescentes y niños, con tejidos en desarrollo, como el nervioso, son más vulnerable a cualquier tóxico, y la radiación electromagnética es genotóxica. A este posible riesgo en potencia, hay que sumar el abuso que de esta tecnología se realiza a estas edades, y no es de extrañar que en el futuro próximo se asocie a fracaso escolar".

Recordar también la sentencia (primera en desmantelar una antena por motivos de salud) de 9 de junio de 2001 del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Bilbao, ratificada por la sentencia de 24 de octubre de 2002 de la Sección nº3 de la Sala de lo Civil-Penal de la Audiencia Provincial de Bizkaia (a su vez ratificada por el Supremo el 15 de julio de 2008), en la que el juez consideró «prudente» pensar que las ondas emitidas por la antena «no son absolutamente inocuas para el sistema nervioso de la menor [que residía en la vivienda sobre la que se quería instalar la antena de telefonía móvil], o lo que es igual, que el principio de precaución aconsejaría no excluir la probable agravación de su hiperactividad.