La realidad del espectro electromagnético

(Fuente e imagen: El Correo)

Recientemente, el periódico El Correo ha publicado el artículo "realidad y ficción del espectro electromagnético", en donde, además de explicar los diferentes tipos de ondas electromagnéticas de dicho espectro, mantiene la postura que los distintos estudios acerca de estas ondas no han conseguido demostrar una correlación entre ciertas enfermedades y las radiaciones que emiten las ondas no ionizantes (telefonía móvil, líneas de alta tensión, etc). El artículo deja caer que, los grupos que trabajamos por que se aplique el Principio de Precaución frente a estas radiaciones, no aportamos pruebas sólidas e incluso promovemos "el miedo a la radiación electromagnética" para tratar de hacer negocio, como la venta de protectores de radiaciones. Nada dice del negocio y posibles conflictos de intereses al presentar estudios patrocinados por las operadoras, que presentan resultados tranquilizadores. Por si quería ser el autor del artículo objetivo o equilibrado en sus apreciaciones.

No sabemos a qué pruebas sólidas se refiere. Pero ya hemos presentado varias. Por ejemplo, 20 estudios científicos que recogimos en septiembre de 2008 sobre alteraciones y daños en el ADN, debido a las radiaciones que producen la telefonía móvil y similares. La revista Science lo publicó en su número del 28 de noviembre.

Indicar que, desde 1973, la Organización Mundial de la Salud que pueden producirse ciertas enfermedades (Biologic Effects and Health Hazards of Microwave Radiation). Existen también el estudio Interphone o el informe Bioninitiative, avalado por la Agencia Europea de Medio Ambiente, o los estudios epidemiológicos de Belo Horizonte, Selbitz, Hausmannstätten, Naila o Wolf & Wolf que indican efectos de las antenas de telefonía sobre la salud.

Otros estudios apuntan a que estas radiaciones afectan a la glándula pineal y la melatonina. La presencia de las radiaciones se percibe como una iluminación permanente, interrumpiendo el proceso nocturno del descanso, en donde el sistema inmunitario trabaja para reparar el esfuerzo realizado durante el día. De ahí que mucha gente que vive cerca de estaciones base de telefonía móvil (EBTM) se quejan de que se levantan cansados, que duermen mal, etc.

A todo ello hay que añadir la alerta en enero de 2008 de la Ministra de Salud de Francia, Dña. Roselyne Bachelot, que no excluye la posibilidad de riesgos.

Recordar, que el Diario Oficial de las Comunidades Europeas ya citaba el 12 de julio de 1999, en el punto 4, que "es absolutamente necesaria la protección de los ciudadanos de la Comunidad contra los efectos nocivos para la salud que se sabe pueden resultar de la exposición a campos electromagnéticos". Pero, el autor del artículo puede leerse el informe de la Oficina Federal Suiza de Medioambiente, o bien el informe SCENIHR 2007, en donde deja bien claro cómo pueden afectar estas radiaciones a la salud de los niños. Lo afirma también un consejero de Telefónica Móviles, que de esto imaginamos que algo sabrá. Incluso la propia ICNIRP, organización privada que establece los límites legales para toda Europa (salvo honrosas excepciones), establece que no puede garantizar que dichos límites protejan a grupos de ciudadanos más vulnerables, como niños, ancianos o enfermos crónicos.

Hemos mostrado como sí existen otros estudios que para nada son tan tranquilizadores como quiere hacer creer el autor del artículo. ¿Por qué negar estos estudios aportados?. Nosotros decimos que existen estudios con conclusiones bien dispares, pero no se nos ocurre negar de forma absoluta una de las dos tendencias. Es por ello que, ante esta incertidumbre científica, solicitamos a nuestra Administración que actúe deforma preventiva, sobre todo cuando hay niños.

También podemos encontrar un un diagrama de los mecanismos vinculados a la exposición de los campos electromagnéticos y de cómo pueden afectar a nuestra salud. Dicho documento ha sido elaborado por el Dr. Richard Gautier, miembro del Comité Científico Francés de Campos Electromagnéticos. La Autoridad Nacional para la Seguridad Nuclear y Radiación de Helsinki (STUK), Finlandia, ya emitió otro diagrama similar.

Los meta-análisis de Hardell y de Armstrong, así como el llamamiento de Ronald Herberman, director del University of Pittsburgh Cancer Institute, alertan de riesgos y desaconsejan el uso de los móviles por parte de los niños. En la misma línea, el Comité Nacional Ruso para la Protección de Radiaciones No Ionizantes (RNCNIRP), envió un informe a la OMS en el 2007, indicando que los niños tienen un riesgo muy alto de contraer algún tipo de cáncer derivado de la exposición a las radiaciones de estos campos electromagnéticos (CEM). Este Comité de científicos Rusia -que sí que han estudiado los efectos de los CEM sobre la salud- lleva ya cuatro avisos alertando de los riesgos que corren los menores con el teléfono móvil.

Finalmente, indicar que al autor del artículo le falta mostrar la otra cara del estudio que quiere vendernos para tranquilizarnos: el Anexo 2 del proyecto Interphone ha valorado los resultados relacionados con Gliomas y Meningiomas e indica que hay riesgo de poder contraer uno de los dos tumores (OR > 1), en función de las horas y del tipo de utilización del móvil. Por tanto, sí hay riesgos para la salud.

Sin vender ningún artilugio mágico ni ganar dinero con las llamadas de dispositivos que emiten radiaciones, seguimos presentando investigaciones y pidiendo.