Rowan Williams ve `excentricidades´ en Benedicto XVI y alejamiento episcopal de los anglicanos


LONDRES( AGENCIALAVOZ.COM ) El arzobispo de Canterbury Rowan Williams trató como una “excentricidad teológica” la invitación de Benedicto XVI a los anglicanos para que se integren en la Iglesia de Roma.


Además dejó claro su distanciamiento y preocupación por la reciente ordenación de un segundo obispo abiertamente homosexual en la Iglesia episcopal de EEUU.
El arzobispo y Primado de la Comunión anglicana se alejó por una vez de lo políticamente correcto en una entrevista publicada este pasado sábado por el diario Daily Telegraph y calificó de "bastante excéntrica desde un punto de vista teológico" la invitación del papa Benedicto XVI a los anglicanos para que se conviertan al catolicismo. "No creo que ésa sea la solución. Numerosos anglo-católicos tienen buenas razones para no ser católicos romanos”. La razón la recalca Williams de manera clara: “No creen en la infalibilidad del Papa". También se refirió a la elección, el pasado fin de semana, en el seno de la iglesia episcopal estadounidense, que es una rama de la iglesia anglicana, de una obispo abiertamente homosexual, la reverenda Mary Glasspool, de 55 años. Nada más producirse la elección -que aún debe ser validada por la jerarquía episcopal nacional de EEUU- Williams ya señaló que lo ocurrido puede provocar "consecuencias muy serias para la iglesia episcopal, para el lugar que ocupa en la comunidad anglicana y para ésta en su conjunto". En su entrevista al Daily Telegraph, el arzobispo británico añade que esa elección "confirma la impresión de que ellos (los episcopales) se alejan cada vez más del consenso anglicano".


CRÍTICAS TAMBIÉN AL GOBIERNO

Rowan Williams, criticó además al gobierno británico. “El problema de numerosas iniciativas gubernamentales que abordan cuestiones relacionadas con la fe es que parten del principio de que se trata de un problema, de una excentricidad, que los practicantes son curiosidades, extranjeros o minorías", explica Williams. "Esto hace creer que la fe no circula por nuestras venas", añade el jefe de los anglicanos, al acusar al gobierno de garantizar sólo un "servicio mínimo" a los cristianos y de "focalizarse intensamente", por el contrario, sobre los musulmanes por considerarlos una cuestión de mayor interés.